domingo, 23 de abril de 2023

Despedida de Irlanda, regreso hacia Rosslare

Tras estar dos semanas pululando por las dos irlandas, ya tocaba ir volviendo hacia Rosslare para tomar el ferry que nos devolvería hacia España. 

Teníamos un par de días completos para regresar desde la frontera con Irlanda del Norte hasta Rosslare, así que aún teníamos tiempo para poder conocer algún otro rincón de la isla esmeralda.

Ahora nos tocaba bajar por la costa este, la cual tal como pudimos comprobar es mucho menos bonita que la espectacular costa oeste. En la costa este lo más relevante es que está Dublín, la capital del país; como nosotros dos ya habíamos estado allí, ni siquiera paramos.

Miércoles, día 19
Tras alguna visita en Irlanda del Norte por la mañana cruzamos la frontera para regresar a Irlanda a la altura de Carlingford, un lago con salida al mar. Allí paramos para ver el pueblo que lleva el mismo nombre que el lago. Uno de los puntos destacados del pueblo es el castillo del rey John, nosotros lo pillamos cerrado. Otro lugar destacado es la Holy Trinity Heritage Center, situado en una abadía a la que tampoco entramos. El resto del pueblo solo son un par de calles un poco vistosas con algun pub que parecían tener bastante meneo.

Castillo del Rey John en Carlingford

Pub en Carlingford

A última hora llegamos a la zona del río Boyne, una area ya cercana a Dublín, un lugar muy llanito con apenas elevaciones en mucho metros cuadrados.

Aquí hicimos un par de tranquilas paradas a última hora: Monasterboice: un cementerio con enormes cruces celtas y una torre redonda; y la abadía de Mellifont, las ruinas del primer monasterio cisterciense que hubo en Irlanda. Hoy no queda mucho de él, pero a nosotros su parking nos sirvió para pasar la noche.

Monasterboice

Ruinas de la abadía de Mellifont

Entrada a la abadía de Mellifont

Jueves, día 20
Dormir en Mellifont nos vino perfecto porque hoy teníamos que madrugar ya que teníamos una reserva para hacer la visita a las 9,30 de los monumentos de Bru Na Boine. Estos lugares solo se pueden visitar con visita guiada y además enseguida escasean los tickets así que ya lo traía reservado desde España, cosa que recomiendo hacer si se quiere venir aquí.

Bru Na Boinne es una zona con tres enormes túmulos declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y donde su valor reside sobretodo en su antiguedad, se cree que datan entre los años 3.300 y 2.900 A.C., es decir, son 500 años más antiguos que las pirámides de Gizah y 1.000 más antiguos que Stonehenge.

La vista dura un total de unas 3 horas, primero te dejan una media hora en el centro de visitantes y luego ya te llevan en bus a los dos túmulos que se pueden visitar, primero el de Knowth, el más grande y de más valor aunque este solo se puede ver por fuera. Luego nos llevaron al de Newgrange, el más famoso y al que se puede acceder a su cámara interior. Hay un tercer túmulo, el de Dowth, pero este está  muy deteriorado y se encuentra cerrado.

Knowth (I)

Knowth (II)

Newgrange

Luego fuimos hasta Trim donde hay un castillo considerado de los mejores de Irlanda, de hecho se usó en la grabación de la película de Braveheart, con Mel Gibson. 

Aparcamos un poco lejos del centro y nos tocó ir andando hasta la zona del río, al otro lado del castillo está la ruinosa torre de la abadía de Santa María y la llamada Sheep's gate. Tras comer nos acercamos al castillo pero solo lo vimos por fuera ya que acceder era de pago y no parecía tener gran cosa. Lo que sí hicimos fue dar un paseo a lo largo del río para llegar hasta Newton, donde hay una abadía en ruinas y un priorato, este paseo son unos 20 minutos solo ida. De vuelta a Trim y hacia la furgo entramos a ver la catedral la cual llamada la atención por su altura.

Castillo de Trim

Camino que une Trim con Newton

Desde Trim tomamos la autopista que nos llevó hacia Dublin donde tras pillar algo de atascos conseguimos seguir hacia el sur por la R115 o Military Road para tomar dirección hacia las montañas de Wicklow. Antes hicimos una parada porque yo quería hacer una pequeña ruta de senderismo para subir hasta el llamado Hellfire Club, un edificio abandonado en una colina desde donde hay vistas de todo Dublin. En total son unos 2 kilómetros y medio y algo más de 100 metros de desnivel, pero es algo que merece la pena, parece un lugar muy popular para la gente de Dublin. Al edificio ruinoso que hay en la cumbre se puede acceder pero no me queda muy claro lo que es.

Camino hacia Hellfire Club

Hellfire Club

Seguimos la Military Road hacia el sur, una carretera considerada como panorámica la cual pasa por medio de las montañas de Wicklow, una zona que me pareció enormemente desolada. Tras pasar el Sally's Gap llegamos al Lough Tay, o también llaamdo "Lago Guiness" por el color de sus oscuras aguas. En este lugar se grabaron las escenas de Kategat en la serie de Vikingos. Cuando nosotros paramos teníamos mala luz justo de frente así que las fotos no quedaron nada bien.

Lough Tay

Para estos últimos días tenía unos cuantos lugares apuntados para visitar pero no traía cerrado el itinerario así que al final optamos por ir a un sitio que yo ya conocía del anterior viaje a Irlanda pero que era lo más famoso en la zoan de Wicklow: Glendalough. La visita la haríamso al día siguiente así que esa noche pernoctamos en un pueblito muy cercano donde encontramos un restaurante abarrotado de gente y muy bien ambientado.

Cena cerca de Glendalough

Viernes, día 21
Madrugamos para intentar ver Glendalough lo más solos posible, aquí notamos muchísima gente por todos los lados, se nota que es un sitio muy visitado en Irlanda. En realidad nunca he entendido su fama, solo es el típico lugar religioso con alguna iglesia, cementerio con cruces y torre redonda. Eso sí, el entorno es bonito, hay un par lagos en una valle que se nota claramente que es origen glaciar y donde los visitantes suelen dar un paseito.

Nosotros lo que hicimso fue aparcar en el parking del lago superior y desde este retroceder por una camino con una pasarela de madera hasta el lago inferior donde está el parking principal y la zona religiosa visitable de Glendalough, la cual estaba exactamente tal como la recordaba de mi anterior visita. Luego rodeamos el lago inferior por la otra orilla y llegamos de nuevo al lago superior el cual también rodeamos para llegar hasta un antiguo pueblo minero.  Desde aquí regresamos sobre nuestros pasos hasta el parking inicial. Toda la parte del camino paa cruzar a la otra orilla del lago superior es muy bonita y se nota que aquí baja mucho la afluencia de visitantes.

Glendalough

Lago superior

Pueblo minero abandonado

Luego nos acercamos al costero pueblo de Wicklow, de origen Vikingo este pueblo es el mismo que da nombre al Parque Nacional, paramos aquí más que nada pensando que podríamos comprar algunos souvenirs, algo que habíamos ido dejando sin hacer durante el viaje y que aquí ya nos empezaba a correr prisa. El caso es que Wicklow no resultó ser tan turístico como yo pensaba y apenas vimos tiendas. Acabamos iendo al lugar más famoso del pueblo, la cárcel histórica, y al menos allí pudimos comprar algún souvenir.

Prisión de Wicklow

De camino hacia Rosslare hicimos otra parada en Arklow, donde vimos que había un centro comercial, dimos una vuelta por allí pero aparte de tiendas de moda y supermercados, no encontramos nada de souvenirs. Luego en el pueblo, el cual tenía poquísimo ambiente y donde menos lo esperábamos, encontramos una tienda de regalos antigua donde ya terminamos de comprar lo que queríamos.

El ferry salía las 23,30h, así que aún nos sobraba tiempo, decidimos parar en Rosslare pueblo, un pueblito costero cercano a Rosslare Puerto. El problema es que se nota que es un pueblo de veraneo así que apenas tenía jaleo, de hecho solo encontramos un único restaurante y además dentro de un hotel, por lo menos conseguimos que nos dieran de cenar.

La espera para la subida al ferry se nos hizo bastante larga y aún más el viaje de vuelta, 33 horazas de barco. A mi aún se me hizo más duro porque había decidido dejar de fumar y justo este era mi primer día, pretendía usar el barco como terapia de choque, algo que puede sonar un poco suicida.

Total, que llegamos a Bilbao el domingo a las 8h, dos días después de haber embarcado en Rosslare. Mientras Isa preparaba alguna cosa en la furgo y aprovechando que estábamos en el puerto de Bilbao, al lado de Zierbena, aproveché para estirar un poco las piernas y me hice una modesta ruta desde allí hasta el monte Punta Lucero.