Esta es la primera etapa de nuestro reciente viaje a Irlanda.
Tras el largo viaje en ferry llegamos a Rosslare el viernes día 7 de abril a las 20,30h; habíamos embarcado el día anterior en Bilbao a las 18h.
Cuando desembarcamos ya era de noche pero no estábamos demasiado cansados así que decidimos avanzar distancia para aproximarnos hacia las visitas que teníamos para el día siguiente, nos dió tiempo a llegar a Kilmacthomas, curioso lugar donde había un furgoperfecto que nos cuadraba bastante bien.
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| Viejos edificios industriales donde dormimos nuestra primera noche en Irlanda |
Nuestro objetivo era recorrer la isla en sentido horario así que el día siguiente los dedicamos avanzar por el sur de irlanda hasta llegar a la costa oeste donde ya tomaríamos la famosa Wild Atlantic Way.
La primera parada del día la hicimos en Ardmore, un pequeño pueblito donde visitamos las ruinas del monasterio de San Declan. Este fue la primera abadía en ruinas de las muchísimas que visitamos en el viaje, la verdad es que para ser la primera no estuvo mal, pero luego vimos otras mucho mejores.
En Ardmore también aprovechamos para estirar un poco las piernas haciendo un corto aunque bonito paseo de 4 Km por el cliff walk. Este nos llevó a ver unas torres de vigilancia y algun otro resto relacionado con la figura de San Declan.
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| Cliff Walk |
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| Monasterio de San Declan |
La siguiente parada fue en Cobh, pueblo conocido por ser el último donde el Titanic paró antes de hundirse. En Cobh lo que más llama la atención es la enorme y desproporcionada catedral que resulta visible desde todos los lados. Cerca de la ilgesia hay una curiosa hilera de casitas pintadas de colores que también resulta muy fotogénica.
Estos dos lugares están en la parte alta del pueblo, en la parte costera que está unos cuantos metros más abajo, está el museo del Titanic y tambien hay un monumento dedicado al Lusitania, otro barco que se hundió en esta zona. Nosotros solo bajamos a ver un poco el ambiente y enseguida para arriba a seguir el viaje. A la hora de irnos vimos que el parking donde habíamos dejado la furgo estaba bastante lleno y lo peor es que apenas tenía sitio para sacar la furgo; tuvimos suerte de encontrarnos con unos simpáticos españoles que nos ayudaron en las penosas maniobras de salida.
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| Cobh (I) |
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| Cobh (II) |
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| Cobh (III) |
Luego avanzamos hasta Cork, la segunda ciudad más grande Irlanda, aquí queríamos ver el Castillo de Blarney, uno los castillos más visitados del país.
Gran parte de los visitantes vienen aquí por el tema de la piedra de la elocuencia, una piedra donde dicen que si metes la cabeza te da el poder de mejorar tu oratoria... a mi me pareció la típica turistada y además las escaleras para acceder a la torre donde está dicha piedra eran muy empinadas, así que no subimos. Lo que sí hicimos fue explorar a fondo los jardines del castillo, los cuales son inmensos y tienen un montón de rincones curiosos donde perderse.
Habíamos leído que para hacer la visita completa al castillo hay que reservar unas tres horas, nosotros no estuvimos tanto tiempo pero sí cerca de dos horas. La verdad es que es un sitio caro pero merece mucho la pena.
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| Castillo de Blarney |
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| Witches kitchen |
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| Casa Blarney, de propiedad privada |
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| Fern Garden |
El caso es que cuando acabamos la visita estábamos bastante cansados y con pocas ganas de meternos en el intenso tráfico que había alrededor de Cork, una ciudad de la que además no había leído que mereciera demasiado la pena, así que decidimos saltarnos esta visita y avanzar hacia Killarney. Aquí no sé que le pasó a Google Maps pero en vez de mandarnos por carreteras principales nos mandó por una zona super remota, un buen preludio de las carreteras por las que nos tocaría conducir el resto de días.
Llegamos a Killarney de noche y decidimos no complicarnos y dejar la furgo en una calle tranquila calle pero no muy alejada del centro, lugar donde ya pernoctaríamos dicha noche. Salimos a cenar por Killarney donde encontramos muchísimo ambiente en un sábado noche en un pueblo que se nota que es muy turístico.