domingo, 11 de diciembre de 2022

Unos cuantos lugares abandonados en Barcelona

En el regreso del viaje a Mallorca vía Barcelona decidimos ir parando en algún lugar abandonado que tenía anotados desde hacía tiempo como "explorables". Los tres de ellos están dentro de la provincia de Barcelona, uno de ellos muy cercano a la ciudad y los otros dos cercanos a la zona de Montserrat. Los lugares en los que estuve van de menos a más en cuanto a interés.

La primera parada del día fue muy cerquita del Tibidabo, para ver las ruinas del antiguo casino de la Rabassada, en este caso lo de "ruinas" es literal porque es verdad que apenas queda nada de este casino que sirvió de divertimento para la alta burguesía catalana que reside en esta zona desde hace tiempo. El lugar está muy accesible ya que uno de sus derruidos muros está pegado a la carretera que une Barcelona con Terrasa. Una vez pasas este muro se entra en una zona de espesa vegetación entre la que se distingue algún edificio del casino, pero en general poca cosa. Esta visita me la habría podido haber ahorrado.

Casino de la Rabassada (I)

Casino de la Rabassada (II)

Casino de la Rabassada (III)

Tras la visita tocaba moverse hacia las montañas de Montserrat pues cerca estaban los dos lugares abandonados que quería visitar: el hotel Colonia Puig y el balneario de la Puda.

El hotel Colonia Puig fue un hotel de lujo que servía para alojar tanto excursionistas como devotos que acudían a Montserrat, estuvo funcionando hasta 1968 cuando definitivamente cerró sus puertas. Al estar muy accesible, en la misma carretera que sube hacia Montserrat, el estado que presenta en la actualidad es bastante deteriorado, lleno de grafitis y suciedad aunque es cierto que la estructura no se mantiene mal del todo, al menos la del piso inferior, la de los dos pisos superiores ya se encuentra bastante peor, y por ahí hay que andar con mucho ojo ya que existen hay numerosos agujeros en el suelo que no ofrecen mucha seguridad.

Hotel Colonia Puig (I)

Hotel Colonia Puig (II)

Hotel Colonia Puig (III)

Hotel Colonia Puig (IV)

Para el final dejamos el plato fuerte de la jornada: el balneario de la Puda, este fue con diferencia el sitio que más me gustó. 

La historia del lugar comienza en 1718, año en el que se realizan análisis químicos de las propiedades del agua que comenzaba a brotar en Esparraguera, junto al río Llobregat. Tuuvieron que pasar más de cien años hasta que en 1834 se levantase el primer edificio original del balneario. Luego, tras las inundaciones de los años 1942 y 1943, y unos años de abandonado, el balenario fue reconstruido en el año 1870. A principios del S.XX el lugar vivió sus mejores años, en él se trataban diversos tipos de enfermedades como soriasis, artritis y enfermedades respotarotias, entre otros. Era tal su fama, que incluso la reina Isabel II estuvo tratándose de algunas patologías. Finalmente el balenario cerró su actividad en el año 1958 tras una fuerte riada. Luego se llegó a usar como restaurante durante unos años hasta que en la década de los 70 otra fuerte riada del Llobegrat obligó a cerrar definitivamente sus puertas.

Me sorprendió encontrarlo con la estructura en bastantes buenas condiciones, sobretodo en comparación con los dos lugares que habíamos visitado antes. Previo al edificio principal hay un edificio anexo de menores dimensiones, donde por ejemplo se puede ver lo que era la capilla. A continuación ya está el edificio principal, de considerables dimensiones. De este edificio yo exploré básicamente la planta baja y también el sótano, que es donde está la parte más relevante del edificio, ya que aquí es donde se encuentra la parte donde se hacían los tratamientos con aguas termales, aparte de que se mantienen algunas de las bañeras hay alguna zona donde huele fuertemente a azufre, algo típico en este tipo de aguas medicinales.

Balneario de la Puda (I)

Balneario de la Puda (II)

Balneario de la Puda (III)

Balneario de la Puda (IV)

Balneario de la Puda (V)

Balneario de la Puda (VI)