miércoles, 1 de junio de 2022

Alsacia

Esta es la primera etapa de nuestro reciente viaje en furgoneta al corazón de Europa.

Salimos el viernes por la tarde para ir quitándonos una parte del largo viaje hasta llegar a Alsacia, en el extremo nororiental de Francia. Conseguimos llegar esa tarde hasta las cercanías de Burdeos. Elegimos para pernoctar una de los numerosas "aires" de las caras autopistas francesas, la cual además nos ofrecía la posibilidad de cargar agua en la furgo de forma gratuita.

Sábado, dia 28 de mayo
Nos pasamos casi todo el día conduciendo por las monótonas y aburridas autopistas francesas, solo hicimos un par de paradas, una a medio camino para comer y otra parada por la tarde para visitar el Hospice de Beaune, en la región de la Dordoña, una zona conocida por sus afamados vinos. Se trata de un edificio que había visto por Internet y que me había encantado. Se trata de un lugar con una curiosa historia porque fue usado desde 1443 como un hospital para gente sin recursos, llama mucho la atención que un edificio tan bonito, que incluso parece más un palacio que un hospital, fuera usado para esta labor.

Hospice de Beaune (I)

Hospice de Beaune (II)
 
Además del hospital también dimos una vuelta por Beaune, pero no nos pareció que tuviera mucho interés más allá del propio hospital.

Tras la parada seguimos haciendo kilómetros y conseguimos llegar hasta cerca de Besanzon, ya muy cerquita de Alsacia.

Domingo, dia 29 de mayo
A pesar de lo cerca que estábamos ya de la Alsacia, decidimos hacer una parada para ver el león de Belfort. Esta enorme estatua fue realizada por Frederic Bartholdi, el mismo que diseño la Estatua de la Libertad de Nueva York y que nació en la cercana Colmar, el siguiente pueblo que visitariamos. La estatua del león representa la heroica resistencia de la ciudad durante la guerra franco-prusiana de 1870 a 1871.

Nosotros aparcamos justo a la ciudadela que es el lugar donde está la famosa estatua. Además de ver el león nos dimos una vuelta por la ciudadela la cual domina desde las alturas la ciudad de Belfort.

Leon de Belfort
 
Tras la visita a la ciudadela seguimos viaje y ya enseguida llegamos a Colmar, nuestra primera parada en la Alsacia en la que probablemente es su localidad más emblemática. Todas los pueblos que visitamos de Alsacia son preciosos, aunque en realidad su arquitectura es muy parecida. Colmar es el paradigma de esta arquitectura y tiene el aliciente de que de todos estos pueblos tan visitados este es el más grande de todos.

Tal como espérabamos nos encontramos la ciudad hasta arriba de turistas, pero esto no nos impedió disfrutar del ambientazo de este pueblo. Tras aparcar en la furgo en una calle donde todos los sitios son reservados para camper fuimos la oficina de turismo donde nos dieron un mapa turístico con lo más reseñabe de Colmar. Nosotros decidimos seguir el trazado marcado en el suelo de las calles con unos triángulos con la imagen de la estatua de la libertad, el cual es el que se recomienda para los turistas; el caso que el trayecto se nos hacía un poco largo y decidimos seguirlo solo por la parte más céntrica de Colmar.

Gracias a este recorrido pudimos visitar los lugares más famosos de Colmar: edificios tan especiales como la Maison des Tetes, una casa renacentista con más de 100 rostros en la fachada; o la casa Pfister. Como plazas destacarían la Place des Dominicains, la Place de l´Ancienne Douane o la de la Catedral, aunque esta última la pillamos en obras. Como calles me gustarón la famosísima Rue de Marchands y la del antiguo barrio de los curtidores, aquí vemos altísimos edificios donde antiguamente se se secaban las pieles en los pisos superiores. Mención aparte merce la "petite Venice" o "pequeña Venecia", esta es la zona más pintoresca de Colmar, donde hay coloridos edificios junto a la zona de canales; a mi me gustó pero quizás me pareció demasiado "Instagrammer".

Maison des Tetes

Típicas casas alsacianas de Colmar

Mansión Pfister

Petite Venice
 
Al llegar a Colmar nos habíamos saltado uno de los pueblos más famosos de la Alsacia: Eguiseim, de hecho para mucha gente este es el más bonito de todos. A mi personalmente no me lo pareció, sí que es verdad que tiene la gracia de que tienen la forma de un cuadrado perfecto ya que está rodeado completamente por una muralla. Pero el caso es que sus edificios, exceptuando los de la plaza que está justo en medo del pueblo y algún otro, no me parecieron relevantes respecto a los ya vistos en Colmar.

Eguisheim (I)

Eguisheim (II)
 
Este día nos cundió muchísimo proque aún nos dio tiempo a llegar a ver otro pueblito más: Kayserberg, a mi este sí que me gustó mucho; tanto, que cuando salimos de Alsacia lo mantuve como mi favorito de esta zona. Quizás para esto ayudó a que lo vimos con menos gente ya que cuando llegamos ya era un poco tarde para el horario de esta zona, de hecho las pasamos canutas para encontrar un local abierto donde echar un crepe. El pueblo me parece que tiene unos edificios increíbles y además nosotros también subimos a su castillo, que aunque está en estad bastante ruinoso se puede acceder a lo alto de su torre por una osucra escalera de caracol y desde allí tener unas vistas espectaculares, tanto de Kayserberg como de las montañas y los extensos viñedos que hay a su alrededor.

Kayserberg (I)

Kayserberg(II)

Vistas de los viñedos de Kayserberg

Castillo de Kayserberg
 
Nos quedamos a pernoctar en el parking del supermercado en las afueras del pueblo.

Lunes, dia 30 de mayo
Hoy tocaba seguir explorando pueblitos de la Alsacia, seguíamos circulando por inmesnos campos de viñedos y haciendo paradas en pequeños pero muy bonitos pueblitos. Esa mañana visitamos otro par de ellos: Riquewihr y Ribeouville. El primero básicamente consiste en una larga calle principal en cuesta que une el ayuntamiento con una torre medieval. El segundo es un poquito más grande y tiene más zonas para callejear. En casi todos los pueblos estábamos encontrando tiendas monotemáticas dedicadas a la navidad y en Riquewihr encontramos la más grande de todas: dos pisos y un sótano dedicados exclusivamente a fanáticos navideños. Isa disfrutó mucho por aquí.

Riquewihr (I)

Riquewihr (II)

Tienda de Navidad de Riquewih

Ribeouville (I)

Ribeouville (II)

No hay duda de que ambos pueblos son preciosos, pero ya se me empezaban a hacer monótonos tanto pueblitos de este estilo. Decidimos cambiar un poco de tercio vistando el cementerio de guerra de Bergheim donde hay enterrados un buen número de soldados alemanes fallecidos durante la II Guerra Mundial. El sitio no se encuentra bien señalizado y tampoco es gran cosa comparado con otros cementerios de guerra.

Cementerio alemán de Bergheim
 
Por la tarde entramos a visitar el castillo más visitado de la zona: el castillo de Haut-Koenigsbourg. Está muy bien restaurado y es bastante vistoso en algunas zonas, aunque para lo que cuesta y lo famoso que es, a mi tampoco me terminó de convencer.

Dragón en el castillo de Haut-Koenigsbourg

Castillo de Haut-Koenigsbourg
 
El día lo acabamos en Obernai, otro de los pueblos más visitados en la zona aunque esté está ya más alejado de Colmar. Todos los demás están en un radio muy pequeño de terreno. Decidimos pernoctar en el area de AC gratuita de Obernai y ya aprovechamos para dar una vuelta por este bonito pueblo y cenar en un restaurante comida típica Alsaciana.

Obernai (I)

Obernai (II)

Obernai (III)
 
Martes, dia 31 de mayo

Habíamos ido tan deprisa en la visita a Alsacia que ya nos tocaba visitar Estrasburgo, la última visita que teníamos prevista en la región. Estrasburgo es una ciudad de un tamaño considerable y que además es la capital de la región francesa del Gran Este. Aquí hay tres importantes instituciones de la Unión Europea: el Parlamento, el Consejo de Europa y el Palacio de los Derechos Humanos. Junto con Bruselas, que es donde que es la sede más operativa, y Luxemburgo, donde se hace el trabajo más administrativo, estas tres ciudades forman el corazón del engranaje político de la UE. Se decidió establecer Estrasburgo como sede del Parlamento Europeo debido a que es una ciduad que representa la unión de Europa mejor que ninguna otra, a pesar de los años de disputa entre Francia y Alemania ahora es una ciudad que funciona como un reloj: es moderna, verde, próspera... De todo lo que vimos en Alsacia a mi es la ciudad que más me gustó, no solo en cuanto a turismo, sino que me imaginaba perfectamente viviendo allí.

Cuando llegamos a Estrasburgo intentamos acercarnos al Rin para ver el parque de las dos riberas, que se llama así porque las orillas de Alemania y de Francia está unidas mediante un puente peatonal. El caso es que nos fue imposible aparcar por allí y decidimos desechar la visita. Marchamos al camping municipal para dejar allí la furgo y coger el tranvía para echar el día visitando la ciudad.

Empezamos visitando Estrasburgo por la zona donde están las grandes plazas de Kleber y de Gutenberg (aquí vivió el inventor de la imprenta). Desde esta tomamos la calle Merciére la cual conecta con la plaza de la Catedral y desde donde está la famosa vista en la que la Catedral impresiona más, parece que sus agujas van a llegar a tocar el cielo. En la plaza de la Catedral hay otros dos edificios famosos como son la Casa Kammerzell y el Palais Rohan. La visita a la catedral de Notre Dame es grauita y merece mucho la pena, el interior es tan chulo como el exterior y dentro sobretodo destaca el enorme y curioso reloj astronómico al que no le falta detalle. Esta catedral es la segunda más visitada después de la de Notre Dame de París y es la segunda más alta del país después de la de Rouen.

Vista de la catedral desde la calle Merciére

Reloj astronómico

Casa Kammerzell

Después nos dirigimos hacia la zona del gran canal pasando por la Plaza du Marché Aux Cochons de Lait, una de las zonas de la ciudad que más casas antiguas concentra. Vinimos al canal porque a las 15,30 teníamos reserva en unos de los barcos que recorren los canales de Estrasburgo, otra de las cosas típicas que hacemos los turistas en Estrasburgo. El recorrido dura una hora y media y lo que hace es dar la vuelta a la isla principal donde está la parte más antigua de la ciudad y luego avanza por la zona del ensanche llevado a cabo por Alemania cuando la ciudad estaba bajo su control; finalmente llega al barrio Europeo donde están los edificios oficiales de la Unión Europea y que se ven perfectamente desde las orillas del río.

Vista del Parlamento Europeo desde el canal
 
Nosotros fuimos los únicos que nos bajamos en esta parada, porque teníamos intención de ir a visitar el Parlamento Europeo. Me hacía ilusión visitar este edificio que tantas veces he visto por televisión. La visita es gratuita y la verdad es que merece mucho la pena. por supuesto que no se puede visitar todo el complejo, pero sí que hay bastantes lugares visitables, entre ellos la cámara del salón de plenos. En la visita hay audioguías que te van explicando el funcionamiento del parlamento, por ejemplo una cosa que me gustó como se explica es el sistema de traducción en tiempo real de todos los plenos. Además, hay personas en el edificio que amablemente te explican todas las dudas que tengas como ciudadano europeo, ¡incluso nos obsequiron con pulseritas y unos bolígrafos!.

 

Parlamento Europeo (I)

Parlamento Europeo (II)

Parlamento Europeo (III)

Tras la visita regresamos otra vez al centro de Estrasburgo usando el cómodo y efectivo tranvía. Allí nos faltaba visitar la zona de la la "petite France", la zona de canales donde están algunos atractivos turísticos como la presa Vauban y el llamado puente cubierto del que aún quedan las antiguas tres torres. Todos esto lo habíamos visto desde el barco pero ahora queríamos verlo a pie. Vimos que la mayor parte del ambiente de esta zona se concentraba en la plaza Benjamin Zix, nosotros nos alejamos un poco de aquí para cenar más barato y tranquilos un menú completo de "galletes", un plato que yo ya había probado en mi viaje a Bretaña, es como un crepe pero elaborado con trigo sarraceno.

Petite France (I)

Petite France (II)

Miércoles dia 1 de junio
Llegó el mes de junio y nos tocaba cruzar el Rin para cambiar de país y de tercio de viaje, ahora visitaríamos la famosísima Selva Negra de Alemania.