martes, 3 de mayo de 2022

Las Encartaciones

Las Encartaciones es una amplia región histórica de Vizcaya que está situada en la parte más occidental de la provincia, en el límite con Alava, Cantabria y Burgos.

Es una de las pocas zonas que me quedaban por visitar a fondo en el País Vasco, así que tenía un viaje de unos cuatro días (que es lo que estimaba que costaría ver la zona) preparado desde hacía tiempo. El caso es que por una u otra cosa aún no había podido hacerlo, este fin de semana que Isa trabajaba decidí cogerme un par de días para alargar el fin de semana y para allí que me fui con la Menfys.

Sábado, día 30 de abril
Aparqué en Sodupe para hacer una ruta de montaña al pico Eretza, uno de los montes principales de la provincia de Vizcaya y que aún tenía en la lista de pendientes. La subida se hace de forma directa siguiendo en la parte final la cresta y la verdad es que se me hizo bastante dura y no muy atractiva. La bajada, en la que también subí la cima del pico Luxar, se me hizo mucho más llevadera y bonita, sobretodo me gustaó la parte inicial del descenso desde el Eretza porque transcurre por amplias campas hervosas y también la parte final siguiendo el trazado paralelo al arroyo. -Ver ruta en Senderioja-

Subida al Eretza (I)

Subida al Eretza (II)
 
Antes de comer me acerqué a la vecina localidad de Güeñes para visitar el parque Arenatzarte, un parque público con esculturas al aire libre.

Arenatzarte
 
Para comer decidí trasladarme hasta Zalla donde había un area de AC gratuita, lugar donde podría comer, cargar agua y ducharme. De esta area de AC me sorprendió que incluso tenía un par de tomas de electricidad de uso también gratuito. Por ponerle una única pega es que está situada en medio de una calle del pueblo.

A la tarde me acerqué a visitar Balmaseda, uno de los pueblos principales de las Encartaciones. Se trata de una villa con mucha historia ya que por su emplazamiento estratégico siempre fue un punto importante del comercio entre Castilla y el Cantábrico. Así lo atestigua su viejo puente, única lugar de paso del río Cadagua durante muchos años y donde se cobraba peaje por cruzarlo. Durante los últimos tiempos Balmaseda también ha sido importante por su industria, sobretodo del sector del mueble.

Cuando fui a Balmaseda lo primero que hice fue darle la vuelta a una fábrica abandonada a la que había echado el ojo al llegar. Estaba completamente tapiada así que me fue imposible explorarla por dentro.

Luego sí me dediqué a visitar esta importante villa. Me gustó lo que ví. Además del puente viejo, el emblema de la ciudad, también destaca la Plaza San Severino donde está la iglesia gótica y el curioso Ayuntamiento con soportales como los de una mezquita, muy original. 

Tras dar una vuelta por las calles de la parte antigua crucé al otro lado del Cadagua usando el puente viejo y allí me encontré con un lugareño que me estuvo contando la historia del pueblo y de su vida. La verdad es que me sobraba tiempo y estuve muy a agusto con él.

Antigua fábrica en Balmaseda

Río Cadagua y el viejo puente de Balmaseda al fondo
 
Para dormir decidí ir hasta el parque de Atxuriga, cerca de Galdames, uno de los furgoperfectos mejor valorados de la zona y el cual estaba petado de ACs y furgos. La verdad es que es un sitio tranquilo en medio de la naturaleza, algo muy apreciado en Euskadi.

Domingo día 1 de mayo
A la que me levanté decidí estirar un poco las piernas dando un sencillo paseo por el parque Atxuriaga, es agradable e incluso tiene un pequeño lago, pero no da para mucho.

Parque Atxuriaga
 
Esta mañana me tocaba visitar unos cuantos lugares con horario establecido que estarían cerrados el resto de días, así que a ello fuí. Priemra parada en la Casa de Juntas de Avellaneda donde está el Museo de las Encartaciones. Este bonito edificio lo tienen rehabilitado por dentro como museo de la zona; cuando yo estuve también había una exposición dedicada a la mujer obrera que trabajaba en la industria de los pueblos cercanos.

Museo de las Encartaciones (I)

Museo de las Encartaciones (II)
 
La siguiente visita era la torre Loitzaga, la verdad es que fue toda una odisea llegar al lugar, la carretera principal por donde te manda Google Maps pasa por un estrechísimo puente por donde la furgo no pasaba; tuve que dar toda la vuelta y subir por la zona de Galdames usando otra carretera muy estrecha donde iba rezando para no encontrarme a nadie de frente...

Aparqué la furgo junto a la ermita de Santiago y desde ahí queda justo al lado el complejo de la torre de Loitzaga, famosa por la colección de coches clásicos que tienen expuesta, sobretdo lo que más abundan son los Rolls Royce. Son cinco pabellones llenos de coches clásicos, cuatro de ellos están hechos a medida para ello, pero hay uno que usa la propia edificación antigua de la torre y que a mi me encantó.

Es un lugar al que cuesta llegar y que solo abre los domingos de mañana, pero sin duda merece la pena acercarse a verlo, es un museo que incluso ha ganado varios premios.

Ermita de Santiago

Rolls Royce en la Torre Loitzaga
 
La última visita de la mañana era a la cueva de Pozalagua. Además de la cueva, el sitio donde está ya es muy bonito de por sí. Estamos en el extremo más al oeste del Parque Natural de Armañón, ya casi en la Comunidad de Cantabria, en una zona donde abunda mucho la roca kárstica.

Tenía la visita guiada reservada a las 16h y aún eran las 13,30h cuando llegué, así que me dediqué a ver los alrededores. Me gustaría haber subido al pico del Carlista, que está situado justo encima de la cueva, pero me encontraba un poco cansado y decidí tomarmelo con más relax. Visité el Centro de visitantes del Parque Natural y allí me dieron información para hacer un pequeño paseo de un par de kilómetros por los alrededores que me llevaría hasta un mirador de la zona. También aproveché para acercarme a ver la antigua cantera de donde se sacaba la dolomita, la roca que luego se bajaba hasta la fábrica de tratamiento que hay en Ambasaguas.

La visita a la cueva estuvo muy bien, dura 45 minutos donde da tiempo más que suficiente para ver esta cueva que no es muy grande pero que es muy valorada debido a su altísima concentración de estalactitas excéntricas. No tengo fotos del interior de al cueva porque está prohibido fotografiarla.

Mirador encima del Centro de Visitantes de Aramñón

Vista del karst de Ranero y el pico Carlista

Cantera de Dolomita

Mirador
 
Tras un ajetreado día de visitas a última hora tenía planeado hacer una ruta desde el Alto de Ubal hasta el Pico del Mazo y la Ventana de Redux. Tenía esperanzas de que me gustara esta ruta porque transcurre por una zona ganadera de inmesos prados verdes y con muy buenas vistas hacia Cantabria, pero la verdad es que la disfruté muy poquito. Al poco de empezar a andar una espesísima niebla me engullió por completo y ya no me dejó apreciar nada de las vistas; además la mayor parte de la ruta se hace por aburridas pistas hormigonadas. La ventana de Relux es un pequeña hoquedad en la roca donde en un día normal hubiera tenido muy buenas vistas, pero en un día como el que pillé el lugar no decía nada -Ver ruta en Senderioja-

Ruta del Alto de Ubal al pico el Mazo y la ventana Relux
 
Ventana Relux
 
Para pernoctar bajé del alto de Ubal hasta el valle de Karrantza con intención de dormir en un tranquilo parking de la localidad de Concha. A la que bajaba del puerto hice una breve parada para ver una iglesia de Concha que me llamó la atención. A la mañana siguiente también di un pequeño paseo por el pueblo, el cual hace de nucleo principal del valle de Karrantza.

Iglesia en Concha
 
Lunes, día 2 de mayo

Para los dos siguientes días el tiempo lo daban como inestable así que cambié algo los planes del viaje y no me dirigí hacia Lanestosa y el pico Zarama, que era mi idea inicial, sino que decidí hacer la ruta balizada PR-BI-121, una ruta más modesta que me llevaría a conocer el encinar de Sopeña.

Aparqué en el Suceso, un pequeño barrio situado en un lugar muy bucólico donde hay una iglesia junto a una plaza de toros, algo que parece típico por esta zona. Esta ruta me acabó gustando bastante, sobretodo en la parte de la ida ya que se tienen muy buenas vistas del valle de Karrantza y de los picos del Parque Natural de Armiñón. De hecho la ruta llega hasta la base del Armiñón donde está el túmulo de la Lama, un lugar que me encantó y donde estuve un buen rato sentado observando el numeroso ganado y las vistas. Desde aquí se coge el desvío para iniciar el descenso hacia el encinar de Sopeña. Este bosque es famoso porque no es habitual en estas latitudes encontrar un encinar tan bien conservado y además con forma adehesada en su parte más inferior, esto es posible gracias a la protección de las montañas que tiene justo en el lado norte. La parte final de la ruta se hace por un continuo sube y baja entre bosques variados de hayas, robles, pinos y eucaliptos. -Ver ruta en Senderioja-

Plaza de toros del Suceso

El Suceso

Vistas del Armañón desde el túmulo de la Lama

Encinar de Sopeña

Camino entre robles

Vistas

Luego la tarde la pasé en el Ikea de Barakaldo donde me reuní con mi mujer y mi suegra que habían venido a pasar el día.

Para pernoctar decidí repetir el furgoperfecto del primer día en el parque Atxuriaga, esta noche mucho más despejado de vehículos, solo tuve la compañía de una autocaravana.

Martes, día 3 de mayo
El último día quería visitar la zona minera alrededor de Sopuerta, una zona muy relacionada con el mineral del hierro. Mi idea original era haber hecho un ruta que me llevaría hasta la localidad también minera de Alén, pero se me iba a hacer tarde y quería estar a la hora de comer en casa, así que decidí conformarme con improvisar un recorrido de casi 10 Km por los alrededores de Sopuerta.

Aparqué en el barrio de el Castaño y me dirigí hacia la vía verde del hierro, la cual ya hice casi completa con la bici en una ocasión anterior; aquella vez hice el tramo entre Sopuerta y el mar, ahora me faltaba hacer el tramo entre Sopuerta y Traslaviña.
Inicialmente no seguí la vía verde sino que tomé otro camino que me llevó hasta los hornos de calcinación de la Mina Catalina, un par de hornos construidos con ladrillo refractario y que aún aguantan en pie. Alrededor de ellos también hay unos cuantos viejos edificios hoy abandonados que también estuve explorando.
Luego seguí mi camino y llegué hasta la Ermita del Pilar. Tras pasarla el camino se empina y se dirige hacia Alen y aquí es donde decidí acortar el recorrido y bajarme hasta la víaa verde para hacer un tranquilo tramo hasta una cantera enorme que actualmente está siendo explotada. Desde aquí regresé a la furgo y de ahí para casa haciendo la correspondiente parada en el area de AC de Zalla para dejar la furgo a punto para el siguiente viaje.

Homenaje al minero

Hornos de calcinación de la mina Santa Catalina

Ermita del Pilar

Vistas a Sopuerta

Vía verde del hierro

Cantera en funcionamiento