sábado, 18 de septiembre de 2021

Bolonia, Ferrara y Venecia

Tras una semanita por la Toscana tocaba cambiar de región, nos dirigíamos hacia Venecia pero para ello teníamos que atravesar la región de Emilia Romaña, una región del norte de Italia con grandes ciudades como Parma , Bolonia o Rávena, y que es famosa por sus productos alimentarios. En nuestro camino a Venecia nosotros solo paramos en dos ciudades que nos pillaban de paso sin desviarnos nada: Bolonia, que es la capital, y Ferrara. No sé como serán el resto de ciudades pero estas dos nos encantaron.

Y sobre Venecia,  ¡que decir!, desde ya mismo se ha convertido en mi ciudad favorita del mundo. Pensé que de tanto oir hablar de ella me decepcionaría, pero para nada, ha cumplido todas mis expectativas y con creces. Me encanta su mezcla de aire decadente y lujoso a la vez. Para mi fue un auténtico placer caminar por sus animadas calles que se conectan entre ellas a través de estrechas callejuelas o por puentes que pasan los cientos de canales que conectan la ciudad.

Sábado, día 4 de septiembre
La tarde anterior habíamos llegado a Bolonia desde Florencia. Para pernoctar nos habíamos decantado por un area de AC en las afueras de la ciudad así que hoy nos acercamos al centro usando un autobús urbano.

El autobús nos dejó en pleno centro, lo primero que nos llamó la atención era la cantidad de ambiente que había, se nota que es una ciudad universitaria muy famosa, de hecho tiene la Univesidad más antigua de Europa. Yo me imagino que es como una especie de Salamanca a lo italiano. Según nos acércabamos al centro también nos soprendía la gran cantidad de calles que hay con soportales, no sé la razón de esto, ¿quizás llueva mucho?, el caso es que le dan un ambiente muy original a la ciudad.

Para visitar teníamos bastantes cosas, de hecho se considera que el casco antiguo de Bolonia es el más grande de Europa después del de Venecia. Lo primero que hicimos fue ir a la Pizza Maggiore, enorme y rodeada de edificios chulísimos como por ejemplo los Palacios de los Notarios, el de Enzo, el Comunal o el de Podesta. Nosotros solo entramos a la biblioteca salaborsa, que era gratuita, muy curiosa su arquitectura interior.

Pizza Maggiore y la Fuente de Neptuno
 
En esta plaza también está la Basílica de San Pretonio, es curioso ver su fachada la cual se nota claramente que está sin acabar. Dicen las malas lenguas que sus obras se paralizaron porque el Papa Pío IV decidió que ninguna Iglesia podía llegar a ser más grande que la del Vaticano.

Basílica de San Pretonio
 
Luego visitamos el edificio que más me gustó de la ciudad: el Archiginnasio, la que fue sede de la primera Universidad. Me encantaron sus pasillos y habitaciones repletos de una original decoración clásica. Mención especial a la sala de anatomía completamente hecha de madera.

Archiginnasio (I)

Archiginnasio (II)

Archiginnasio (III)
 
Luego callejeamos un poco por la zona de las Piazzas de Calderini, Minghetti y de Francia hasta llegar a la Piazza Santo Stefano donde hay un lugar muy curioso: la Basílica de las siete capillas que son como siete iglesias interconectadas entre sí mismas.

Piazza Santo Stefano
 
Muy cerquita están las torres medievales de Garisenda y Asinelli, del estilo de las que habíamso visto en San Gimignano. La gente suele subir a una de ellas pero nosotros preferíamos seguir disfrutando del paseo.

 

Torres de Garisenda y Asinell

Como ya había hambre nos dirigimos al barrio del Quadrilatero que es donde se concentran la mayor parte de restaurantes, tiendas de comestibles y mercados. Un barrio con mucho ambiente y donde se vendía sobre todo productos gastronómicos típicos como la mortadela, de hecho vimos a la mayor parte de turistas comiendo raciones de mortadela, así que nosotros hicimos lo mismo. Me resultó curioso que allí fuera tan valorada con la mala fama que tiene aquí en España.

Después de comer nos internamos un poco en el barrio universitario donde enseguida se veía un ambiente muy callejero y alternativo, diría que bastante "izquierdoso". 

Barrio Universitario
 
Desde aquí regresamos hacia la estación de tren para coger allí el autobús de vuelta al area de AC. Justo antes de llegar paramos en un mercado callejero muy curioso donde había puestitos con comida típica de cada país; nosotros nos decantamos por el de Argentina.

Por la tarde continuamos camino hacia el norte haciendo una parada en Ferrara. Aquí el atractivo principal era el Castillo Estense situado en pleno centro de la ciudad; esto fue lo primero que entramos a ver ya que íbamos justos de tiempo. El castillo es bonito desde fuera y también nos gustó la exposición de esculturas que había en el patio interior, pero por dentro la verdad es que no es gran cosa.

 

Castillo Estense (I)

Castillo Estense (II)

Muy cerca del castillo está la Catedral pero estaba en obras así que no entramos. El resto de la tarde estuvimos callejeando un poco por una ciudad bastante curiosa de ver, nos gustó mucho la Via delle Volte, una callejuela con sucesivos arcos de ladrillo.

Catedral de Ferrara

Via delle Volte
 
Para pernoctar nos cercamos a un furgoperfecto junto al río Po, el más grande de Italia, pero aunque el lugar tenía muy buena pinta sufrimos la invasión de unos bichitos verdes que nos dieron mucho asco tanto a Isa como a mi, así que salimos de allí pitando ya de noche aunque gracias al Park4night encontramos en la autopista un furgoperfecto en un pueblecito tranquilo y libre de la amenaza de los insectos.

Domingo, día 5 de septiembre
Habíamos calculado llegar a Venecia el lunes para evitar los posibles agobios de gente del fin de semana pero al final corrimos más de la cuenta y llegamos el Domingo, además hoy era el día de la Regata Histórica, una carrera con barcos tradicionales que se hace por el gran canal una vez al año, ¡vaya puntería!. La verdad es que nos encontramos muchísima gente por la ciudad, aunque nos dijeron que debido la Covid la afluencia estaba como al 40%... no me lo quiero imaginar como debía ser antes.

Aparcar en Venecia es toda una odisea así que nosotros ni lo intentamos, decidimos dejar la furgo en el area de AC de San Giuliano, junto a la costa de la bahía que da acceso a la isla de Venecia. Creo que fue todo un cierto ya que es un area de Ac muy tranquila, barata para ser Venecia y desde donde se coge no demasiado lejos el autobús o el tranvía que te llevan a la Pizza Roma, la puerta de entrada a Venecia.

Para movernos nos compramos un bono de 24h para poder usar todos los transportes públicos, tanto terrestres como autobuses o tranvías, como marítimos, como vaporettos o traghettos.

Una vez en la isla y viendo que el Gran Canal estaba cerrado debido a la regata histórica decidimos acercarnos hacia el centro pero dando un paseo por el norte atravesando el barrio de Cannareggio, el barrio judío. Tras pasar los puentes delle Guglie y el puente Chiodo nos acercamos a ver la calle Varisco, la más estrecha de la ciudad, o la librería Acqua Alta, una librería que se inunda cada vez que sube el nivel de las aguas, por lo que tienen los libros encima de barcas o carretillas, sin duda un lugar muy curioso.

A la hora de comer tomamos algo en una restaurante junto a la Basílica  de San Giovanni y San Paolo, allí coincidimos con unos españoles con los que estuvimos un rato charlando mientras comíamos.

Después nos acercamos al puente Rialto, el más famoso de la ciudad, y uno de los cuatro que atraviesan el Gran Canal.

Desde allí nos dirigimos a la Plaza San Marcos, el auténtico corazón de la ciudad, allí están los monumentos más famosos de la ciudad: la Basílica de San Marcos, el Palacio Ducal, el Camapanile o el Reloj Astronómico.

La visita al Palacio Ducal la teníamos reservada para el día siguiente, pero hoy sí que aprovechamos para entrar a visitar la Basílica, impresionante tanto por fuera como por dentro. En el interior destaca sobre todo la Pala d'Oro, aunque para verla hay que pagar un extra de 5€.

La Plaza de San Marcos tiene salida a la bahía por un costado y hacia allí nos acercamos para ver las dos estatuas de los leones (el león es el símbolo de la ciudad, está por todos sitios) y también el Puente de la Paglia, el mejor lugar desde donde ver el Puente de los Suspiros. Este nombre le viene de la época de cuando a los condenados a muerte se les pasaba desde el Palacio Ducal a la carcel.

Después seguimos callejeando y disfrutando del ambiente hasta llegar al Puente de la Academia, otro de los puentes famosos que cruza el Gran Canal. Una vez en el otro lado nos acercamos hasta la Basílica de Sta Mª de la Salud desde donde pudimos ver la carrera principal de la Regata Histórica.

Para acabar la tarde dimos un paseo al atardecer por la ribera de Le Zattare con vistas a la isla de Giodeca, uno de los mejores paseos que se recomiendan a estas horas. Andamos hasta llegar al embarcadero donde cogimos un vaporetto que nos llevaría de vuelta a la Piazza Roma.

 

Puente de los Suspiros

Librería Acqua Alta

Plaza San Marcos

Puente Rialto

Canal típico de Venecia (I)

Canal típico de Venecia (II)

Lunes, día 6 de septiembre
Aprovechamos el lunes por la mañana para terminar de ver algunas cosas de Venecia que nos habían faltado del día anterior y para las que teníamos entrada reservada por Internet.

La primera visita fue al Teatro de la Fenice, creo que es el teatro más bonito que he visto en mi vida. Hicimos una visita a nuestro aire con audioguía muy relajadamente. Este teatro se le conoce como el ave fenix de los teatros porque se ha debido de quemar unas cuantas veces, pero siempre acaba resurgiendo de sus cenizas.

Teatro la Fenice
 
De camino a la Plaza San Marcos aprovechamos para hacer algo que no podíamos dejar de hacer sin irnos de la ciudad: dar un paseo en góndola. Es un precio abusivo para lo que se ofrece (80€ 1/2 hora, precio cerrado) pero la verdad es que se va muy agusto y tienes una perspectiva diferente de la ciudad. 

Ya en la Plaza San Marcos entramos a ver el Palacio Ducal, el centro político de la ciudad donde se ve claramente el poder y la influencia que tuvo la República de Venecia desde hace años. Dentro se visitan algunos lugares a destacar como la escalera dorada, la armería, la Sala del Maggor Consiglio, el Apartamento del Dodge o la prisión, conectada esta última al Palacio Ducal mediante el Puente de los Suspiros. 

Palacio Ducal (I)

Palacio Ducal (II)

Aquí dimos por acabada la visita a Venecia. Nos faltó ir a las islas de Burano o Murano, pero lo declinamos porque imaginamos que no ofrecerían nada más de lo mucho que ya ofrece Venecia. Así pues nos despedimos de Venecia con mucha pena y nos encaminamos hacia el norte para ir hacia los Dolomitas, ahora nos tocaba disfrutar de la montaña. 

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