Debido a las restricciones impuestas por el Covid seguimos sin poder salir de La Rioja, así que nos conformamos con seguir conociendo más a fondo nuestra querida Comunidad Autónoma, hoy hemos hecho unas cuantas visitas desperdigadas por el valle del Cidacos, en la Rioja Baja.
A primera hora queríamos haber ido a visitar la cueva de los cien pilares de Arnedo pero cuando hemos llamado nos han dicho que las visitas para hoy estaban completas así que hemos ido improvisando otras visitas que tenía anotadas.
En la carretera que lleva hacia Arnedillo hemos hecho una parada en la carretera un poco antes de llegar a Herce para ver un arbol singular: los Piñoneros de Herce. En el mismo sitio donde hemos dejado la furgoneta hay un par de lugares que nos hemos acercado a husmear: la ermita y el eremitorio de Cienta, cada una de ellas a cada lado de la carretera.
Ermita de Cienta |
Una de las cuevas cercanas al eremitorio de Cienta |
Eremitorio de Cienta |
Estos lugares no tenían apenas interés así que hemos seguido carretera hasta Herce, allí queríamos visitar el castillo, situado en un alto cercano al pueblo. Se puede subir hasta él con el coche porque hay una pista hormigonada, pero la he visto muy empinada y no no me he atrevido a subirla, he preferido dejar la furgo donde empieza el tramo hormigonado y hacer el resto del camino a pie. Es un sencillo paseo de un kilómetro aproximadamente aunque en subida constante.
Junto a las ruinas del castillo está la Ermita de el Salvador la cual nosotros encontramos cerrada. De lo que sí se puede disfrutar es de unas vistas muy buenas del valle del Cidacos con las cimas de Peñalmonte y Peña Isasa justo enfrente.
Llegando al castillo de Herce |
Ermita de el Salvador desde el castillo |
Vistas de Herce desde el castillo |
Luego paramos en Santa Eulalia Somera para ver la Cueva del Ajedezado pero debido al Covid estaba cerrada; está claro que hoy no era un día para visitar cuevas.
Seguimos la carretera con intención de ir a Munilla a hacer una pequeña ruta de senderismo pero antes, al pasar por Arnedillo, decidimos parar a comer porque ya veíamos que sino nos iba a pillar la hora de comer en medio de la ruta. Tuvimos suerte de que encontramos un restaurante junto a la carretera que nos dio de comer a las 12 y poco de la mañana. Horario totalmente guiri.
Una vez en Munilla hicimos la ruta que traía preparada, se trata de una sencilla vuelta al pueblo para ver los Enebros de la Redonda, otro árboles catalogados como árbol singular por el Gobierno de La Rioja. La ruta nos llevó un par de horas y para trazarla usé el GR 93 y el sendero de la Ruta de los Cordales balizada dentro del proyecto Rutas de la Biosfera. Además, al volver a Munilla subimos por un bonito camino acondicionado para a ver la nevera situada en lo alto del pueblo; nos la encontramos cerrada pero merece la pena subir hasta aquí.
Explotación ganadera cerca de Munilla |
Entrada a la nevera de Munilla |
Munilla |
Antes de volver a Logroño nos acercamos hasta Zarzosa para ver otro arbol singular situado cerca de la Ermita de Nuestra Señora de Canalejas. La carretera acaba en Zarzosa así que para ir a ermita tenemos dos opciones: o ir andando desde Zarzosa por un bonito camino o rodear con el coche por la pista que sube a Larriba y que nos deja junto a la ermita, esta segunda opción que es por la que optamos nosotros está señalizada un poco antes de llegar a Zarzosa.
La ermita también nos la encontramos cerrada pero la verdad es que es un sitio con mucho encanto. El arbol singular que queríamos ver, el fresno de la Virgen de Canalejas está muy cerquita, se llega en apenas cinco minutos andando desde la ermita.
Ermita de Nuestra Señora de Canalejas |