El plan ha sido el mismo del año pasado: marchar yo solo con la furgoneta y hacer las pernoctaciones variando entre lugares libres y también en campings.
Sábado, día 21
Antes de entrar en Andorra quería visitar unas cuantas zonas concretas del Pirineo de Lérida así que inicialmente me dirigí hacia el vall de Fosca, situado en la comarca del Pallars Jussá, al sur del Parque Nacional de Aiguestortes. En vez del ir por el camino directo cogí otras carreteras con la intención de hacer la primera parada en el Pont de Suert donde quería ver su curiosa iglesia nueva. Además de esto también me di una vuelta por este pueblo que es la capital de la comarca de la Alta Ribagorza. También me sorprendió la zona aporticada de la calle mayor.
Iglesia Nueva de Pont de Suert
En las afueras del Pont de Suert está la abadía de Lavaix pero esta fue abnegada por las aguas del embalse de Escales y solo es posible verla cuando el nivel del pantano está muy bajo así que con todo lo que ha llovido este año yo apenas pude ver nada. Se supone que el mejor sitio para verla es justo al pasar el túnel que hay al sur de Pont de Suert.
Lo poco que se ve de la abadía de Lavaix
De aquí ya sí que me fui directo a la vall de Fosca, allí paré a comer junto a la central hidroeléctrica de Cabdella. Mientras comía iba viendo entrar en el valle las amenazantes nubes de evolución que indicaban que la tormenta iba a ser inminente. Me di prisa y me dio tiempo muy justo a ver el bonito pueblo de alta montaña de Cabdella antes de que finalmente la tormenta descargara.
Cabdella
Paraje junto a la central hidroeléctrica de Cabdella
La tormenta no me echó atrás así que seguí con el plan trazado: subir a la cabecera del vall de Fosca, donde está el embalse de Sallente, y que era el lugar donde se debía de iniciar mi ruta de hoy. Esperé a que parara la tormenta y cuando volvió a salir el sol me puse en marcha, mi idea inicial era subir en el teleférico hasta el Estany Gento y bajar a pata pero como tenía que esperar casi una hora decidí hacerlo al revés no sea que le diera por volver a llover y así fue; cuando llegué al estany Gento volvió a caer otra buena tormenta pero afortunadamente a mi ya solo me faltaba coger el teleférico en bajada el cual me dejaría junto a la furgoneta. -Ver ruta en Senderioja-
Embalse de Sallente
Inmensos prados subiendo hacia el Estany Gento
Desde allí me fui hasta la Pobla de Segur donde solo paré a ver unos edificios de estilo modernista que vi al final del pueblo y que me llamaron la atención: estos resultaron pertenecer al complejo de la casa Maurí formada por el molino de aceite, la finca principal y la cochera.
Casa Mauri en Pobla de Segur (I)
Casa Mauri en Pobla de Segur (II)
La última parada del largo día la hice en Gerri de la Sal, población que ya pertenece a la comarca del Pallars Sobirá. Como ya era tarde aparqué la furgoneta en el parking público que hay junto al río Noguera Pallaresa y ya decidí quedarme allí a pasar la noche.
Antes de ello me di una vuelta para conocer el pueblo. Visité la iglesia de Santa María de la Gerri, la cual está un poco alejada del núcleo urbano, al otro lado del bonito puente medieval de piedra. Las salinas estaban cerradas pero pude verlas desde fuera ya que se extienden paralelas a la carretera principal que atraviesa el pueblo.
Iglesia de Sta M de la Gerri
Salinas de Gerri
Después de cenar tranquilamente a orillas del Noguera Pallaresa me metí a dormir en el parking pero enseguida me desperté con muy mal cuerpo, tenía el estómago revuelto y tuve que salir a vomitar y a hacer aguas mayores. Pasé una noche malísima ya que apenas conseguí pegar ojo; me pasé toda la noche saliendo de la furgoneta a "desevacuar".
Domingo, día 22
Aquel fue un día horrible. Me levanté con un cuerpo malísimo y veía que el dolor de estómago no me remitía así que aunque se me pasó por la cabeza regresar a casa seguí el viaje tal como lo tenía trazado.
Avancé hacia el valle de Cardós dentro del Parque Natural del Alt Pirineu y de trayecto paré en Rialp a beberme una manzanilla y un Aquarius de limón por aquello de recuperar sales minerales.
Volví a vomitar varias veces más así que finalmente deseché la idea de hacer la ruta que tenía prevista hacia el pico Campirme. Para lo único que me dio el cuerpo fue para ver los pueblos de Tavascan y Ribera de Cardós, en este último básicamente solo paré a ver la Iglesia de Santa María.
Tavascan
Iglesia de Sta Mª de Ribera de Cardos
También aproveché el resto del día para ir acercándome a Andorra con la esperanza de que al día siguiente mi estómago mejorara. Tuve suerte de que encontré un supermercado abierto y compré arroz, algo que se supone que le iría bien a mi maltrecho estómago. Esa noche paré a dormir en un sitio no muy agradable, un pequeño apeadero de la carretera principal que entra en Andorra por el sur.
Lunes, día 23
Aunque me metí a dormir preocupado porque la tripa me seguía molestando esa noche dormí muy bien y el lunes me sentía muy revitalizado.
Mucho más animado entré en Andorra y me dirigí directo hasta la zona de Canillo donde hice una ruta desde la Coma de Ransol al Pic de la Serrera.
Paisajes subiendo hacia el Pic de la Serrera
En la cima del Pic de la Serrera
Satisfecho tras el bonito recorrido entré a hacer alguna compra en una tienda de ropa de montaña y ya me recogí a descansar plácidamente en un camping muy agradable de Canillo.
Martes, día 24
Hoy tocaba ir hacia la zona de Pas de la Casa en el extremo nororiental de Andorra y la cual pertenece a la parroquia de Encamp. Allí hice una ruta a los picos de Envalira pasando por el lago de Aballetes.
Lago de Aballetes
Cima del pico Envalira
Después del recorrido pasé la tarde de compras por Pas de la Casa, me resultaba increíble la gran cantidad de franceses que habían pasado la frontera para venir aquí a comprar. Sobretodo me sorprendía que hubiera semejante maremagnum consumista en un lugar tan montañoso como Pas de la Casa, un pueblo que está situado a más de 2000 metros de altura en medio de una inmensidad de montañas verdes.
Pas de la Casa (I)
Pas de la Casa (II)
Desde la hora de comer estuvo lloviendo casi sin parar pero tuve suerte de que me pilló a cubierto en las tiendas y comercios de Pas de la Casa. A última hora de la tarde paró de llover pero yo andaba bastante perezoso así que pasé lo que quedaba del día viendo series y leyendo.
Para pernoctar elegí un parking situado en el Tarter justo donde empezaba mi ruta del día siguiente.
Miércoles, día 25
El miércoles hice una ruta a lo largo del vall de Incles, uno de los que mejor fama tiene de Andorra, y luego lo continué para subir hasta los refugios y lagos de Juclar y Sicaro. -Ver ruta en Senderioja-
Vall de Incles
Lago de Juclar
Siscaro
Por la tarde me subí a conocer la zona de Engolasters. Subí por la carretera de montaña que empieza en Escaldes-Engordany e hice la primera parada para ver la iglesia prerrománica de San Miguel de Engolasters. Merece la pena pararse a verla aunque aviso de que el sitio está muy mal para aparcar.
Iglesia prerromanica de San Miguel de Engolasters
Luego seguí la carretera que sigue subiendo y que acaba en las inmediaciones del Lago de Engolasters, un bonito lago rodeado de pinos los cuales le dan al agua un color verdoso muy bonito. Me pareció un lugar perfecto para subir a relajarse. Yo le di una vuelta al lago, lo cual se puede hacer en poco media hora relajada, y regresé al vehículo para bajar a dormir al camping internacional de Encamp.
Lago de Engolasters
Después de asearme salí a dar una vuelta por Encamp y también a hacer algo de compra para la cena en el camping. Esta tarde también llovió bastante.
Iglesia de Santa Eulalia de Encamp
Parc del Prat Gran en Encamp
Jueves, día 26
La idea de hoy era hacer la ruta completa al vall de Maldriu, es decir llegar hasta el refugio de Illa y regresar, así de hecho empecé a andar pero según iba andando iba replanteándome el día ya que los 22Km con 1300 metros de desnivel creo que se me podían hacer demasiado pesados por un camino que puede resultar monótono, así que un poco antes de llegar a la altura de Ramio me desvíe para subir hacia los valles de Pierafita y Claror. -Ver ruta en Senderioja-
Camino empedrado en el Vall de Maldriu
Vall de Ransol
Esta ruta que finalmente hice es la que tenía prevista para el día siguiente así que como ya me había quedado sin recorridos y los días de soledad ya me empezaban a pesar decidí regresar esa misma tarde a Logroño.