Durante mi largos periplos por montañas de diferentes lugares he tenido la ocasión de visitar numerosos refugios libres de montaña pero en ningún sitio con la calidad de los que hay en Andorra. Al ser refugios libres de los que no se obtiene beneficio estos suelen estar en muy malas condiciones: sucios, rotos y con muchas deficiencias; pero para nada son así los que vi en Andorra.
En mi reciente viaje a Andorra me encontré unos cuantos refugios libres y sobretodo destacaría los que vi el último día cuando hice una ruta por los valles de Maldriud, Perafita y Claror. Especialmente me gustó el que me encontré en este último valle.
Se trata de un refugio que se inauguró en el año 1981 y que está construido completamente en piedra y madera. Se encuentra a una altura de 2.280 metros en un lugar idílico en pleno valle de Ransol, un valle protegido como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.Tiene estructuras para dormir hasta 6 personas de forma holgada y además un techo de madera donde podrían dormir calculo unas 10 personas más.
Además dispone de todo tipo de facilidades: hay utensilios de limpieza, alimentos básicos, fregadero, mesas, asadores, chimenea, mapa, botiquín e incluso me encontré un libro para el que le apetezca leer: el médico de Noah Gordon
La verdad es que da gusto encontrarse lugares así, imagino que el Gobierno de Andorra se preocupa bastante por el mantenimiento de este tipo de refugios, los cuales son realmente útiles en caso de querer hacer largas travesías o simplemente para refugiarse en caso de mal tiempo.
Espero poder volver algún día a este idílico lugar y pasar una noche en él.