domingo, 19 de enero de 2025

Escapada express a Treviño, Miranda de Ebro y Haro

Este fin de semana hemos hecho una escapadita express sin muchos preparativos ni pretensiones, ya que se nos ocurrió hacerla a última hora. Hemos hecho un poco de montaña además de visitas en el condado de Treviño, Miranda de Ebro y Haro. Tengo que reconocer que los lugares que hemos visto no nos han gustado demasiado, y además hemos pasado mucho frío, pero bueno, hemos desconectado un poco de Logroño.

Sábado, día 18
Nos desplazamos hasta el condado de Treviño donde hicimos una sencilla ruta hasta el pico Cerro, una modesta cima de 901 metros pero que es centenaria en el territorio alavés y que por su situación central es un excelente mirador del resto del condado de Treviño. La ruta solo consistió en seguir una larga y monótona pista de tierra que va directa desde el pueblo de Treviño hasta la cima. Lo más relevante de la ruta fue el frío que hacía, menos mal que no madrugamos demsiado.

Al acabar la ruta buscamos un bar en el pueblo de Treviño para preparar un biberón para Paula, y ya aprovechamos para conocer un poco el pueblo.

Treviño (I)

Cima del Cerro

Treviño (II)

Después de comer nos movimos a Miranda de Ebro, donde decidimos dejar la furgo en un parking público específico para autocaravanas. A pesar del frío que hacía salimos a dar una vuelta por la tarde a conocer la parte moderna de Miranda, esta es la parte izquierda del Ebro, la parte antigua está en el otro lado del río. En cualquier caso no nos gustaron ninguna de las dos partes de Miranda, a pesar de ser el segundo nucleo de población más grande de la provincia de Burgos nos pareció una ciudad muy poco cuidada y muy decadente, creo que es otro ejemplo de ciudad que ya dejó atrás sus mejores años, últimamente me ha tocado ver unas cuantas ciudades de este estilo.

Lo mejor de la tarde fue el chocolate con churros calentito que nos echamos en una chocolatería del centro. 

Uno de los pocos edificios bonito que vimos en Miranda

Domingo, día 19
Encima del frió que ya hacía, para más inri el día amaneció en Miranda con una espesa niebla que hacía que aún bajaran más las temperaturas, creo que llegamos a estar sobre unos 5ªC bajo cero.

Menos mal que cuando salimos a andar por la parte vieja de Miranda justo la niebla ya estaba empezando a despejarse.

Cruzamos el puente de Carlos III para ver en el otro lado del Ebro la mayor parte de monumentos históricos de Miranda, aunque pasamos bastante rápido por todos ellos ya que nos pareció que carecían de interés. Lo último que hicimos fue subir al castillo en el ascensor que pasa por medio de las terrazas del jardín botánico, quizás esto es lo ma´s curioso que visitamos, aunque luego el castillo en sí es una decepción total. Por alargar un poco la visita desde lo alto del castillo fuimos hasta el monte de la Picota, donde hay un parque y un mirador sobre una parte de Miranda.

Cruzando el puente de Carlos III

Mirador de la Picota

En el regreso a Logroño paramos en Haro a comer de pinchos en la zona de la Herradura. Aparcamos la furgo en la zona del barrio de la estación, así dimos desde allí un paseo con el carrito aprovechando que finalmente el día se había quedado soleado.

Después de los pinchos dimos una vuelta por el centro de Haro, pero al igual que nos pasó en Miranda , también lo vimos extremadamente descuidado.

Mural dedicado a la batalla del vino

De pinchos por la Herradura