viernes, 3 de enero de 2025

Las Merindades (IV)

La comarca burgalesa de las Merindades es inacabable en cuanto a atractivos turísticos. Esta es la cuarta vez que voy por allí, y aún me quedan bastantes lugares anotados para visitar.

Esta vez he ido en solitario, aprovechando los días libres de Navidad; tenía ganas de empezar el 2025 haciendo algo de monte, pero no de darme demasiada paliza, así que me he decantado por venir a la zona de las Merindades de Valdeporres y de Sotoscueva, donde tenía unas cuantas rutas de senderismo fáciles y rápidas pendientes de hacer.

Jueves, día 2
Llegué directo desde Logroño hasta el tranquilo pueblito de Quintanilla Valdebodres, desde aquí hice la ruta más larga de las que traía preparadas: se trató de la ruta Canales de Dulla, la cual está señalizada como sendero oficial PR BU 33 (marcas amarillas y blancas). Hice el sendero íntegramente tal cual está marcado, excepto un pequeño atajo que cogí para evitar desviarme hasta el pueblo de Villamartín de Sotoscueva. Se trata de una ruta  moderadamente larga, pero sencilla de hacer, me salieron algo más de 14Km y 400 metros de desnivel acumulado. La ruta remonta inicialmente el barranco de la Mata, tramo en el que se coincide con el sendero GR 1; luego se sale al collado de la Peñota donde yo ya cogí el atajo para un poco más adelante volver a retomar el sendero PR BU 33. A partir de aquí se avanza por una zona de páramos donde se faldea el pico y la Muela de Dulla. Siguiendo este sendero se acaba llegando al collado de la Puerta, para mi gusto el tramo más bonito de la ruta. Desde aquí ya solo queda tomar una aburrida pista entre encinas que nos devuelve al pueblo. La verdad es que me esperaba algo más de este recorrido, pero bueno, tampoco estuvo mal del todo.

Camino que faldea el pico y la Muela de Dulla

Collado de la Puerta

Muy cerquita de donde estuve, a menos de 1 Km está la cascada de la Mea, la cual mediante un sencillo paseo de 400 metros se alcanza muy fácilmente. A pesar de su escaso recorrido la ruta está señalizada como PR BU 36. Esta cascada es muy curiosa ya que es un salto de agua el cual se puede rodear por la parte de atrás. Eso sí, solo cae agua en época de lluvias; yo tuve suerte de verla con una buena cantidad de agua.

Camino hacia la cascada de la Mea

Cascada de la Mea

Después de comer aún me dio tiempo a dar una vuelta por Puentedey, un pueblo famoso por su curioso emplazamiento: sobre un arco de roca situado justo encima de un enorme túnel natural por donde fluye el río Nela. Aquí ya estuve hace unos cuanto años, pero aquella vez solo vimos el túnel, esta vez he aprovechado para verlo con más calma, subir a la parte alta del pueblo, llegando incluso hasta el mirador de San Andrés.

Arco natural de Puentedey

Vistas desde el mirador de San Andrés

Para dormir, decidí pernoctar en el area de AC de Santelices. Una antigua estación de tren por donde pasaba el antiguo ferrocarril Santander - Mediterráneo que actualmente se usa como parking  y servicios para autocaravanas y camper.

Area de AC de Santelices

Viernes, día 3
Tal como daban las previsiones, amaneció muy nublado, y enseguida empezó a llover y ya prácticamente no paró en todo el día. Yo aún así seguí con mi plan trazado, a primera hora me trasladé al pueblo de Quisicedo, lugar desde donde se inicia la ruta a la cascada de la Salceda, una ruta que se ha hecho muy famosa últimamente y que yo hasta hace poco ni conocía. Es una ruta de 8,57 Km y 392 metros de desnivel, pero que a mi con tanta agua se me complicó un poco, sobre todo por la cantidad de barro que me encontré. Además, yo aún la compliqué un poco más, ya que a partir del punto de donde se bifurca el camino yo la hice en sentido inverso a como se recomienda hacer. El punto positivo es que con tanta lluvia pillé la cascada en su máximo esplendor de agua.

Camino muy embarrado hacia la cascada

Cascada de la Salceda

Hayedo en el regreso de la cascada

Tras llegar a la furgo y secarme como pude seguí ruta, volví hasta la zona de Santelices para tomar una vieja carretera que me llevaría hasta el túnel de la Engaña, había leído en Internet que la carretera estaba en muy mal estado, pero realmente quitando el último kilómetro, que tiene algo de baches, está muy bien. Hace unos cinco años ya estuve en este túnel, pero aquella vez estuve en la boca norte, la que da hacia Santander, en este artículo profundizo más sobre este curioso lugar.

El lado sur del túnel impresiona menos, ya que no es tan salvaje como la parte norte. En este lado quedan antiguos edificios en estado bastante ruinoso, apenas queda nada de ellos, uno de los que mejor está es la antigua estación, pero actualmente está cerrada a cal y canto, uno de los más curiosos es una antigua capilla que se construyó para que los trabajadores del túnel pudieran ir a misa. En cuanto al propio túnel en sí, así como en del lado onorte era posible adentrarse en él, en este lado está cerrado a cal y canto mediante un robusto muro de ladrillos.

Estación de tren de la Engaña Sur

Boca del túnel sur de la Engaña 

De camino a casa hice una parada en Villabascones de Bezana para hacer uan corta ruta de senderismo que me llevaría a la cascada de las Pisas, solo son 3,76 Km y 110 metros de desnivel. El camino se hace a través de un húmedo hayedo que acaba bajando hasta la zona del río donde está el salto de agua.

Cascada de las Pisas

Pequeño puente para cruzar el arroyo justo antes de la cascada de las Pisas

Como curiosidad comentar que aquí ya estuve hace unos diez años, aunque partí desde otro lugar diferente, lo curioso es que esto no lo supe hasta que volví a casa y me encontré con la información de aquella excursión, es lo que tiene visitar tantos lugares, que algunos ya acabas confundiéndolos o incluso hasta olvidándolos.