domingo, 21 de enero de 2024

Costa blanca y costa cálida

Bajar al calorcito de Alicante y Murcia en estos fríos días de enero nos parecía muy buena opción para los cinco días que teníamos por delante para hacer una escapada.

De esta zona que nos pilla tan lejos solo conozco de Alicante lo justo de cuando bajaba de chaval con mis padres a veranear a Benidorm, y también de una escapada que hice con los amigos a San Juan.

Nos hemos centrado en recorrer con la furgo la costa blanca de Alicante y la costa cálida de Murcia. Vengo satisfecho de la parte de Alicante ya que ha sido exactamente lo que me esperaba, pero menos con la parte de Murcia, de la cual me esperaba algo más.

Del viaje me ha sorprendido la gran cantidad de extranjeros que pululan por esta zona a pesar de ser invierno, muchos de ellos moviéndose como nosotros en furgoneta camper.

Martes, día 16
Salimos de Logroño el día de antes y después del palizón de conducir unas seis horitas llegamos ya de noche a dormir en un punto recomendado por la app de Park4Night en la localidad de Benissa, muy cerquita de Calpe.

Miércoles, día 17
Nos movemos a Calpe, una localidad que me recordó mucho a Benidorm, pero no tan masificada; creo que si tuviera que volver a esta zona de vacaciones veraniegas Calpe podría ser un muy buen destino.

Aparcamos en una de las orillas de las salinas, un curioso lugar ya que es un lago interior lleno de aves acuáticas en medio del caótico casco urbano de Calpe. Tuvimos suerte además de ver un montón de flamencos.

Salinas de Calpe

Desde aquí nos movimos a la cercana línea de costa desde donde ya nos topamos con la magnífica e imponente figura del peñón de Ifach. Mucha gente suele subirlo pero nosotros no estábamos por la labor, así que nos conformamos con recorrerlo por abajo a través el paseo marítimo "Racó de Calp", el cual lo rodea hasta un mirador desde donde ya no se puede ir más allá. 

Peñón de Ifach

Luego nos desplazamos con la furgo hasta la otra punta de Calpe donde queríamos ver el entorno de la Cala Manzanera, aquí hay un par de edicios construidos por el popular arquitecto Ricardo Boffil que destacan bastante por su originalidad: el de color rojo es la muralla roja y el de color verde es el edificio Xanadú. 

Edificio "la muralla roja"

Edificio Xanadú

Pero sobretodo quería venir aquí para bajar a unos edificos en ruinas junto al mar desde donde hay una vista muy popular en Instagram donde se ve el peñón de Ifach a traves de los ventanales redondos.

Vistas desde la Cala Manzanera (I)

Vistas desde la Cala Manzanera (II)

La siguiente parada la hicimos en Altea para ver la iglesia de San Miguel Arcangel, la primera  iglesia ortodoxa rusa construida en España, un curioso lugar.

Iglesia ortodoxa rusa de San Miguel Arcangel

Desde aquí nos fuimos hacia el interior de Alicante para visitar el popular Guadalest, el cual está dentro de la lista de pueblos más bonitos de España. En este pueblo destacan sus bonitas vistas sobre las montañas que le rodean y el pantano de Guadalest. Una cosa que me sorprendió es la gran cantiad de museos que tiene, aunque nosotros no entramos a ninguno de ellos. Lo que sí hicimos fue entrar en la Casa Orduña, ya que desde aquí se accede al castillo que hay en la parte más superior del pueblo.

Guadalest (I)

Guadalest (II)

Cuando ya anocheció nos bajamos hasta Benidorm, allí fuimos directos a la zona de Finestrat que es donde está situado el Gran Hotel Bali, que con 186 metros es el más alto de Europa. Otro edificio famoso de la zona es el edificio "In Tempo" que con 202 metros es el edficio residencial más alto de España. En el hotel queríamos haber subido al mirador del piso 43 pero justo a las 19h cerraban y eran menos cinco, así que nos quedamos con las ganas; tras cotillear un poco por el interior del abarrotado hotel nos movimos a la otra punta de la ciudad, a la zona de la playa de levante que es la zona donde suele haber más movimiento nocturno, sobretodo de "guiris". Al ser enero no encontramos demasiado así que enseguida nos fuimos a cenar a un restuarante de la zona y ya ni siquiera nos quedamos a pernoctar aquí. 

Gran Hotel Bali

Decidimos irnos a dormir hasta Relleu, un pueblo en el interior y mucho más tranquilo. Allí encontramos un parking en las afueras justo a los pies del castillo de Relleu y con vistas sobre el pueblo que nos resultó perfecto, uno de los mejores en los que he estado últimamente.

Vistas a Relleu desde la furgo

Jueves, día 18
Aunque el castillo no tenía pinta de tener demasiada estructura en pie, el caso es que estando tan cerca decidí subir a primera hora de la mañana andando, me gustó mucho la sensación de tener el pueblo de Relleu a mis pies mientras amanecía, muy buenas sensaciones; luego bajé por el otro lado opuesto para pasar por la ermita de Sant Albert. En total fue un sencillo paseo de apenas 20 minutos.

Castillo de Relleu visto desde el parking

Ermita de Sant Albert

El caso es que vinimos hasta Relleu por sus famosas pasarelas, una especie de "mini caminito del rey", pero cuando fui a reservar entrada en la web me di cuenta que justo el día 18 las pasarelas estaban cerradas por mantenimiento hasta las 13h. Por no esperar allí tanto rato decimos seguir el viaje por la costa.

Siguiente parada en Villajoyosa, uno de los pueblos más turísticos de la costa blanca. Hoy era día de mercadillo y estaba imposible aparcar, después de dar unas cuantas vueltas nos fuimos a un parking en de tierra en las afueras bastante poco recomendable, parecía sacado del cine quinqui de los primeros ochentas, no me gustó nada dejar la furgo allí.

A las 12 h teníamos visita guiada al museo-fábrica de chocolate Valor, una visita de unos 45 minutos que se hace muy amena, en la que se aprende sobre el cacao y en la que además puedes degustar unos cuantos tipos de chocolate gratis.

Museo-fábrica de chocolate Valor

La fábrica está en el exterior del pueblo, alejada del centro de Villajoyosa así que nos tocó andar un poquito hasta allí. Primero fuimos a ver las que llaman la casas colgantes desde un puente y luego bajamos hacia el mar para ver las curiosas casitas de colores del barrio de pescadores. Me pareció un lugar muy agradable para recorrer, con muchos recovecos y callejuelas.

Casas colgantes

Casas de colores (I)

Casas de colores (II)

Casas de colores (III)

Tras hacer compra en un supermercado del pueblo nos movimos para comer hasta la cercana playa del Paraiso, un lugar tomado literalmente por las furgonetas camper.

Playa del paraíso

Desde aquí teníamos un par de horas para llegar hasta el cabo de palos, ya en Murcia, donde queríamos pernoctar esta noche.

De camino hicimos una parada relámpago en Torrevieja para fotografiar al atardecer las aguas de la laguna rosa, la cual tiene este llamativo color debido a la proliferación de ciertas bacterias y microalgas. El problema es que ahora en invierno este efecto no debe ser tan fuerte y ya por más que miraba las aguas no me pareció que tuviera apenas color, quizás un leve tono rosaceo. Torrevieja tenía muy mala pinta así que enseguida nos marchamos de aquí, ni siquiera entramos al pueblo, la zona además estaba abarrotada de tráfico.

Laguna rosa de Torrevieja

También paramos en la localidad de Los Alcazares, en frente del mar Menor, ya que necesitábamos cargar agua y esta era la única area de AC libre que vimos en el Park4Night. Eso sí, estaba cotizadísima, menuda odisea para hacer los servicios...

Curioso grafiti en el area de AC de los Alcázares

Por fin llegamos al famoso parking del Cabo de Palos donde pernoctaríamos junto a un par de docenas de ACs y campers más, eso sí todas ellas con matrícula de Alemania, Francia, Holanda, etc... ni una española.

Dormimos a los pies del faro del cabo de PAlos

Viernes, día 19
A la mañana siguiente me di un corto paseo de 15 minutos hasta lo alto del faro del cabo de Palos. A pesar de estar el día nublado desde aquí se podía apreciar la infinita línea de edificios en la manga del mar menor. A pesar de la fama de este lugar, por aquí no parecía que hubiera mucho más que hacer así que enseguida nos fuimos.

Luego paramos en el pueblo de Portman, famoso porque aquí se produjo uno de los mayores desastres ecológicos en España , y los que es peor, de forma deliberada. Se trató del vertido de residuos  altamente contaminantes directamente al mar mediterraneo, todos ellos derivados de la potente industria minera de la zona. El mineral que se extraía en toda la zona de la Unión se traía a Portman para ser limpiado en el enorme lavadero y toda la escoria produida iba sin más filtros al mar Mediterraneo.

Yo me acerqué hasta aquí para husmear a ver que quedaba de todo aquello y realmente no es mucho. Lo que hice fue colarme en la zona del lavadero al cual se accede a través de una larga y oxidada escalera, la cual acaba en la parte más alta donde se traía el material minero transportado en trenes; por esta parte superior me di un paseo hasta llegar a la zona donde estaba la estación de tren y donde ahora aún permanecen totalmente olvidados aquellos viejos vagones, los cuales ya se jubilaron a principios de los  años 90, cuando la actividad minera de la zona se paró.

Instalaciones industriales en Portman (I)

Instalaciones industriales en Portman (II)

Instalaciones industriales en Portman (III)

Instalaciones industriales en Portman (IV)

Hoy nos tocaba visitar Cartagena, la segunda ciudad más grande de Murcia y unos de los puertos más importantes del Mediterraneo en España; no en vano junto con Ferrol y Cádiz es una de las 3 bahías en las que la marina del ejército de España tiene arsenales. Por su fama de ciudad insdustrial y por su rica historia de ciudad fundada por los Cartagineses y luego muy popular en la época romana yo tenía muchas ganas de visitarla pero me fui bastante decepcionado; me pareció una ciudad grande pero con poco encanto.

Aparcamos en la zona de Santa Lucía, en el barrio pesquero; desde aquí llegar al centro es bastante rápido. Lo primero que visitamos fue un bunker de la Guerra Civil y el Castillo de la Concepción, desde este último solo destacaría las vistas elevadas de la ciudad, sobretodo hacia la bahía de Cartagena. Luego bajamos por el otro lado para ir a visitar el museo y el teatro romano, sin duda el lugar más turístico de Cartagena. Después de comer en un Tagliatella nos dimos una paseo por la calle Mayor, la cual se supone que tiene los edificios más destacados de la ciudad, muchos de ellos ponía que modernistas, pero yo apenas vi nada interesante, total que llegamos hasta el Palacio Pedreño y nos dimos la vuelta. Regresamos hasta el Ayuntamiento, otro edificio destacado, y de aquí al museo naval el cual solo vimos por fuera para ver a través del cristal el famoso submarino de Isaac Peral, el primer submarino eléctrico y creado en España. Desde aquí seguimos el paseo marítimo sin entreternos en nada de vuelta hasta la furgo.

Bunker de la Guerra Civil

Ascensor que sube al Castillo de la Concepción

Teatro Romano

Palacio Pedreño

Foto típica del Ayuntamiento

Ya fuera de Cartagena me hubiera gustado haber visitado la batería de castillitos, pero la carretera para acceder debe ser muy regulera así que decidí estar más relajados y nos fuimos a la zona de playas que hay entre la Azohía e Isla Plana, una zona que no conocía y que encontramos gracias a Park4Night y que por lo visto está cotizadísima por el mundo camper.

Aparcamos en un pequeño parking junto al paseo costero de la Azohía, un lugar paradisiaco con muchos similitudes a la zona del caribe, incluso con el mismo tipo de palmeras junto al paseo marítimo.

Esa misma tarde yo me di un paseo hacia la zona del pueblo pero había tanto viento que enseguida me volví al refugio de la fugoneta.

Lugar de pernocta perfecto (I)

Lugar de pernocta perfecto (II)

Sábado, día 20
A la mañana siguiente ya no corría tanto viento y ya pudimos hacer el camino completo entre nuestro parking e Isla Plana, en total unos 2,5Km ida y otros tanto de vuelta; eso sí, un paseo totalmente llano y muy bien adaptado. En Isla Plana llegamos hasta la ermita de Nuestra Señora del Carmen.

De camino hacia Isla Plana

Luego paramos en Puerto de Mazarrón, el típico pueblo costero de veraneo. Aquí solo dimos una vuelta rápida por las playas para ver unas reliquias de las salinas y el mirador del cabezo de Gavilán. 

Vistas de Puerto de Mazarrón desde el Cabezo dle Gavilán

Luego fuimos a comer a la playa de Bolnuevo y ya aprovechamso para echar un vistazo a unas curiosas formaciones geológicas llamadas "gredas de Bolnuevo" creadas  por la erosión. 

Gredas de Bolnuevo

Donde sí estuvimos más rato fue en Mazarrón, aquí paramos para ver sus famosas minas. Esta parte me pareció tan interesante que le dedicado una artículo completo.

Tras estar casi dos horas visitando las minas decidimos ir acercándonos hacia casa, sobretodo con idea de no pegarnos tanta paliza al día siguiente. Mazarrón fue el lugar más al sur en el que estuvimos en el viaje.

Llegamos a dormir a Aspe, un pueblo del interior de Alicante con poco encanto, ni el pueblo ni el parking junto al cementerio donde dormimos.

Domingo, día 21
De camino a casa teníamos previstas un par de paradas en la provincia de Alicante. 

La primera la hicimos en el Santuario de Novelda, un templo modernista en lo alto de una colina y que parece una Sagra Familia en miniatura. Encontramos mucha gente visitando el lugar.

Santuario de Novelda

La segunda fue en la Colonia de Santa Eulalia. Una antigua colinia industrial al estilo de las numerosas colinias relacioandas con la industria textil en Cataluña. 

En la Colonia de Santa Eulalia además de unas cuantas viviendas de trabajadores en el pueblo destacan la pequeña iglesia, dos fábricas, una de harina y otra de alcohol, el teatro Cervantes, y el Palacio de los Condes, este último fue sin duda el edificio más destacado del pueblo, aunque hoy nosotros nos lo encontramos desvalijado y rodeado por un cordón de policía. Aún así me las apañé para rodearlo, entrar por la parte de atrás y poder investigar su laberíntico interior, lo que no me atreví fue a subir al piso superior, las escaleras no pintaban bien.

Iglesia de la Colina de Santa Eulalia

Fábrica de harinas

Exterior del Palacio de los Condes

Interior del Palacio de los Condes (I)

Interior del Palacio de los Condes (II)

Interior del Palacio de los Condes (III)

Interior del Palacio de los Condes (IV)

Edificio anexo al Palacio de los Condes

Desde aquí ya solo paramos para echar gasolina, cargar y vaciar aguas y comer de camino.