lunes, 11 de octubre de 2021

Llegada del otoño al Pirineo Occidental

Esta semana Isabel se ha ido de vacaciones con su madre a Andalucía, así que viendo que en el puente del Pilar daban muy buen tiempo, he preparado rápidamente una escapada al Pirineo con la furgoneta.

Ya que lo he preparado todo de forma express he decidido irme a un lugar conocido para mi: Zuriza y Linza, la parte más occidental del Pirineo Oscense, y el Valle del Roncal en Navarra.

A pesar de que en estas fechas el otoño todavía no suele hacerse notar demasiado en el colorido de los árboles, en algunos bosques de por donde he estado ya se notaba bastante el cambio de color de verde a amarillos y ocres.

También me ha soprendido ver la cantidad de gente que ha tenido la misma idea que yo, me he encontrado con cientos de furgoneteros y autocaravanistas por todos los sitios, sobre todo vascos y navarros.

Sábado, día 9
Tras preparar la ropa y comida que me quería llevar en la furgoneta, salí sin mucha prisa con destino a Linza, en el valle de Ansó, el más occiental de todos los valles pirenaicos de Huesca. Me sorprendió cuando entré a la zona de Zuriza, que a pesar de que he estado unas cuantas veces no lo recordaba tal como lo estaba viendo, quizás al verlo en otoño cuando normalmente lo solía ver en verano me despistó un poco. En cualquier caso, sí que es cierto que ya han pasado más de once años desde la última vez que estuve por aquí.

Vistas de Zuriza hacia el camping

Vista desde Zuriza hacia el Ezkaurre

Cuando llegué  a Linza ya era cerca de la hora de comer así que comí dentro de la furgo en el propio parking de Linza, yo me quedé en el primer parking según entras en el llano de Linza, más que nada porque el propio parking del refugio estaba lleno. Además, de cara a pernoctar, creo que en este primer parking se da menos el cantazo.

Después de la comida me di una caminata hasta los picos Txamantxoia y Paquiza de Linzola. Menos mal que salí según comí, porque cuando llegué de regreso ya prácticamente estaba anocheciendo del todo.

Pico Txamantxoia

Paquiza de Linzola

Regresando al Refugio de Linza

Domingo, día 10

A primera hora me trasladé desde Linza hasta el parking de Tacheras, otro de los sitios clásicos desde donde se inician rutas de senderismo en esta zona. Ambos lugares están cerquita entre sí, pero tuve que ir con bastante cuidado porque la carretera es bastante estrecha y al final para llegar a Tacheras hay que tomar una pista bastante bacheada, aunque accesible con vehículos camper grandes, incluso autocaravanas.

Cuando llegué al parking de Tacheras me encontré que había unas cuantas campers donde la gente había pernoctado. Yo ya había leído que al estar dentro de un Parque Natural este sitio no era adecuado para ello, y que solían multar, por eso yo me decidí por dormir en Linza, donde hay tantas furgonetas que suelen hacer la vista gorda.

El caso es que en cuanto llegué al parking llegó detrás mío un vehículo con forestales que empezaron a multar a todos aquellos que habían dormido allí y que ahora estaban desayunando tranquilamente en mesas fuera de la furgo. A mis vecinos de al lado que tenían toda la pinta de seguir durmiendo dentro de la furgo les tocaron la puerta, pero ahí no salió nadie, no sé como acabó aquello porque yo arranqué la ruta de senderismo que me tocaba hoy: ascender las cimas de los picos Petraficha y Quimboa Alto. Fue una ruta que me gustó bastante, sobretodo la parte que discurre por la zona más superior. Una pena que las zonas de prados alpinos estaba muy seca por estar en octubre, esta zona en primavera o verano tiene que ser espectacular.

Iniciamos el recorrido desde Tacheras

Vistas desde la zona de Petraficha

Inmensos prados en la zona de los Quimboas
 
Cuando acabé el recorrido comí en el parking de Tacheras y estuve parte de la tarde de relax, se estaba muy a gusto hasta que el sol se fue escondiendo detrás de los Alanos y ya empezó a hacer bastante frío. En ese momento decidí traslarme hasta Isaba, pasando otra vez a Navarra, donde tenía intención de pernoctar en el area de AC del pueblo, de reciente inauguración. El caso es que cuando llegué allí me llevé un buen chasco porque el area estaba hasta los topes y no había sitio para mi furgoneta; lo que hice fue moverme a un parking que hay junto a la carretera de entrada al pueblo. Tras darme una vuelta por Isaba y comprar algo de víveres en la tienda de comestibles del pueblo, regresé a la furgo a cenar y descansar.

Tacheras (I)

Tacheras (II)

Lunes, día 11

Decidí acercar la furgoneta desde donde había dormido hasta el area de AC de Isaba, algún vehículo ya se había marchado y ya tenía sitios disponibles.

Por la mañana hice una ruta desde el propio pueblo de Isaba hasta el pico Kañadaxiloa.

Pico Kañadaxiloa
 
Tras acabar el recorrido llegué bastante tarde a la furgo, pero tampoco tenía prisa así que comí tranquilamente dentro. El día anterior le había echado el ojo a un cartel en Isaba que informaba sobre un pequeño paseo hasta la Ermita de Idoia, la cual tenía muy buena pinta, así que hoy decidí dar dicho paseo. Estaba cansado de la paliza de por la mañana, pero solo era cuestión de dar un paseo relajado de un kilómetro y medio entre ida y vuelta. El camino es bien bonito: en parte está empedrado, hay bastante humedad y vegetación, y a los lados hay zonas donde está protegido mediante muretes de piedra. La ermita en sí es un lugar curioso, yo me encontré la verja abierta así que pude entrar a verla por dentro, tanto la propia ermita como el pequeño jardín que hay fuera. Una vez al año, el primer sábado de Julio, se reunen aquí todas las Idoyas del mundo, algunas incluso vienen desde fuera de Navarra o Euskadi.

Ermita de Idoia (I)

Ermita de Idoia (II)

Ermita de Idoia (III)
 
Tras el agradable paseo aproveché el area de AC de Isaba para descargar aguas grises y negras y cargar agua por 2€, y ya regresar a Logroño.