viernes, 7 de agosto de 2020

Entre Babia y Somiedo

He aprovechado la semana que tenía de vacaciones y que Isabel curraba para irme seis días a perderme por la naturaleza. En un principio tenía planificado solo ir al norte de León pero al final he pasado más tiempo en Asturias. En León he estado en el Parque Natural de Babia - Luna y en Asturias en el Parque Natural de Somiedo y en el de Ubiñas - La Mesa. En Asturias también he estado en la parte central, por la zona de las cuencas mineras de Mieres.

Domingo, día 2
Usando la autovía del Camino de Santiago me dirigí hacia la zona leonesa de Babia, es una zona eminentemente ganadera en la que se ha desforestado grandes áreas, por lo que en la actualidad hay grandes praderas que ahora con el verano entrado las pillé un poco secas, pero que en primavera tienen que estar espectaculares.

Aquí me enteré de que la "expresión de estar en Babia" viene del nombre de esta comarca, se decía esto cuando se preguntaba por el paradero de los reyes de León, los cuales pasaban aquí temporadas cazando.

La puerta de entrada a Babia está en el embalse de Luna, paré con la furgo en un par de lugares para echar fotos de este importante embalse rodeado de montañas.

Emblase de Luna

Una vez en Babia hice una parada en el Lago de Babia al que se llega por una carretera que te deja a unos metros del lago, me acerqué un poco a su orilla, eché unas fotos, y de vuelta al coche. Luego paré a hacer una comida rápida en Piedrafita de Babia y ya llegué a La Cueta, el pueblo más alto de la provincia de León. Aquí eché la tarde haciendo una ruta a las fuentes del Sil y al pico Peña Orniz. -Ver ruta en Senderioja-

Lago de Babia

Fuentes del Sil (I)
Fuentes del Sil (II)

El día ya no dio para más, regresé hacia la zona central de Babia y me fui a Riolago, donde sabía que había un buen furgoperfecto en el parking de entrada al pueblo. Estaba bastante masificado de ACs pero muy bueno, con agua y mesas de picnic. 
Furgoperfeco de Riolago

Lunes, día 3
Antes de irme de Riolago me di una vuelta por el pueblo, uno de los más famosos de Babia, aunque a mi no me pareció que tuviera demasiado interés. Su principal atractivo es el Palacio de Quiñones, el cual sirve de casa del Parque de Babia y Luna. Yo no pude entrar porque al ser pronto todavía estaba cerrado.

Palacio de Quiñones en Riolago

Luego me dirigí hacia el Puerto de la Ventana, uno de los que comunica Babia con Asturias. Antes de llegar paré en medio de la carretera para echar unas fotos lejanas de las Ubiñas, unos picos de más de 2.400 metros situados en esta zona. La inmensidad de las praderas y la quietud que se respiraba a estas horas de la mañana me recordaba a las grandes llanuras de EE.UU.
Un poco antes de llegar al puerto hay un mirador desde donde hay muy buenas vistas tanto de Babia como de las Ubiñas.

Ubiñas (I)

Ubiñas (II)

Ubiñas (III)
 
Después de alcanzar el puerto deshice el camino para bajar a Torrestío, otro de los pueblos más famosos de Babia. Estuve dando una vuelta viendo algunos horreos, subiendo a la torre de la Iglesia, y poco más.

Torrestío
 
De Torrestío sale una pista que conecta con Saliencia, en Asturias, a través del Alto de la Farrapona. El problema es que son 4 Km de pista sin asfaltar y en bastante mal estado. La otra opción es dar toda la vuelta a través del Puerto de Somiedo así que sin pensarlo mucho me lancé para arriba, hubo un par de puntos donde pensaba que dejaba los bajos de la furgoneta pero finalmente llegué sin percances.

Lado leonés del Alto de la Farrapona
 
Una vez en Asturias bajé por la carretera de Saliencia hasta Veigas, allí quería ver el Ecomuseo en el que es posible ver tres teitos por dentro. Los teitos son las típicas cabañas traidicionales de piedra pero con techo de escobas y que abundan mucho en Somiedo.
Tuve la suerte de llegar justo cuando la guía estaba iniciando una visita con una familia; además era lunes porque lo que la visita me resultó gratuita. La chica nos explicó muy bien como se construyen estas peculiares casas y como se vivía en ellas, muy ameno todo.

Ecomuseo del teito (I)

Ecomuseo del teito (II)
 
Comí en un area de picnic de Veigas y volví a subir para llegar a Saliencia donde para la tarde tenía una ruta de senderismo a la Braña de la Mesa. -Ver ruta en Senderioja- Una ruta espectacular de la que regresé muy satisfecho. Cuando volvía hacia el pueblo vi en las afueras una pequeña zona de cesped con bancos junto al río donde tenía pinta de estarse muy bien, así que allí me quedé un rato de relax y resfrescándome en las gélidas aguas los pies.

Ruta a la Braña de la Mesa (I)

Ruta a la Braña de la Mesa (II)

De relax en Saliencia
 
Para pernoctar decidí quedarme en el propio parking de Saliencia. A la hora de cenar me di una vuelta por el pueblo pero no vi ningún sitio adecuado para cenar así que volví a tirar de suministros propios. 

Pueblo de Saliencia
 

Martes, día 4
El martes me tocaba la ruta más famosa de esta zona: los lagos de Saliencia, ruta a la cual yo le añadí el lago del Valle; hice un 2x1.

Tal como me esperaba es una zona que me encantó, muchísima gente por todos los lados pero no impidió que disfrutara muchísimo de estos lagos de origen glaciar. Eso sí, si se viene aquí hay que madrugar porque el parking del alto de la Farrapona se llena enseguida. -Ver ruta en Senderioja-

Lago Cerveiriz

Lago del Valle

Acabé bastante tarde de andar pero tuve suerte de que me dieron de comer en un restaurante de Veigas. Después me dirigí hacia Pola de Somiedo, el auténtico centro neurálgico de la zona, el pueblo que tiene la mayor parte de servicios necesarios: restaurantes, tiendas, centro de visitantes y el único camping de la zona; el mismo que yo había reservado para esta noche. El pueblo en sí no tiene demasiado para ver, así que enseguida marché para el camping a darme una merecida ducha y descansar.

Puente viejo de Pola de Somiedo
 
Aunque en los camping no suele ser necesario, tuve la precaución de reservar noche hace una semana y menos mal, porque cuando llegué estaba llenísimo y me mantuvieron la plaza aunque con algo de regañadientes, de hecho me tuve que meter en una parcela en los bancales superiores y además bastante pegado a otros campistas. Con los de la derecha hice amistad, una pareja de montañeros de Orense muy majos.
El resto de la tarde la invertí en asearme bien, comprar suministros en una carnicería del pueblo, y estar de relax en el camping. Eso sí, esa noche pasé bastante frío, tuve incluso que dormir en el saco de invierno (hasta entonces había usado estado usando el de verano)

Miércoles, día 5
Hoy era mi último día en Somiedo y me tocaba hacer la última ruta de montaña fuerte: la ascensión al pico Cornón, el más alto de Somiedo. La ruta no es especialmente dura pero noté mucho el cansancio acumulado de los días sin parar de caminar así que desde que empezé a andar me noté muy cansado, fui sufriendo casi toda la mañana y apenas disfruté; recuerdo que aunque la conseguí finalizar se me hizo larguísima, llegué a la furgo totalmente derrotado. -Ver ruta en Senderioja-

Cornón
 

El día anterior había visto que en Pola de Somiedo había piscinas municipales así que tras comer en un restaurante del pueblo me dirigí a ellas para darme una ducha, no entré propiamente a las piscinas pero solo cuestan 3 €, así que es algo que sale muy rentable.

Ya fresquito cambié de zona, me tocaba ir al valle de Teverga, para ello pasé por el Puerto de San Lorenzo que separa Somiedo de las Ubiñas-la Mesa donsw hice una parada. Ví que es un muy buen lugar para hacer rutas de senderismo, por ejemplo desde aquí empieza el llamado Camí Real de la Mesa que unía desde la época de los romanos Asturias con Castilla y León.

Carteles con información en el Puerto de San Lorenzo
 
Una vez en el valle me fui a ver el Parque de la Prehistoria de Teverga, una especie de mezcla entre museo y zoológico. La entrada se compra en el centro de recepción de visitantes donde también hay cafetería y ya con ella entré dentro del recinto donde hay varios cercados con animales relacionados con las pinturas rupestres: gamos, bisontes, caballos tarpanes y de Przewalski. El museo dedicado al arte rupestre me resultó muy completo y además en la entrada cuenta con una zona de exposiciones temporales, en este caso dedicada a la región francesa de la Dordoña.
Además, también hay un edificio llamado la Cueva de cuevas donde hay unas recreaciones muy chulas de tres cuevas con pinturtas rupestres relevantes: las del Tito Bustillo, Candamo y Niaux, dos asturianas y una francesa.
La visita a los animales realmente es gratuita, hay acceso público a ellos desde la senda del oso que pasa por ahí mismo; por lo que se paga es por la visita a los edificios.

Bisonte

Gamo

Recreaciones de pinturas rupestres

Luego me adentré un poco más en el valle para llegar hasta la Cueva Huerta, ya estaba cerrada pero la verdad es que el entorno de la cueva en sí ya merece la pena.

Cueva Huerta

En las inmediaciones de la cueva hay un zona de picnic y donde podría haber pernoctado pero lo ví demasiado solitario así que decidí ir al municipio San Martín donde sabía que había un furgoperfecto famosete. El caso es que cuando llegué y tal como me imaginaba estaba hasta los topes, por lo que tuve que aparcar en una zona un poco más alejada.
El area de ACs realmente está situada en La Plaza, el pueblo contiguo a San Martín. Es un sitio bastante cuidado con una iglesia que llama bastante la atención.

Iglesia de la Plaza
 

Jueves, día 6
Hoy tenía reservada una bicicleta para hacer la famosa senda del oso, algo que me había quedado pendiente en un viaje anterior a Asturias. Madrugué como todos los días pero el caso es que la bici no me la daban hasta las 10h y la tenía que coger en el Entrago, el pueblo vecino a San Martín así que hice tiempo desayunando en un bar del pueblo y luego me fui a las instalaciones de la empresa, aunque era antes de tiempo me dejaron cogerla antes de las 10h. De la senda del oso hablo más en esta entrada dedicada.

Tras devolver la bici y recogerme en furgoneta para devolverme al Entrago me volví a la furgoneta y continúe me viaje. Esta tarde me tocaba visitar Mieres, para llegar tuve que pasar el Alto de la Cobertoria, un puerto que une Teverga con Pola de Lena. De camino hice un parada en el mirador de Forcichave.

Vistas desde el mirador de Forcichave

Me tocaba cambiar de tercio, las montañas ya se me hacían un poco monótonas, así que decidí visitar el valle del Turón, un afluente del río Cuadal, junto con el Nalón los dos ríos que formaban las famosas cuencas mineras asturianas donde hace unos años se concentraba casi toda la extracción del carbón. Estas minas dejaron de ser rentables y el Gobierno obligó a cerrarlas hace unos años. Mi intención era visitar el valle del Turón donde todavía quedan en pie algunas de las numerosas minas y pozos que hubo por esta zona. Son pozos que no son visitables, yo me dediqué a fotografiarlos desde fuera.

Las dos minas que pude ver son las de Santa Barbara y las de Figaredo, en estas últimas todavía se veía algo de actividad, pero no sé de que tipo.

Los barrios y pueblos que hay en este valle están llenos de las típicas casas bajitas que se construían en esta zona para los mineros. Algo que pude ver por ejemplo en el barrio de las Vegas, donde hay manzanas enteras de casas iguales. Cerquita de este barrio está el palacio de los Figaredo, un edificio que destaca en la entrada al valle del Turón.

Grafiti en Villapendi dedicado a la minería

Pozo Santa Barbara

Pozo Figaredo

Palacio de los Figaredo

Después me fui a conocer Mieres, junto con Langreo uno de los epicentros de las cuencas mineras, y un pueblo que siempre ha estado muy ligado a la industria. 

Mieres es un pueblo grande, primero paré en la zona donde está la zona universitaria, allí me dediqué a husmear un poco entre lo que queda del Pozo Barredo, pero apenas hay nada, está casi todo rehabilitado y urbanizado.

Luego aparqué más cerca del centro y estuve dando una vuelta por las zonas más céntricas mientras cada poco tiempo entraba a comprar refrescos y agua en los supermercados, esa tarde hacía un calor insoportable.

Empezé a andar en las inmediaciones del Parque Jovellanos y acabé en el lugar más emblemático de Mieres: la plaza del Requejo o Requexu, donde están las sidrerías más famosas del pueblo y la conocida estatua del escarceador de sidra. Es un plaza muy pequeñita pero situada en un rincón muy coqueto junto a la iglesia de San Juan.

Monumento al minero en la zona universitaria de Mieres

Plaza del Requejo

Al irme de Mieres paré en el polígono industrial que hay en la salida norte para ver una curiosidad: el cementerio protestante de la familia Guilhou, esta familia es una de las que impulsó la llamada "Fabrica de Mieres", una potente industria metalúrgica que existió en este mismo polígono hasta hace unos años.
El cementerio está al otro lado de una peligrosa carretera y está lleno de maleza por lo que es complicado acercarse.

Cementerio protestante de la familia Guilhou
 
Aquí di por acabadas las visitas del día así que me fui a buscar lugar para pernoctar, en la app de park4night vi que justo había un furgoperfecto poco conocido junto a Bueño, el pueblo que quería visitar al día siguiente así que hacia allí me dirigí.
El parking me resultó perfecto, situado en un pequeño mirador sobre una colina y además con bancos para poder cenar y desayunar.
El lugar estaba situado justo encima de la central térmica de Soto Ribera, una mole enorme que no para de echar humo las 24 horas, por lo que leí es una central mixta que se ha renovado y ya no solo quema carbón, sino que usa grupos mixtos quemando también gas.
Me impresionó bastante verla de noche con todas las luces encendidas y una enorme cola de humo blanco sobre sus chimeneas.

Central térmica de Soto de Ribera
 
Viernes, día 7

Hoy era el último día del viaje pero aún quería aprovechar para conocer unos cuantos lugares antes de volver a Logroño.

A primera hora bajé hasta Bueño para conocer este pueblo famoso por gran concentración de de horreos que tiene; en las afueras del pueblo incluso existe el Centro de interpretación del Horreo. Mi ruta consistía en subir también a la Peña Avis pero cuando ya estaba casi arriba me topé con una valla que me impedía el paso, la verdad es que tampoco era un lugar que me llamara demasiado la atención así que regresé por donde había subido y lo que sí que hice fue continuar el camino más allá de Bueño para luego volver por un camino que va pegado al Nalón y regresa por el area recreativa de Llosalin.

Centro del interpretación del Horreo

Horreos en Bueño

Tras la visita a Bueño regresé hacia Mieres porque quería subir con el coche hasta el mirador del picu Siana desde donde debe haber muy buenas vistas de Mieres. Antes de llegar paré en la Central térmica de Pereda, propiedad de Hunosa, y que me llamó la atención por su moderno diseño.

Central térmica de Pereda
 
Mientras subía por empinados caminos hacia el mirador de Siana comprobé que si llegaba arriba del todo no iba a tener vistas porque el día estaba muy nuboso, sobretodo en zonas altas. Finalmente decidí parar antes y echar unas fotos de Mieres desde una zona más bajita.

Mieres visto desde las alturas
 
Ya de regreso hacia Logroño paré en Sahagún a comer, un pueblo conocido porque por él pasa el Camino de Santiago clásico.

Entré a comer en un restaurante de la Plaza Mayor, en pleno centro neurálgico del pueblo, y fue todo un acierto, la verdad es que comí muy bien. Ya que estaba allí después de comer me dediqué a hacer turismo por Sahagún. El pueblo no me pareció gran cosa pero sus edificios religiosos sí que se merecen una vista ya que todos ellos son de estilo románico con influencias mudéjares. Ví todos los famosos: la Iglesia de San Lorenzo, la de San Tirso, las ruinas y el arco del Monasterio de San Benito y finalmente el Santuario de la Peregrina el cual está en las afueras del pueblo sobre una pequeña colina. Solo entré al último de ellos, dentro del santuario hay información sobre el Camino de Santiago y también un espacio dedicado al museo del juglar.

Plaza Mayor

Iglesia de San Lorenzo

Ruinas del Monasterio de San Benito

Iglesia de San Tirso

 
Santuario de la Peregrina

De Sahagún regresé directo hasta Logroño pillando una buena tormenta desde que entré en La Rioja.