Hasta ahora había hecho bastantes viajes en solitario pero esta ha sido la primera vez que lo he hecho cogiendo un avión.
Elegí la isla de la Palma porque es una isla completamente preparada para practicar senderismo, junto a la isla de la Gomera son las mejor opciones para esta actividad dentro del archipiélago de las Islas Canarias. En un futuro espero ir conociendo el resto de islas, que también tienen muy buena pinta.Igual que el resto de islas del archipiélago canario esta es un isla volcánica aunque esta tiene la característica de ser la que mayores desniveles tiene, de hecho dicen que es la que más desnivel presenta por metro cuadrado en todo el mundo. Además de las zonas volcánicas que atraviesan la isla de norte a sur en el noreste tiene zonas de lurisilva, un tipo de bosque que solo se da aquí, en la Gomera y en Madeira. Como emblema de la isla el referente es el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente cuyo punto más alto es el Roque de los Muchachos, que con sus 2.426 metros es el segundo pico más alto de Canarias después del Teide.
La isla me ha parecido muy buena para practicar el senderismo, en ese sentido me ha recordado mucho a Madeira, una isla que ya visité hace unos años. Para hacer turismo de otro tipo no le he visto demasiados atractivos, en cuanto a playas tampoco destaca, quien busque este de lugares debería elegir otras islas de Canarias.
Lo peor del viaje ha sido el tiempo, a pesar de las buenas y estables temperaturas con que goza Canarias durante todo el año he elegido una semana en la que una borrasca se ha instalado en esta zona por lo que apenas he visto el sol y me ha llovido todos los días; he evitado la lluvia haciendo cambios de planes sobre la marcha pero aún así ha habido días en los que me la he comido con patatas.
En cuanto a gente apenas me he encontrado turistas nacionales, por lo que me dijeron ellos vienen más en los meses de verano, en estas fechas lo que más abundaba eran aficionados al senderismo extranjeros, sobretodo alemanes.
A pesar de las pequeñas distancias con las que cuenta la isla alquilé un coche con el que me fuí moviendo todos los días a diferentes puntos de la isla teniendo la localidad de El Paso como centro de operaciones, pueblo donde tenía alquilado un apartamento para mi solito. Allí es donde desayunaba y cenaba haciendo solo las comidas fuera de casa.
Ver mapa del itinerario y lugares visitados.
Sábado, día 23
El avión salía desde Barcelona a las 13h pero por no llegar muy justo decidí trasladarme a Barcelona el día anterior por la tarde. Esa noche dormí en un tranquilo hotel de Sant Boi de Llobregat, cerquita del aeropuerto. Esa mañana madrugué y aproveché para visitar la Colonia Güell.
Con la hora ganada por el cambio de huso horario llegué pronto al pequeño aeropuerto de La Palma donde lo primero que hice fue recoger el coche que tenía alquilado con Cicar. me dieron un Fiat 500 de color amarillo, un coche muy pequeñito que me ha ido un poco justo de motor para conducir por la empinadísimas carreteras palmeras, pero bueno, ha aguntado bien.
Una vez montado en el coche decidí aprovechar la tarde antes de que anocheciera para quitarme una de las numerosas rutas de senderismo que tenía previstas: me acerqué hasta la zona noreste de la isla para hacer el recorrido del Cubo de la Galga, uno de los recorridos más famosos en la isla para conocer las zonas de laurisilva de la Palma.
No me daba tiempo a hacerlo desde abajo, desde el parking que hay al lado de la carretera, así me que me subí con el coche hasta un punto más cercano. Hice un recorrido circular que corresponde al PR-LP-5.1 y que sube hasta el mirador de Somada Alta para luego bajar y regresar bordeando la ladera hasta el punto inicial. Me salieron 4Km y 242m de desnivel de subida, todos en el primer kilómetro hasta alcanzar el mirador de Somada Alta. No fue de los recorridos que más me gustaron, quizás porque lo hice con un poco de prisas.
Tramo inicial de subida empinadísimo
Mirador de Somada Alta
Al acabar salí pitando para el Paso para intentar llegar al apartamento antes de que se hiciera de noche cerrada. Allí me estaba esperando Marta, la chica que me dio las llaves del apartamento. Este resultó estar en la parte alta del pueblo, en una zona muy tranquila aunque un poco alejada del centro del pueblo.
Este día estaba muy cansado pero aún así me bajé al supermercado del pueblo para cargar con la compra necesaria para estos días.
Domingo, día 24
Hoy me tocaba hacer una ruta por el interior de la Caldera de Taburiente, para ello contaba con subir en taxi al mirador de los Brecitos y desde allí bajar hasta mi coche saliendo por el barranco de las angustias, el desague natural de la Caldera de Taburiente.
El caso es que dejé el coche y estuve esperando a ver si llegaba gente para llenar un taxi pero nadie de los que venían querían hacer lo mismo que yo así que cansado de esperar decidí subir yo solo, lo malo es que tuve que pagar yo solito los 51€ que cuesta el taxi.
El recorrido es todo en bajada y se divide como en tres tramos: uno desde el mirador hasta la zona de acampada y que atraviesa una zona bastante monótona de pinos; el segundo, que es el más empinado, por lo que llaman el reventón hasta el barranco de las angustias; el tercero consiste en seguir el barranco hasta la salida, en este tramo me desvíe ligeramente para ver la cascada de colores, un zona donde el agua bajaba de un color anaranjado muy chulo para fotografiar. Al pasar la zona que se conoce como dos aguas y debido a la gran cantidad de agua que bajaba tuve que quitarme las botas y pasar descalzo. En esta tramo final me llovió un poco pero cuando ya estaba cerquita del coche.
En esta ruta me salieron 15,68Km y 850 metros de desnivel de bajada. Menos la parte inicial de pinos que estaba muy seca, el resto de la ruta me gustó bastante, muy original la parte que va por dentro del cauce del Barranco de las Angustias.
Tramo inicial entre bosque de pino canario
Bajada del "reventón"
Roque Idafe
Cascada de colores
Tras comer en un restaurante mexicano de los Llanos de Aridane aproveché la tarde para hacer algo de turismo por los alrededores de El Paso. Primero fui a Tazacorte donde me di una vuelta por sus bonitas calles cercanas a la Iglesia; también me acerqué a ver las enormes plantaciones de plátanos que hay rodeando al pueblo.
Iglesia de Tazacorte
Plátanos
Museo del plátano
De allí seguí bajando hasta el Puerto de Tazacorte donde hay una playa de arena negra. La tarde estaba buena y había bastante ambiente por allí así que me di un paseo hasta el final del paseo marítimo.
Puerto de Tazacorte
Luego fui a ver los Llanos de Aridane, el pueblo más grande de la isla, con más habitantes incluso que Santa Cruz de la Palma, la capital. Es un pueblo con muchos servicios pero al que no le vi apenas encanto. Me recorrí la Calle Mayor hasta el Plaza principal donde está la Iglesia y el Ayuntamiento.
Los Llanos de Aridane
Aún me dio tiempo para ir hasta las Manchas de Abajo para ver la Plaza de la Glorieta, había leído que era una especie de mini parque Guell, pero nada más lejos de la realidad, muy pequeña y con algún toque de modernismo pero no me parece que merezca la pena venir hasta aquí para verla.
Plaza de la Glorieta en las Manchas de Abajo
Lunes, día 25
Hoy tenía previsto otro plan pero donde menos lluvia daban era en el sur de la isla así que para allí me fui con intención de hacer la ruta entre Los Canarios y el Faro de Fuencaliente. Esta ruta corresponde al tramo final de la famosa ruta de los volcanes que a su vez es una parte del GR-131 o bastón, la ruta que cumbrea por todos las cadenas montañosas de la isla. Debido a su longitud la gente suele hacer estos dos tramos divididos en dos rutas diferentes.
Cuando llegué a los Canarios el sur de la isla me recibió con un tremendo tormentón pero esperé un poco en el coche y poco a poco el tiempo fue mejorando, ya no me llovió hasta el final de la ruta.
Dejé el coche junto al centro de visitantes del volcán San Antonio, uno de los dos volcanes que hay en esta parte sur de la isla. para ver este hay que pagar la entrada al centro de visitantes pero aprovechando la lluvia y la entrada de otros turistas a mi nadie me pidió pagar en la entrada.
Tras recorrer parte de la caldera del volcán de San Antonio salí fuera y empecé la ruta como tal. Primero se rodea el volcán de San Antonio para llegar hasta una zona llana donde se ve el Volcán Teneguía y al fondo el Faro de Fuencaliente, el punto más meridional de La Palma. Toda esta parte me encantó, me recordó muchísimo a Islandia, un viaje que no consigo que se me quite de la memoria.
Me desvié ligeramente del recorrido principal para alcanzar la cima del volcán Teneguía cosa que merece mucho la pena por las vistas inmensas que hay. Además, me gustaron mucho los colores que tiene este volcán.
Este volcán es muy joven, erupcionó en 1971 y cambió toda esta parte del sur de la isla para dejarla tal como la vemos hoy.
El resto del camino que va hasta el faro es muy atractivo ya que va entre campos de lava solidificada y delimitado entre rocas a los lados lo que le da un toque muy especial.
En el doble faro de Fuencaliente aún queda otro atractivo final, las Salinas de Fuencaliente, una salinas de tipo marítimo muy chulas. Quería haberlas rodeado para verlas bien pero en ese momento comenzó a llover otra vez así que hice cambio de planes y me quedé a comer en un restaurante bastante pijo que hay junto a las salinas.
De esta forma hice tiempo hasta que llegó el autobús que me llevó de vuelta a los Canarios. Antes de recoger el coche e irme aproveché para entrar a ver el Centro de Visitantes del volcán San Antonio al cual no había entrado por la mañana.
Comentar que esta ruta quizás fue la que más disfruté de todas las que hice, quizás la añoranza por Islandia tuvo mucho que ver... En total me salieron 9,8Km y 650 metros de desnivel todo de bajada.
Volcán Teneguía
Volcán San Antonio
Camino de bajada hacia el faro
Faro de Fuencaliente
Salinas de Fuencaliente
Como la ruta no había sido dura por la tarde me fui con el coche hasta la zona del noroeste, para dar un paseo entre la localidad las Tricias y Buracas; allí quería ver unos cuantos ejemplares de dragos, un árbol endémico de Canarias.
Se trata de un pequeña ruta que es una variante del GR-130 o camino de la costa (el que rodea toda la isla por el exterior).
La ida la hice por un camino diferente aprovechando para subir a ver un llamativo molino que es donde está el museo del Gofio. Desde aquí bajé por una pista hasta la zona de Buracas que es una zona de cuevas en al roca donde vivían los antiguos habitantes de la isla.
En el regreso sí que cogí el camino normal y aquí ya vi unos cuantos ejemplares de dragos, me pareció un árbol muy original.
Finalmente me salieron 5Km con 300 metros de desnivel; la subida desde las cuevas se me hizo bastante dura.
Molino del Gofio
Cuevas de buracas
Dragos (I)
Dragos (II)
En el regreso hasta el Paso aproveché para parar en dos miradores famosos. Primero en el del Barranco de Garome, este no lo disfruté mucho porque tenía el sol justo enfrente. El segundo en el que quería parar era del del Time, pero por lo visto solo puedes parar si consumes en la cafetería que hay junto a él así que me lo salté y paré un poco más adelante en un lugar prácticamente igual. Inmensas las vistas de la zona del Barranco de las Angustias y los Llanos de Aridane desde aquí.
Mirador del Barranco de Garome
Mirador del Time
Martes, día 26
Hoy daban mal clima por la mañana así que como iba bien de tiempo decidí descansar en el apartamento y ya salir a hacer visitas por la tarde.
Bajé a comer a un restaurante de tipo americano de El Paso y ya aproveché para darme una vuelta por la zona céntrica del pueblo pero no le ví apenas interés.
Iglesia de El Paso
Después de comer salí hacia el mirador de la Cumbrecita donde tenía una ruta para hacer. Antes de ello hice la correspondiente parada en el Centro de Visitantes de la Caldera de Taburiente ya que el parking en dicho mirador está restringido a cierto número de vehículos y ahí me imprimieron el pase que hay que poner en el salpicadero del coche. Como no tenía plaza hasta las 15h estuve un rato leyendo los paneles de información que hay en el centro de visitantes, muy instructivos para aprender cosas tanto sobre la isla como sobre el Parque Nacional.
Maqueta de la isla en el Centro de visitantes de la Caldera de Taburiente
Un poco antes de las 15h llegué al mirador de la Cumbrecita, dentro del corazón del Parque Nacional y uno de los puntos más visitados de la isla. Desde allí hice una ruta hasta el pico Bejanado, el pico más famoso de la zona sur de la Caldera de Taburiente. Hice la ruta en absoluta soledad y me gustó, pero menos que otras de las que hice, si se va justo de tiempo esta ruta yo creo que es prescindible. Los datos fueron de 9 Km de distancia y 680 metros de desnivel.
Pequeño parking del mirador de la Cumbrecita
Pico Bejenado
Vistas de la zona norte de la Caldera desde el pico Bejanado
Miércoles, día 27
Hoy tocaba subir al Roque de los Muchachos, el punto más alto de la isla; son pocos kilómetros pero la carretera llena de curvas y muy empinada hizo que me costara cerca de hora y media llegar desde el lado oeste.
Mientras vas llegando lo primero que llama la atención es la gran cantidad de miradores astronómicos que hay instalados en la cima; hay de un montón de países europeos diferentes. Están puestos aquí porque el cielo de la Palma es de los que menos contaminación lumínica tienen para la observación del cielo. Esta es una de las cosas que hace famosa a esta isla, probablemente la que más.
Primero estuve por el entorno de la cima del Roque echando las fotos que la niebla que cada vez se iba metiendo más en el interior de la caldera me dejaba. En uno de los miradores me encontré con el montañero Juanito Oyarzabal, me hubiera gustado haber hablado con él o echarme un foto pero me dio vergüenza decirle nada...
Luego ya me puse en harina e hice una travesía por el filo de la caldera desde el Roque de los Muchachos hasta el pico de la Cruz. Para ello pasé por el pico de fuente Nueva, por la Pared de Roberto y por el famoso mirador de los Andenes. La ruta se puede continuar siguiendo la cresta pero las nieblas cada vez se metían más y no me pareció que mereciera la pena. Y menos mal que no seguí porque regresando el tiempo empeoró y acabó lloviendo bastante.
Me salieron 9,5 Km con 500 metros de desnivel de continuo aunque moderado sube y baja. Esta ruta la hubiera disfrutado mejor si la niebla me hubiera dejado ver más.
Miradores astronómicos en el Roque de los Muchachos
La niebla se va metiendo en la Caldera de Taburiente
Bajé del Roque de los muchachos por la carretera del este mientras llovía muchísimo. Al llegar a la localidad de Puntallana paré a comer en una taberna tradicional. No tenía intención de visitar este pueblo pero me gustó mucho la iglesia, situada junto a la taberna.
Cuidada Iglesia de Puntallana
Desde Puntallana me bajé hasta la Playa de Nogales, la que dicen que es la más bonita de la isla. Y doy fe de que es así, la salvaje playa de arena negra es preciosa y el camino de 600 metros de escalones que baja hasta ella también; esta es otra zona que me recordó a Islandia.
Camino de bajada a la Playa de Nogales
Playa de Nogales
Luego me trasladé a las piscinas de Charzo Azul y de camino paré en los miradores de San Bartolomé junto a la ermita que lleva su mismo nombre y luego me subí andando hasta el mirador de la montaña donde está la famosa estatua del Salto del Enamorado; esta está relacionada con una leyenda local.
Ermita de San Bartolomé
Estatua del Salto del Enamorado
Mirador del Salto del Enamorado
Las piscinas del Charco Azul son curiosas, parecidas a las que vimos en Madeira, situadas junto al mar y de acceso totalmente libre.
Piscinas del Charco Azul
De regreso a casa pasé por los Sauces y me gustó lo que ví así que aunque no lo tenía previsto paré a darme una vuelta por la zona centro de este bonito pueblo.
Iglesia de los Sauces
Jueves, día 28Hoy me tocaba hacer una de las rutas estrellas del viaje: la ruta de los volcanes. Un recorrido entre el Refugio del Pilar y Fuencaliente avanzando entre multitud de volcanes que forman el Parque Natural de la CumbreVieja.
Es la ruta más dura que hice en La Palma: 18,5Km, 815 metros de ascensión (casi todos al principio) y 1.400 de bajada. Debido a su longitud no es factible hacerla en ida y vuelta así que tuve que preparar bastante logística: contraté el desplazamiento de ida con la agencia Natour, me recogieron en un autobús que me llevó desde los Llanos de Aridane hasta el Refugio del Pilar y luego al acabar cogí el autobús de línea que va desde Fuencaliente hasta los Llanos para recoger mi coche.
La ruta tenía una pinta cojonuda pero me estuvo lloviendo casi toda la mañana y había muchas nubes metidas en la zona de los volcanes por lo que no pude disfrutar como me hubiera gustado. Aún así me encantó el recorrido, dejando volcanes casi continuamente a ambos lados del camino; es casi todo el rato así excepto al final en la que se pasa por zonas de bosque.
Esta ruta es una pequeña parte de la famosa carrera de montaña Transvulcánica, ahí se hace el recorrido GR-130 "El Bastón" completo.
Ruta de los volcanes (I)
Ruta de los volcanes (II)
Ruta de los volcanes (III)
Ruta de los volcanes (IV)
Cuando regresé a por el coche en los Llanos de Aridane me topé con el parque Gomez Felipe que tenía una pinta muy buena y decidí entrar a echarle unas cuantos fotos.
Entrada al parque Gomez Felipe
También aproveché para acercarme a entrar a ver las casas de Argual, un barrio de los Llanos que me había llamado la atención al pasar los días anteriores.
Argual
Viernes, día 29
Hoy tocaba otra de las rutas famosas: los Nacientes de Marcos y Cordero. Una ruta por zonas de Laurisilva para llegar a los nacientes de estos dos arroyos que desde hace mucho tiempo abastecen de agua a la zona noreste de la isla. Su principal atractivo son los 13 túneles que se excavaron para poder canalizar la valiosa agua.
Esta ruta se suele hacer haciendo la subida en taxi hasta la Casa del Monte y de ahí bajando a pata hasta el Centro de Visitantes de los Tilos pero yo no pude hacerlo así porque aunque había reservado taxi a las 9h en los Tilos me pasó como el Domingo, que no llegaba nadie que quisiera hacer lo mismo que yo.
Total que harto de esperar decidí subir a pata hasta los nacientes y bajar luego por el mismo camino. Fue bastante paliza hacerlo así pero creo que es lo mejor que pude hacer. Entre subir y bajar me salieron unos 18Km y unos 1000 metros de desnivel.
El tramo inicial se hace en la zona del bosque de los Tilos hasta llegar al Espigón Atravesado, un curioso mirador al que merece la pena acercarse. Luego se cambia de vertiente y el camino se endurece considerablemente. Finalmente se llega a los nacientes, una zona mucho más cómoda porque ya solo se llanea, en esta parte el agua se lleva por un canal paralelo al camino, lo mismo que ocurría en Madeira con las famosas levadas. De los trece túneles solo hice cuatro ya que sino se me iba a hacer demasiado largo. El más espectacular es el número 12 en el cual te mojas seguro ya que cae muchísima agua.
Para hacer esta ruta es importante llevar tanto chubasquero como frontal para ver en los túneles.
Bosque de los Tilos
Vistas desde el Espigón Atravesado
Naciente de Marcos
Túnel número 12
Comí junto al Centro de Visitantes de los Tilos y después de comer aproveché para entrar a darme una vuelta por él.
Luego seguí carretera hacia el norte para terminar de ver un par de sitios que me faltaban ver del noreste de la isla: el Faro de Punta Cumplida y las Piscinas de la Fajana.
Para ver el primero me desvíe de la carretera principal para bajar por un camino muy estrecho en el que tuve mucha suerte porque justo cuando me iba a dar la vuelta me orillé en la carretera y en ese momento vi que podía orillar el coche y que había unas escaleritas que bajaban hacia el mar para llegar a un mirador perfecto del escondido faro.
Faro de Punta Cumplida
A las piscinas de la Fajana se llega por una carretera en mejores condiciones. Son parecidas a las del Charco Azul pero a mi me gustaron más porque son más grandes y están en un sitio más salvaje. Desde allí se ven los salvajes acantilados del norte de la isla, una zona en las que no hay ni una sola playa.
Piscinas de la Fajana (I)
Piscinas de la Fajana (II)
De regreso al apartamento paré en dos miradores situados al norte pero cerquita de Santa Cruz de la Palma: los miradores del Barranco de los Gomeros y del Barranco del Carmen.
Mirador del barranco de los Gomeros
Mirador del barranco del Carmen
Sábado, día 30
Este era mi último día, lo había reservado para conocer Santa Cruz de la Palma, la capital de la isla aunque cuenta con tan solo 15.674 habitantes censados.
Recogí todas mis cosas del apartamento pero antes de salir me bajé un rato a ver el ambiente que había por El Paso ya que hoy se celebraba la famosa carrera de montaña de "El Reventón". Ví la salida de la carrera de los niños y ya cogí la carretera LP-3 en dirección hacia Santa Cruz.
Propaganda de "El Reventón Trail"
Antes de llegar a la ciudad paré en el mirador de la Concepción, situado en un risco junto encima de Santa Cruz. Esto fue todo un acierto porque me pareció el mejor mirador sobre Santa Cruz. Me acerqué andando hasta el vértice geodésico que se veía siguiendo el filo de la montaña.
Vistas de Santa Cruz desde el Mirador de la Concepción
No me compliqué y aparqué en la entrada de Santa Cruz, desde allí tomé la calle O'Dally, la calle más comercial y más principal. Por ella se llega hasta la plaza España donde están la Iglesia de El Salvador y el Ayuntamiento; me pareció una plaza muy original con una forma irregular muy curiosa. Después seguí por la calle Real hasta que vi un cartel que me invitaba a salir al paseo marítimo para ver los famosos balcones de colores.
Seguí la línea de mar para llegar hasta el enorme barco donde está el museo naval. Muy curioso de ver este barco metido en medio de el pueblo, no entré a verlo por dentro. Junto al barco está la estatua del enano, uno de los símbolos de la ciudad. De aquí me pillaba cerca el castillo el cual tal como había leído es totalmente prescindible. De regreso hacia donde había dejado el coche vi dos plazas famosas: la de San Francisco con el museo insular y la de Santo Domingo. De camino a esta última pasé junto a los teatros Chico y Circo Marte.
Calle o'Dally
Plaza de España
Balcones de la Avenida Marítima
Museo Naval
Plaza de San Francisco
Con esto di por acabada mi visita a Santa Cruz y a la isla en general. Comí en un restaurante de la calle O'Dally y me fui al aeropuerto a entregar el coche alquilado. A Logroño llegué de madrugada entrada y muy cansado (como siempre tras este tipo de viajes) tras hacer el trayecto de Barcelona a Logroño de noche en mi furgoneta y casi del tirón, solo paré una vez a cenar un poco.