Últimamente ha llovido y nevado abundantemente en el norte de España; además, el calor que ha hecho ha conseguido producir un rápido deshielo de la nieve de las montañas. Gracias a todo esto el Ebro está a punto de desbordarse en varios puntos de Navarra/Aragón.
Por aquí por Logroño, a pesar de que recibe sus afluentes más fuertes más adelante, ya pasa bastante crecido. No quiero imaginarme como debe ir por Zaragoza.
Hoy me he acercado con la cámara de fotos a echar unas instantáneas de la corriente a su paso por el Puente de Piedra.
Ahora vendrán los del PP a decir que el trasvase del Ebro es necesario, que sobra agua. Yo soy de los que piensa que para dársela a empresarios propietarios de parques temáticos y campos de golf, constructores/especuladores de la costa mediterranea y demás chusma, mejor que se la lleve el mar.