miércoles, 30 de octubre de 2024

En el lado oriental de la Selva de Irati

Desde luego que otoño es la estación ideal para visitar la selva de Irati, famoso por ser el segundo hayedo más grande de Europa, después de la Selva Negra en Alemania. Como en los últimos años se ha puesto muy de moda, sobre todo en epoca otoñal, decidimos hacer una pequeña escapada de dos días entre semana, para intentar evitar aglomeraciones, pero ni por esas, a pesar de ir un martes y miércoles no festivos, nos hemos encontrado con mucha más gente de la esperada, la mayor parte de ellos turistas y domingueros, muy pocos montañeros, los que imagino que andan perdidos en lugares más rebuscados.

Aparte de polémicas, está claro que este es un sitio espectacular en otoño, lo malo es que nososotros lo hemos encontrado un poquito pasado, parece que en esta zona el otoño entra muy prontito.

Martes, día 29
Aparte de la entrada por el norte, por la zona de Francia, la vertiente española de Irati tiene dos entradas, una por el oeste en el valle de Aezkoa, y otra por el este desde el valle de Salazar. El caso es que nos decantamos por esta última, ya que hacía mucho tiempo que no la visitaba, de hecho la última vez que estuve fue hace 17 años.

Salimos sin prisa de casa pensando que no habría jaleo, a mi sobretodo me daba miedo encontrarme mucho tráfico en la estrechísima carretera que lleva hacia las casas de Irati desde Ochagavía, la entrada  típica a Irati desde el valle del Salazar. El caso que en la carretera tuvimos suerte, pero nuestra sorpresa fue cuando vimos que los parkings principales estaban ya llenos y tuvieron que mandarnos aparcar en otro parking adicional algo más apartado.

Tras aparcar y llevarme la sopresa de encontrarme en este lugar tan remoto con Jesús, un compañero del trabajo, nos dispusimos a empezar el recorrido del día. Elegimos un recorrido típico de la zona, uno de los que más gente suele hacer desde este lado de Irati, nos referimos al sendero Errekaidorra -Ver ruta en Senderioja-. Es un camino que sigue el curso del río Irati hacia el norte, en dirección Francia. La ida se suele hacer por el lado izquierdo del río, donde tras dejar atrás la cascada del cubo y pasar un puente, se toma una pista que luego se transforma en sendero, y que va por el lado de enfrente del río. En el camino hay unos cuantos lugares donde se ha reconstruido objetos para explicar la historia del sitio. Si la ruta se nos queda corta podríamos seguir más adelante e internanos más en la zona francesa de Irati, yo esta zona ya la recorrí hace unos años.

Ermita de la Virgen de las Nieves, esta vez no la visitamos

Cascada del Cubo

Sendero Errekaidorra

Para pernoctar decidimos hacerlo en el alto de la Tapla el punto más alto de la carretera que une Ochagavía y las Casas de Irati, en las proximidades de los Altos de Abodi. Así como en todo Irati está prohibida la pernocta, hasta donde yo sé en este lugar siempre se ha permitido, de hecho así lo comprobé un par de días antes de venir, pero cual fue mi sopresa cuando al ir a mirarlo esa misma tarde en el Park4Night me aparecía como que ya era un parking de solo día. Aún así nosotros, y un par de furgonetas más, nos arriesgamos a pasar aquí la noche, en este lugar tan mágico.

Las nieblas barren el anochecer en el alto de Abodi

Miércoles, día 30
Aparte de  por la cercanía, dormir en el Alto de la Tapla tenía la ventaja que de aquí mismo salía la ruta que tenía preparada para hoy.

De esta manera pude dejar a las chicas durmiendo un poco más, y pude hacer la ruta doble que me llevaría a ambos lados del Alto de la Tapla hasta coronar cuatro cimas de la sierra de Abodi. -Ver ruta en Senderioja-

Cima de Goñiburu al fondo

Alto de la Tapla visot desde arriba

Toda la mañana estuvo amenazando con llover, a lo lejos veía cortinas de lluvia; de hecho, cuando regresé a la furgo, ya se escapaban algunas gotas. Aún así decidimos para a ver el pueblo de Ochagavía, con diferencia, el más turístico del valle del Salazar. Aquí nos llovió bastante, pero a pesar de las malas condiciones siempre es un placer andar por estas bonitas calles, separadas por la mitad por el río Anduña. Lo que peor llevamos sin duda fue lo difícil que era mover el carrito de Paula por unas calles tan empedradas.

Ochagavía (I)

Ochagavía (II)

Comimos en un restaurante del Ochagavía y para bajar un poco la comida decidimos dar un paseito por el vecino pueblo de Ezcaroz, aquí hicimos el amago de empezar la ruta balizada como "sendero de Jasule", pero solo andamos un poquito tras subir unas fuertes rampas y llegar a una pequeña cueva.

Ezcaroz (I)

Ezcaroz (II)