Jueves, día 18
Aparqué en las inmediaciones de Isaba para hacer una ruta que tenía pendiente desde hace tiempo hasta la cumbre del Larrondo, una cima secundaria del Pirineo Navarro. Elegí esta modesta cota porque no sabía la cantidad de nieve que me podía encontrar.
Resultó una ruta muy bonita sobretodo en la parte alta donde pude conseguir unas fotos muy buenas de las nubes enganchadas en las altas cumbres Pirenaicas. -Ver ruta en Senderioja-
Comí tranquilamente en el regreso hacia el coche y una vez en él como todavía me quedaba alguna hora de luz hice una parada en Isaba para dar una vuelta por este bonito pueblo. Ya he estado alguna que otra vez pero es un pueblo por el que siempre resulta agradable pasear.
Cuando ya se estaba haciendo de noche me trasladé hasta el cercano pueblo de Urzainqui donde tenía reservada una noche en una tranquila casa rural.
Viernes, día 19
El día amaneció cubierto aunque tal como imaginaba eran nieblas bajas situadas en los valles. En la parte alta el día estaba precioso, luciendo un sol radiante y completamente azul.
Me fuí hasta el Monasterio de Leire donde dejé el coche para empezar la caminata hasta la cima del Arangoiti, una montaña que es la cúspide de una larga sierra que preside el embalse de Yesa.-Ver ruta en Senderioja-
Durante la mayor parte de la ascensión estuve bajo la tupida niebla y en la parte del cordal superior el viento me azotó de lo lindo pero ya casi llegando a la cima rebasé las nieblas y tuve ante mí un espectáculo increíble.
Al acabar la ruta me dí una vuelta por los alrededores del Monasterio de Leire, ya lo había vistado anteriormente así que no entré dentro.
Al coche llegúe con bastante hambre así que sin más dilación me dirigí hacia Sanguesa para buscar un buen restaurante. Tuve suerte porque dí con un asador donde comí perfectamente.
Después de comer me di una vuelta por Sanguesa ya que es un pueblo que no conocía. Resultó una visita muy agradable ya que este pueblo tiene unos cuantos rincones dignos de mención. Me gustaron el Palacio de Vallesantoro, el paseo fluvial a lo largo del río Aragón, la Iglesia de Santiago el Mayor, el Palacio de los Reyes de Navarra, el Ayuntamiento y sobretodo la Iglesia de Santa María, no entré dentro porque estaba cerrada pero me gustó mucho su forma.