jueves, 14 de abril de 2011

New York, New York

Ya han acabado nuestras vacaciones en New York, una ciudad enorme en todos los sentidos y que ha sido poblada durante los últimos siglos por inmigrantes de todo el mundo. Por circunstancias que explico más adelante también estuvimos un día visitando Philadephia.

Salimos para Madrid en autobús el Lunes, día 4 de Abril. dormimos en el pueblo de Barajas para a la mañana siguiente, temprano, llegar enseguida al aeropuerto. A las 12,30h salía nuestro vuelo para Philadelphia, de allí escala para New York. Una vez en el aeropuerto Newyorkino de Laguardia tomamos el transporte público para llegar hasta el que ha sido nuestro alojamiento estos 8 días: Latham Hotel, situado en pleno corazón de Manhattan, junto a la quinta avenida en el sector conocido como Midtown.
El hotel es muy barato para los precios que se manejan en New York, aunque no recomendado para personas "exquisitas" en cuanto al alojamiento.


Miércoles, día 6
Dedicamos el día a ver el Downtown de Manhattan. Bajamos directos por la 5ª avenida para recorrerla entera desde nuestro hotel hasta Wasingthon Square. En el transcurso desayunamos en un Deli. Para los turistas con bajo presupuesto estos lugares son el paraíso; son baratos y hay comida bastante variada que se la puede servir uno mismo y comer allí mismo. Es la mejor alternativa a la típica "fast food" amerciana y a los carísimos restaurantes clásicos.

Después, en nuestra dirección hacia el Centro Financiero atravesamos el Soho, este barrio destaca por la gran cantidad de exposiciones y galerías de arte que existen y por el llamado "Cast Iron District". En esta zona hay edificios realizados con hierro colado o fundido.

El siguiente barrio en atravesar fue Tribeca. De allí llegamos a la tristemente famosa Zona Cero. El lugar que ocupaban las torres gemelas ahora esté lleno de grúas que ya están trabajando entre otras cosas en levantar un edificio gigantesco, aún más alto que las antiguas torres. En esta zona también vimos la pequeña capilla de San Paul, muy ligada a los atentados del 11-S.

De aquí nos acercamos a la orilla del Hudson para recorrer el Battery Park. A mi me gustó especialmente el homenaje que hay a los emigrantes irlandeses que poblaron New York durante el S.XX. Se trata de una pequeña parcela de tierra en medio del cemento que evoca un típico paisaje irlandés.

Irish Hunger Memorial

Tras recorrer el Battery Park cogimos el ferry gratuito que une Manhattan con State Island, el distrito más pequeño de los cinco que hay en New York. El crucero que lleva a los turistas a la Estatua de la Libertad tenía unas filas terribles y este ferry que cogimos nosotros además de que es gratuito pasa muy cerca de la estatua de la libertad; creo que es una opción muchísimo más recomendable.

 Estatua de la Libertad

Tras el ferry nos acercamos a comprar entradas en el TKTS de Southport para "El Fantasma de la Opera", el musical de Broadway que más tiempo lleva actualmente en cartelera. Estos TKTS venden entradas a mitad de precio para musicales que se celebran ese mismo día. Recomiendo venir a éste y no al de Times Square, que siempre está llenísimo de gente.

Después seguimos recorriendo el resto del Distrito Financiero: Bowling Green, Trinity Church, Wall Street y el Federal Hall.



Trinity Church

Wall Street

Acabamos la noche viendo El Fantasma de la Opera, la sesión empezaba a las 20h. Por cierto, yo me quedé medio dormido; entre que lo mío no son los musicales y el palizón durante el día... pues eso.

Jueves, día7
Este día madrugamos todo lo que pudimos para poder subir al Empire State Building sin las temibles colas que se suelen montar. La entrada es cara (22$) pero merece la pena subir hasta el piso 86 del edificio actualmente más alto de New York tras la caída de las torres gemelas. Las vistas de Manhattan desde aquí son absolutamente impresionantes. Se puede subir más arriba pero hay que pagar más dolares, nosotros nos conformamos con el piso 86.

 Vistas desde el Empire State Building

El resto de la mañana lo dedicamos a subir por la quinta avenida hasta Central Park. En nuestor itinerario hicimos paradas en la Biblioteca Nacional, en Bryant Park y en la Catedral de San Patrick. De lejos, esta es la zona más exclusiva de al ciudad, las mejores marcas de ropa exponen aquí sus productos. En cuanto a comercios nosotros entramos a echar un ojo a Tiffanys (sí, la tienda de Desayuno con Diamantes), a la juguetería de Fao Swartz (la que tiene el piano que sale en la película de Big en su interior) y a la exclusiva tienda que Apple tiene en la quinta avenida.

 Interior de la Catedral de San Patrick

Por la tarde bajamos por la séptima avenida hasta Times Square y por allí estuvimos haciendo unas cuantas compras que teníamos encargadas (para nosotros también cayó algo). La verdad es que sorprende encontrarse precios tan baratos para ropa en un país tan poderosos como los EE.UU. Se pueden comprar productos de marcas como Nike, Adidas, Levis o The North Face a pecios mucho más baratos que en España.



Times Square (I)

Times Square (II)

Viernes, día8
El Viernes lo empezamos caminando por el distrito de Greenwich, de ahí pasamos al Meat Packing District, una antigua zona industrial hoy muy renovada. Luego entramos al Chelsea Market, una antigua fábrica de galletas reconvertida hoy en un Centro Comercial muy curioso ya que han respetado la estética industrial de la antigua fábrica.

 El MeatPacking District visto desde la High Line

Después recorrimos un tramo de la High Line, una antigua vía de ferrocarril que hoy se usa como paseo. Es un concepto similar a las vías verdes de España.

Antes de acabar la mañana pasamos junto al Madison Square Garden (por fuera no tiene nada) para acabar en Macy´s, los grandes almacenes más populares de la ciudad. Si vais a comprar ropa os recomiendo venir a este lugar ya que encontraréis de todo a un precio bajísimo. Además los turistas tenemos un 10% de descuento sacando una tarjeta que es gratuita.

Por la tarde fuimos al MoMa, el museo de Arte Moderno de la ciudad y uno de los cuatro grandes de la ciudad (junto al Gugenheim, el MET y el de Ciencias Naturales).
Algunas de las obras famosas que visitamos y recuerdo son "La Noche Estrellada" de Van Gogh, "La Persistencia del Tiempo" de Salvador Dalí, "Las Señoritas de Avignon" de Picasso y algunas obras de Andy Warhol y Roy Lichtenstein.


"Drowning girl" de Roy Lichtenstein

"La Noche Estrellada" de Van Gogh

Al salir del MoMa nos acercamos al Rockefeller Center para subir al Top of de Rock. Este es otro edificio al que se puede subir previo pago de otros 20$. Como al Empire habíamos subido de día decidimos cambiar y subir a éste de noche. En el TOP se sube también hasta el piso 86 y aunque tiene hasta tres pisos para moverte creo que impresiona menos que el Empire ya que hay un molesto cristal rodeando los costados de los dos pisos inferiores.

Vistas desde el TOP

Sábado, día 9
La mañana del sábado la dedicamos a ver Brooklyn, otro de los 5 distritos de la ciudad. Hicimos paradas en el metro en dos puntos fundamentales: Prospect Park y Coney Island.

Prospect Park es en Brroklyn el equivalente a Central Park en Manhattan. Nos gustó mucho.


Una boda en Prospect Park

Edith junto a un estanque de Prospect Park

Coney Island es un lugar muy especial, se trata de una playa situada en el extremo sur de la ciudad; ya más allá está el Océano Atlántico. Junto a la playa hay un antiguo Parque de Atracciones ("Luna Park") que hoy ya prácticamente está cerrado. El lugar desprende un cierto regusto nostálgico y a la vez decadente. Lugares imprescindibles para visitar aquí son la vieja noria (todavía en funcionamiento desde princpios de S. XX), el Cyclone (la vieja montaña rusa), el paseo marítimo y especialmente el puesto de perritos de Nathan´s (lugar donde se celebra cada año el campeonato mundial de comer perritos calientes).
Si alguien quiere visitar este lugar tan curioso es mejor que se dé prisa ya que tiene pinta, y ya hay rumores al respecto, de que próximamente se demolerá toda esta zona.



EL local de Nathan´s

Coney Island

Por la tarde nos acercamos a Central Park para visitar dos de los museos que hay cerca: uno de ellos, el Gugenheim, lo visitamos solo por fuera, no pagamos la entrada. Al Metropolitan (o también llamado MET) sí que entramos. Es importante avisar de que aunque pone que la entrada recomendada son 20$ todo lo que se pague son donativos, si se quiere se puede entrar sin pagar nada. Nosotros pagamos 20$ pero por dos tickets.

El MET es un museo para tomárselo con calma, sus colecciones de arte egipcio, griego, romano, medieval, contemporaneo, oriental... son extensísimas. Nosotros nos tiramos 3 horas dentro, no vimos ni la mitad y además iendo bastante ligeritos.

La sala de arte en Oceanía, una de nuestras preferidas

Domingo, día 10
Otra de las cosas obligadas a hacer para un turista en New York es ir un domingo por la mañana a ver una misa gospel en Harlem, el distrito negro de Manhattan por autonomasia.
Antes de llegar a Harlem dimos una vuelta por el distrito noroeste de la isla, allí vimos dos iglesias famosas: la Riverside Curch y la Sant John the Divine Cathedral, ambas de estilo neogótico. También vimos la tumba del general Grant.

Para la misa gospel en vez de elegir una iglesia famosa como la Abyssinian o la Canaan optamos por una iglesia baptista pequeña, la Mount Neboh Baptist Church. A pesar de no ser una de las conocidas, cuando llegamos, un poco antes de las 11 de la mañana (hora a la que suelen empezar estas misas) ya había una cola impresionante de turistas, no me quiero imaginar como estaría la Abyssinian.

Entramos a la misa en fila india y a todos los turistas, que por cierto, creo que eramos más numerosos que los feligreses, nos metieorn en el piso superior de la iglesia.
El espectáculo estuvo bien, sobretodo cuando les entró la histeria a lso parroquianos y empezaron todos a botar y a cantar como posesos.

Aguantamos una hora y media dentro de la misa para posteriormente recorrer las calles principales de Harlem (Avenidas Adam Clayton Jr y Lenox).

Después de comer cruzamos uno de los puentes que cruzan el río Harlem para pasar a otro de los distritos emblemáticos de New York: el Bronx, una barrio que siempre ha estado precedido de muy mala fama pero que ya no tiene nada que ver con lo que era en los 80´s, los años de violencia, marginalidad y drogas quedaron atrás. Nosotros nada más dimos una vuelta por la zona sur del barrio, por los alrededor del estadio de los yankees.

 Bronx

Para acabar el día nos acercamos hasta Central Park para recorrer todo lo que pudiéramos a pie. Al principio habíamos pensado en alquilar una bicicleta pero nos enteramos que con ella no se podía entrar a todas las zonas del parque y decidimos desestimar la opción. Recorrimos la mitad sur del parque, lo que hay por debajo del gran lago Reservoir.


Central Park (I)

Central Park (II)

Por la noche nos acercamos a ver Times Square de noche, mucho más impresionante que de día con todas las luces de neón a pleno rendimiento.

Lunes, día 11
La mañana del Lunes la dedicamos a ver el Museo de Ciencias Naturales. Antes de entrar pasamos junto al Dakota, el edificio donde fue asesinado John Lenon y donde actualmente vive Yoko Ono.

El Museo de Ciencias Naturales al igual que el MET es inmenso, conviene seleccionar lo que se queire ver. En otra cosa en la que se parece al MET es en que la entrada también es opcional, se entra pagando un donativo. Es importante avisar de que con la entrada normal solo se accede a algunas partes del museo, hay algunas exposiciones y proyecciones que van con suplementos y que hay que coger previamente en la taquilla.

 La sala de dinosaurios, una de las más famosas del Museo

Al salir del museo nos montamos en el metro para ir hasta Williamsburg, uno de los barrios de moda de Brooklyn. Según donde empieza al puente de Williamsburg, en el lado de Brooklyn, a la izquierda, hay una zona donde hay multitud de judíos ortodoxos. Andar por esas calles es como retorceder en el tiempo, parece ser el decorado de un película. Este fue uno de los lugares que más nos soprendieron en el viaje.

 Judíos ultraortodoxos en Williamsburg

Cruzamos el puente de Williamsburg a pata para regresar hasta la isla de Manhattan. Una vez allí comimos en un restaurante de Little Italy, un barrio que ha sido absorbido por Chinatown. De hecho, del antiguo barrio que fue poblado por inmigrantes italianos ya solo queda una calle que ha sido respetada por la invasión amarilla. Se trata de la calle Mulberry St.

De Little Italy pasamos a Chinatown, el típico barrio chino pero a los bestia. No nos entretuvimos mucho aquí y ya nos dispusimos a cruzar el Puente de Brooklyn, otra de las cosas típicas que hacen todos los turistas que llegan a New York.

Una vez en Brooklyn bajamos a la zona de DUMBO (Down Under the Manhattan Bridge Overpass).  Esta es una antigua zona industrial que actualmente se ha reconvertido en uan zona de lofts donde viven jovenes artistas. Llegamos hasta aquí porque es una zoan inmejorable para fotografiar Manhattan desde el lado de Brooklyn. Si a alguien el interesa llegar hasta aquí tiene que cruzar uno de los dos puentes que unen Mahattan y Brooklyn y bajar hasta la zona de ribera que hay entre ambos puentes.


Cruzando el puente de Brooklyn

Manhattan desde la zona de DUMBO

Martes, día 12
Este fue nuestro último día en New York. Aún así aprovechamos algunas horas que teníamos a primera hora de la mañana para visitar dos monumentos cercanos a nuestro hotel y que se nos habían quedado en el tintero: la Grand Central Station y el edificio Chrysler, uno de los más famosos de la ciudad.

Sin más dilación nos dirigimos otra vez en transporte público hasta el aeropuerto de Laguardia. Hasta aquí las vacaciones nos habían ido perfectas, por eso faltaba la nota negativa del viaje: el vuelo de New York - Philadelphia se nos retrasó (cosa que por lo que nos dijeron parece ser habitual en este aeropuerto) y perdimos el enlace con el vuelo de Philadephia - Madrid. Si viajáis a New York os recomiendo no pasar por este aeropuerto, mejor ir directamente al JFK, que es al que llegan los vuelos internacionales; los nacionales son los que van a Laguardia.

Al perder este vuelo nos buscaron otra posibilidad de llegar a Madrid, pasando antes por Philadelphia y París, total que pasamos gran parte del día en Laguardia para acabar llegando por la noche a Philadelphia. Lo más positivo de todas estas horas fue que conocimos a otro turista español tirado en el aeropuerto del que nos hicimos muy amigos y con el que llegamos juntos hasta Madrid (Marco, si estás leyendo esto, ¡un abrazo!)

Al llegar a Philadephia tomamos un taxi para llegar al hotel que elegimos y que yo pienso que debía ser uno de los más lujosos de la ciudad, nos costó una pasta la broma.  US Airways, la compañía con la que viajamos, no nos indemnizó por los gastos que híbamos a tener derivados de la pérdida del avión (alojamiento, transporte, comidas...). Alegaron que el retraso al ser producido por mal tiempo pues que no era culpa suya y no debían hacerse responsables de nada excepto de devolvernos a Madrid mediante otros vuelos gratuitos. A llegar a Amadrid pusimos una reclamación a la compañía, a ver si prospera.

Miércoles, día 13
Ya que nuestro avión de vuelta para Madrid salía por la tarde aprovechamos para hacer una visita rápida de la ciudad de Philadelphia.

Nuestro hotel estaba situado en pleno centro de la ciudad así que empezamos a recorrer esta zona, Marcos nos acompañó en el agradable paseo. Vimos el Ayuntamiento, entramos a una Iglesia Masónica y de ahí atravesamos Chinatown para acabar llegando a la zona donde está el Independence Hall. Esta parte de la ciudad tiene un montón de edificios históricos de la época en que Philadelphia era la capital de los EE.UU. En esta ciudad se leyó el 4 de Julio de 1776 la declaración de independencia de los EE.UU. sobre Inglaterra.

Después dimos una vuelta por la Old City, una agradable zona de casitas de ladrillo pequeñas y antiguas, justo la antitésis de los altos rasacielos que habíamos estado viendo en New York. Dimos nuestra vuelta por acabada cuando llegamos a las inmediaciones del río Delaware.


Inmediaciones de la plaza JFK

Arco en Chinatown


Independence Hall

Elfrenth´s Alley

Philadephia es la típica ciudad que seguramente jamás llegaría a visitar si no fuera por este incidente con el vuelo de regreso, pero la verdad es que nos gustó bastante lo que vimos. Ya por la tarde-noche tomamos el avión que nos llevaría a París y de ahí a Madrid, llegamos a Logroño el Jueves de noche bastante exhaustos y con ganas de descansar en casa durante unos cuantos días...