Decidimos ir en coche por nuestra cuenta y sin reservar alojamiento en ningún sitio, para así ir haciendo ruta y dormir donde mejor nos viniera cada noche. También decidimos hacer un viaje mixto entre ver pueblos/ciudades y naturaleza.
Lunes, día 17
Entramos en Asturias por la A-8 y paramos en dos pueblos: Colombres, famoso por sus bonitas casa de Indianos y en Llanes, famoso por los cubos de Ibarrola.
Especialmente Llanes nos gustó bastante; estuvimos por la zona del faro, por la zona del puerto (donde están los cubos de Ibarrola), en el coqueto casco histórico y regresamos dando una vuelta por el estupendo paseo de San Pedro, un parque situado al lado de los acántilados.
De Llanes nos metimos en el interior y fuimos con el coche hasta el Desfiladero de los Beyos. Una vez allí hicimos una pequeña ruta hasta el pueblo abandonado de Rubriellos. La ruta parte desde un lugar llamado Puente Vidosa y hay que emplear 1 hora entre subir y bajar.
Al pueblo no merece la pena subir, no tiene nada de interés y además el camino es muy empinado; sin embargo sí merece la pena llegar hasta una enorme cascada que nace justo detrás del hotel Puente Vidosa.
Para dormir nos acercamos hasta Sames, un pueblo que nos pillaba cerca para madrugar al día siguiente y hacer la ruta del Arcediano-Jocica. Nos alojamos en una casa de Aldea que la viejecita nos dejó para nosotros sólos a pesar de no tener alquilada más que una habitación doble.
Martes, día 18
La ruta del Arcediano - Jocica resultó ser más dura de lo previsto. Al final nos salieron casi 25 Km de recorrido con un desnivel acumulado de más de 1000 metros. Nos tiamos prácticamente todo el día andando y regresamos al coche totalmente exhaustos. La paliza hizo mella en nuestras rodillas y ya desistimos de hacer otras rutas largas que teníamos preparadas para el resto de días.
Llegamos a dormir a Cangas de Onís a última hora y salimos a cenar a una pizzeria cercana, el día no dio para más.
Miércoles, día 19
Antes de marchar de Cangas dimos una vuelta por el pueblo.
De aquí cojimos el coche y partimos con dirección hacia el corazon de Picos de Europa, concretamente hacia los lagos de Covadonga. Primero paramos a hacer uan visita al archiconocido Santuario de Covadonga.
La empinada carretera de Covadonga acaba 14 Km después en los Lagos.
Los Lagos de Covadonga son dos, el Enol, el más profundo y con aguas verdosas debido a su origen glaciar y al aporte de nieve que recibe; y La Ercina, muy poco profundo (apenas 2 metros) y con color oscuro debido a su fondo.
Aparcamos en el parking de Buferrera e hicimos la ruta que suelen hacer casi todos los turistas, la cual te lelva a ver los sitios más emblemáticos de la zona. Está señalizada como PR-PNPE 2 y su recorrido se puede consultar en la web de Senderioja. Es una ruta apta para todos públicos, unos 6,5Km sin apenas desnivel.
Salimos de Picos de Europa con dirección hacia Lastres, el pueblo conocido en la ficción como San Martín del Sella, el pueblo donde se rueda la serie Doctor Mateo. Antes de llegar a Lastres paramos en el mirador del Fitu.
Ya en Lastres dió la casualidad que justo ese día estaban rodando escenas de la serie y tuvimos la ocasión de ver la grabación allí mismo a pie de calle.
Llegamos a dormir a Villaviciosa, el pueblo no nos pareció demasiado interesante así que fuimos a dar una vuelta por la ría que lleva su nombre. Llegamos hasta el pequeño pueblo de Tazones.
Jueves, día20
El Jueves tocaba visitar las Cuencias Mineras Asturianas. Básicamente estas se desarrollan a lo largo de dos ríos: el Nalón y el Caudal. Nosotros este día nos centramos en ver la del Nalón.
En la cuenca del Nalón nos centramos en ver dos concejos principales, el de Langreo y el de San Martín del Rey Aurelio.
En Langreo la primera parada la hicimos en La Felguera, un pueblo con un fuerte pasado industrial, sobretodo por los Altos Hornos que llegaron a ser el principal foco siderúrgico de España no hace demasiado tiempo. Esta factoria la montó un riojano, Pedro Duro.
Este lugar era perfecto para montar siderurgia ya que para la producción de acero es muy importante traer ingentes cantidades de carbón y la hulla asturiana era perfecta para esto.
La fábrica de la Felguera alcanzó su apogeo sobre el año 1960 a partir de aquí ensidesa empezó a mover toda la siderurgia hacia el Cantábrico (Gijón, Avilés) y los Altos Hornos de Vizcaya recuperaron su hegemonía en la producción de acero nacional gracias sobretodo al método de producción Bessemer.
EL lugar donde estaban las antiguas fábricas ahora está el polígno de empresas Valnalón. Allí entramos a ver el MUSI (Museo de la Siderugia de Asturias). Para hacer el museo se aprovechó una torre de refrigeración de las antiguas instalaciones. Ya durante la visita una agradable guía nos explicó el pasado de toda la industria que hubo en esta ciudad.
También estuvimos dando una vuelta por la ribera del Nalón, intentado tomar fotografías de la central térmica de Iberdrola.
Cambiamos de orilla del río y paramos en otros dos pueblos de Langreo: Sama de Langreo y Ciaño. En Sama entramos para ver de cerca las instalaciones del pozo minero del Fondón, todavía en funcionamiento.
En la cuenca del Nalón, en contra de lo que piensa mucha gente, todavía existen unas cuantas minas de extracción de hulla en funcionamiento. Actualmente todas ellas están integradas dentro de Hunosa (Hulleras del norte, empresa 100% estatal) aunque desgraciadamente ya llevan tiempo dentro de un proceso de progresiva reducción de producción.
Dimos una vuelta por el pueblo para ver la iglesia y el ayuntamiento, comimos y ya pasamos a Ciaño, allí paramos a fotografiar otro pozo minero, también en funcionamiento y probablemente el más emblemático de todo Asturias: el Pozo Mª Luisa.
Dejamos atrás Langreo y entramos en El Entrego, municipio de San Martín del Rey Aurelio.
Aquí visitamos el MUMI (Museo de la Minería de Asturias). Lo mejor de este museo es que la visita incluye un paseo con guía por la mina Imagen, una recreación de como se desarrolla el duro trabajo de los mineros asturianos.
Al anochecer nos trasladamos hasta Oviedo con la intención de hacer noche allí y visitar la ciudad al día siguiente. Encontramos un hotelillo económico justo al lado de la estación de tren de RENFE.
Viernes, día21
Dedicamos la mañana a ver el centro de Oviedo. Empezamos dando una vuelta por el Campo de San Francisco, un pulmón verde en pleno centro de la ciudad. De allí pasamos a ver el Teatro Campoamor, lugar famoso porque allí se otorgan los premios Príncipe de Asturias.
Cerca de allí está la fuente Foncalada, uno de los monumentos del arte prerrománico asturiano que han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, concretamente esta fuente es el único de caracter civil, el resto son todos de caracter religioso: la iglesia de San Julián de los Prados (dentro de Oviedo), la Cámara Santa de la Catedral y los palacios de Sta Mª del Naranco y la iglesia de San Miguel de Lillo (estos dos últimos situados en las faldas del cercano monte Naranco).
Este día se celebraba en Oviedo la festividad de las Asunción y la zona de los alrededores de la Catedral estaba llena de gente y de chiringuitos. La visita a la Catedral es gratuita pero bajar a ver la Cámara Santa sí que vale dinero. Es de estilo prerrománico del S IX y allí se guardan diferentes reliquias.
Especialmente nos gustaron las diferentes plazas que hay en esta zona. Aparte de la Plaza de la Constitución, donde está el Ayuntamiento y que es más normal, el resto de plazas son bastante curiosas: la Plaza del Paraguas, la de Trascorrales y sobretodo la Plaza del Fontán, un plaza muy bonita dóblmente aporticada, tanto por dentro como por fuera.
Comimos en la Calle Gascona o también llamada Boulevard de la Sidra y de allí nos trasladamos con el coche (aunque se puede ir perfectamente andando) hasta la iglesia de San Julián de los Prados, la primera iglesia de arte prerrománcio del S IX que vimos. Ésta destaca por las pinturas-frescos que todavía conserva.
Nuevamente cogimos el coche para subir al monte Naranco, allí visitamos los otros dos lugares de arte prerrománcio que nos quedaban: el Palacio de Sta Mª del Naranco y la iglesia de San Miguel de Lillo.
Estas dos lugares están ambos situados en las faldas del monte así que de allí subimos hasta la propia cima del Naranco para contemplar las inmejorables vistas de Oviedo. En la misma cumbre hay un enorme Sagrado Corazón de Jesús que abaraza a la ciudad; salvando las distancias, se da cierto aire al Cristo Corcobado de Río de Janeiro.
Al atardecer bajamos del Naranco y dimos una vuelta por las carpas que colocaron en los alrededores de la estación de RENFE con productos gasatronómicos asturianos. Todo esto era cosa de la celebración de la Asunción.
Sábado, día22
Tras la paliza del martes las rodillas todavía las teníamos "tocadas" así que decidimos hacer una ruta sencillita. Nos acercamos hasta Villanueva para hacer la ruta del Desfiladero de las Xanas. 7,3Km con unos 370 metros de desnivel. En la web de senderioja está la ruta perfectamente descrita.
Después hicimos un pequeño tramo de la Senda del Oso, 2Km ida y vuelta para ver el cercado donde hay un par de osas y un oso.
Después nos movimos hasta la zona de Mieres para ver el poblado minero del Bustiello. Una antigua colonia minera ideada por el Marqués de Comillas para crear una especie de ciudad ideal, lo que nos explicaron en el Centro de Interpretacion la verdad es que no me gustó nada, todo tenía cierto tufillo ultraconservador que echaba bastante para atrás.
Ahora mismo allí ya no viven mineros (las minas de esta zona están la mayoría ya cerradas). Aún sí merece la pena acercarse a verlo, es curioso ver como se creó un pueblo de la nada únicamente destinado para que allí vivieran los mineros en una supuesta vida ideal.
Cerca de allí nos pillaba ver la última igesia prerrománica que nos quedaba por visitar en el viaje: la Iglesia de Sta Cristina de Lena.
