Este verano todavía casi no habíamos tocado la playa así que decidimos programar un viaje a la Costa Brava. Ya habíamos estado en un viaje anterior que hicimos por Gerona, aquella vez en la comarca del Alto Ampurdán, esta vez nos centramos en el Bajo Ampurdán. Además también hicimos alguna parada en el interior de Cataluña para ver unos cuantos puntos interesantes como los pueblos de Manresa y Cervera o el Parque Natural del Montseny.Las fechas elegidas eran buenas en cuanto a climatología pero no en cuenta a afluencia de turistas ya que probablemente el puente de Agosto sean los días con más congestión turística del año, sobre todo en zonas de playa. Agosto no es un mes en el que tradicionalmente Edith y yo solamos viajar, sobre todo debido al incremento de precios, pero esta vez gracias a la furgoneta lo podemos hacer ya que no es necesario que busquemos alojamiento.
Salimos el viernes por la tarde con la intención de
acercarnos lo máximo posible a la zona de mar, nos dio tiempo a llegar hasta
Sant Ramón, en la provincia de Lleida pero ya muy cerquita de Barcelona.
Acampamos junto a unas viejas granjas en las afueras del pueblo, un sitio sin
demasiado encanto pero muy tranquilo.
Sábado, día 13
Decidimos usar el sábado para ver sitios del interior de Cataluña, el resto de días ya serían en la zona de costa.
Decidimos usar el sábado para ver sitios del interior de Cataluña, el resto de días ya serían en la zona de costa.
De esta forma llegamos hasta Manresa donde nos fuimos
directos a la zona sur junto al río Cardener para entrar a explorar un par de
fábricas abandonadas, en este artículo doy más detalles sobre esta
visita.
Tras explorar las fábricas nos fuimos al centro de Manresa
con intención de visitar la ciudad. Primero
estuvimos por el casco viejo donde visitamos la Basílica de la Seo, un edificio
que se construyó con intención de ser Catedral peor que nunca llegó a serlo. Otra visita ineludible en la zona antigua es el
Centro de Interpretación del Carrer del Balc. Se pagan 5€ por un breve explicación,
unos audiovisuales, una maqueta y la visita a la propia calle del Balc. Esta
calle es famosa además de por tener techo en gran parte de su trazado, porque
se ha preservado prácticamente igual a su trazado original debido a que ha
estuvo cerrada durante muchos años.
Interior de la Basílica de la Seu
Carrer del Balc
Tras pasar junto al a Plaza mayor y el Ayuntamiento salimos
por la calle de Sobrerroca hacia la parte de fuera de las murallas; nuestro destino
era la zona modernista de Manresa cuyo epicentro está en la Plaza Sant Domenec.
Alrededor de ella hay varios edificios curiosos y un viejo quiosco que también
tiene aire modernista.
Casa Torrents
Acabamos la vista a Manresa recorriendo una parte de la
calle Pere III, una de las más famosas de la ciudad y donde también hay alguna muestra
de arte modernista.
Desde Manresa nos trasladamos hasta el interior del Parque
Natural de Montseny, lindante entre las provincia de Gerona y Barcelona. De
este parque me llamó la atención la gran y tupida masa de árboles que posee.
Hicimos una primera parada en el Centro de Interpretación de
Can Casades, en él es curioso ver tres secuoyas gigantes que hay junto al parking.
En esta zona hay varias rutas de senderismo ideales para hacer con la familia
ya que todas ellas son muy “light”, nosotros solo dimos la vuelta al pantano de
Santa Fe el cual tenía muy poca agua, apenas recorrimos un par de kilómetros.
Pantano de Santa Fé
Más tarde subimos por la carretera hasta el parking de Plana
Amagada, lugar donde teníamos intención de pernoctar. Lo elegimos por ser un
lugar aislado a casi 1600 metros de altitud, el caso que no fue tan tranquilo
ya que toda la noche estuvo habiendo un gran trajín de vehículos; creo que debido
a la cercanía de la noche de las Perseidas mucha gente se acercó a este
estupendo mirador.
Antes de que anocheciera hicimos una ruta hasta el Turo de l’home
y les Agudes, los dos picos más alto de todo el parque Monteseny. -Ver ruta en Senderioja- .La ruta desde Santa Fe es algo más dura pero desde la Plana
Amagada se convierte en un sencillo paseo de apenas 6Km.
Cima del Turo de l'home
Durante el anochecer estuvimos jugando con el trípode y la
cámara tratando de depurar nuestra técnica a la hora de fotografiar estrellas y
paisajes nocturnos cosa en la que todavía nos queda bastante por mejorar.
Foto nocturna hacia la comarca del Vallés
Domingo, día 14
Desde Montesny nos trasladamos directos hasta Tossa del Mar, el primer pueblo de costa entrando desde el sur. Tal como esperábamos lo encontramos totalmente plagado de turistas, sobre todo extranjeros. Aun así el pueblo nos gustó bastante, especialmente la parte del camino que sube por la zona de murallas hasta el faro.
Desde Montesny nos trasladamos directos hasta Tossa del Mar, el primer pueblo de costa entrando desde el sur. Tal como esperábamos lo encontramos totalmente plagado de turistas, sobre todo extranjeros. Aun así el pueblo nos gustó bastante, especialmente la parte del camino que sube por la zona de murallas hasta el faro.
Zona de murallas de Tossa
Vista de las ruinas desde la zona alta de Tossa
Después de comer en Tossa nos desplazamos hasta Sant Feliu
de Guixols por la temida carretera de la costa, son 22Km pero que cuesta hacerlos
unos 45’ debido a su irregular trazado lleno de curvas. Cuando nosotros lo hicimos encontramos
multitud de coches aparcados en los arcenes con el objetivo de bajar a las
calas de la zona.
En Sant Feliu solo paramos a ver por fuera el Monasterio que
hay en la entrada del pueblo.
Monasterio de Sant Feliu de Guixols
Donde sí que paramos fue en las inmediaciones de S’agaró con
la intención de hacer el Camí de Ronda que va desde la playa de Sant Pol hasta
la Playa de Sa Conca. El Camí de Ronda es un camino de largo recorrido que sigue
toda la zona del Mediterráneo y este de S’agaró es uno de los tramos más
famosos. En total son unos 4Km, 2 de ir y 2 de volver, merece la pena hacerlo.
Nosotros además aprovechamos para cargar con las toallas y bañarnos
directamente en San Conca.
Camí de Ronda de S'Agaró
Nos saltamos los pueblos más urbanizados de la zona como son
Platja de Aro y Palamós y ya llegamos a Palafrugell, pueblo que junto a Begur
tiene alguna de las calas más famosas de toda la Casta Brava. Nosotros nos dirigimos
hasta Calella donde hicimos otro pequeño tramo del Camí de Ronda hasta
Llafranc, este se puede alargar para subir hasta el faro de San Sebastián y
luego seguir hasta Tamariu peor nosotros nos conformamos con llegar a Llafranc
donde ya cenamos una estupenda Fideuá.
Llafranc
En Calella estuvimos buscando un furgoperfecto que por lo
visto ahora en verano se utiliza como parking de coches así que lo descartamos,
pero tuvimos suerte ya que justo en frente vimos una zona de pinares medio
dejada en la que había alguna caravana y furgoneta.
Lunes, día 15
A primera hora fuimos hasta Pals, junto a Peratallada son los dos pueblos más famosos del interior de la Costa Brava.
A primera hora fuimos hasta Pals, junto a Peratallada son los dos pueblos más famosos del interior de la Costa Brava.
Pals es el típico pueblo de roca muy bien conservado, los
puntos más importantes del pueblo son la Iglesia de San Pere, la Torre de las
Horas y el Mirador de Josep Pla, aunque este último no nos pareció que tuviera
excesivas vistas. El Castillo es propiedad privada por lo que no se puede
entrar.
Pals (I)
Pals (II)
Luego intentamos ir hasta la zona de L’Estartit y L’Escala
para ver las ruinas de Empuries pero nos topamos con un tráfico muy intenso así
que sobre la marcha cambiamos el itinerario y nos dirigimos hasta Peratallada.
Este es otro pueblo completamente construido con roca y en
que es un placer perderse por sus callejuelas.
Peratallada (I)
Peratallada (II)
Viendo que la carretera que sube hacia el norte seguía
atascada decidimos volver hacia atrás y nos dirigimos hacia Begur donde
pasaríamos toda la tarde.
Begur es famoso por sus preciosas calas: Aiguablava, Aiguafreda,
Sa Tuna y Sa Riera. Nosotros inicialmente fuimos a la primera de ellas, la cosa
para aparcar estaba malísima así que dejamos el coche orillado en la carretera
como pudimos. Eso sí, la cala es preciosa: es de arena fina y el color de agua
es turquesa claro. Comimos en un mirador cercano desde donde se veía la cala de
Aiguablava.
Mirador hacia Aguablava
Ya por la tarde fuimos a Begur pueblo con la intención de
comprar equipación para hacer snorkel, algo que es muy típico en esta zona. También
aprovechamos para subir a las ruinas del castillo del pueblo desde donde hay
unas vistas magníficas hacia el norte, se ve perfectamente la zona de las islas
Medes e incluso el Cap de Creus.
Vistas hacia el norte
Castillo de Begur al fondo
Con la equipación del snorkel nos fuimos hasta la cala de Sa
Tuna, esta o es de arena, es de piedrita pequeña pero es una playa mucho más
grande que la de Aiguablava. Cuando llegamos era tarde así que no pudimos
disfrutar demasiado rato del snorkel, ya hacía frío, además el agua aquí
parecía tan clara.
Para dormir nos dirigimos hacia la zona de las playas de
Pals pero vimos que los parking estaban demasiado expuestos así que nos metimos
algo hacia el interior donde encontramos una zona de pinar perfecta.
Martes, día 16
Este era nuestro último día, decidimos aprovecharlo volviendo otra vez a la playa, esta vez elegimos la playa nudista de Illa Roja a la cual accedimos desde la playa de Racó, pegada a la de Pals. Tras estar un rato haciendo snorkel y descansando nos fuimos a media mañana con la intención de ver Empurias pero hoy tampoco pudo ser, otra vez había zona de retenciones aunque menores que el día anterior. Total que decidimos empezar a volver hacia casa ya que teníamos muchos kilómetros por delante.
Este era nuestro último día, decidimos aprovecharlo volviendo otra vez a la playa, esta vez elegimos la playa nudista de Illa Roja a la cual accedimos desde la playa de Racó, pegada a la de Pals. Tras estar un rato haciendo snorkel y descansando nos fuimos a media mañana con la intención de ver Empurias pero hoy tampoco pudo ser, otra vez había zona de retenciones aunque menores que el día anterior. Total que decidimos empezar a volver hacia casa ya que teníamos muchos kilómetros por delante.
Lo que sí que hicimos fue hacer una parada a medio camino
para ver el pueblo de Cervera, lo elegimos porque en Manresa nos dijeron que tenía
una calle como la del Balc pero abierta al público y pensamos que podría ser interesante.