miércoles, 6 de julio de 2016

Viaje a Eslovenia y Croacia

Tras un año poco viajero acabamos de volver del primer gran viaje del año.
Intentamos hacer el viaje a finales de Mayo pero tuvimos que cancelarlo a última hora por una inoportuna infección de garganta de Edith.

La idea era volar a Venecia para alquilar allí un coche y pasar unos 12 días recorriendo ambos países, Eslovenia lo vimos a fondo ya que es un país pequeñito y de Croacia vimos bastante pero nos faltó Dubrovnik por estar muy al sur (nosotros entramos desde el norte) y también alguna de las famosas islas como Hvar o Korkula.Son países que se han recuperado bastante bien después de la desmembración de Yugoslavia y la guerra de los Balcanes, ahora tienen un nivel de vida en cuanto a precios muy parecido al de España. Entre sí son muy diferentes, Eslovenia es muy verde y montañoso y Croacia es mucho más mediterraneo con una cosa larguísima que se extiende a lo largo del mar Adriático.

En referencia al idioma ningún problema, la mayor parte de la gente dedicada al turismo habla Inglés, sobretodo los jóvenes.

En cuanto a la comida nos apañamos bastante bien, muchos días compramos en supermercados y nos hacíamos bocadillos o incluso cuando teníamos apartamentos cocinábamos nosotros mismos. En Croacia la comida es muy parecida a la nuestra, basada en dieta mediterranea, en Eslovenia tienen más influencia de Centro Europa.

El tiempo nos ha hecho bastante bueno, excepto los primeros días en Eslovenia en los que sí nos topamos con alguna tormenta. En Croacia quizás demasiado calor, pero es normal en estas fechas.

Viernes, día 24 de Junio
Volamos a Treviso, el aeropuerto lowcost de Venecia, desde Barcelona. Llegamos de noche y ya recogimos el Ford C-max, nos costó un poco más de lo pactado ya que nos cobraron un recargo por salir de Italia con el coche. Hicimos noche en una pensión cercana al aeropuerto en el mismo Treviso, este era el único alojamiento que llevábamos previamente reservado, los demás lo fuimos eligiendo sobre la marcha; no tuvimos problemas con ello ya que en ambos países hay mucha oferta hotelera.

Sábado, día 25 de Junio
Recorrimos los 150 Km que hay de Treviso a la frontera con Eslovenia, antes de pasarla compramos la vigneta obligatoria para recorrer autopistas en Eslovenia. Pagamos 15€ por una semana.

Ya dentro de Eslovenia el paisaje cambió al poco de pasar la frontera, todo era más verde y más abrupto. La primera parada la hicimos en Postoijna para ver sus famosas cuevas, junto con las de Skocjan las más famosas del país.

Las cuevas de Postoijna son muy famosas por el recorrido en tren que se hace dentro de las cuevas. Se trata de una visita guiada de hora y media, media en tren y una hora a pata. Se hacen visitas cada hora, nosotros nos metimos en el grupo de italianos ya que el de inglés suele estar más saturado de gente.

Cuevas de Postoijna (I)

 Cuevas de Postoijna (II)

Compramos la entrada en cojunto con la del castillo de Predjama, otra de las atracciones turísitcas más famosas del país y que está a menos de 10Km de las cuevas.
Mucha gente se limita a verlo únicamente por fuera desde donde se echa la foto típica pero yo recomiendo entrar a él, te dejan una audio guía y la visita se hace muy amena, la historia del castillo está muy bien narrada.

Castillo de Predjama

Apuramos la tarde acercándonos a las cuevas de Rakov Skocjan, para mi fue una grata sorpresa, se trata de una zona todavía no infestada de turistas y donde se puede hacer un recorrido a lo largo de un río para ver curiosas formaciones naturales, nosotros hicimos solo al última parte para ver uno de los puentes naturales creados por la naturaleza al colapsar el terreno. Luego bajamos a verlo desde la parte inferior por donde pasa el río, un lugar que nos encantó.
Comentar que el sitio no está muy bien señalizado, nosotros pudimos llegar gracias al GPS del móvil.

Rakov Skocjan (I)

Rakov Skocjan (II)

Esa noche dormimos en un sobe dentro del pueblo de Postjoina. Las sobes son casas familiares donde los propietarios te dejan una habitación y a veces también cocina.

Domingo, día 26 de Junio
Hoy tocaba viajar por la carretera que se interna en el valle del río Soca y que va paralela a él durante muchos kilómetros. Este es un trayecto que muchos turistas no hacen en Eslovenia ya que no es tan conocido como las cuevas, Lubjiana o el lago de Bled pero a nosotros nos gustó mucho, lo recomiendo totalmente.

Se trata de un recorrido por carretera de montaña para atravesar el puerto de Vrisc y bajar por el otro lado al valle del río Saba. De esta forma atravesaremos el Parque Nacional de Triglav el cual forma parte de los Alpes Julianos. El pico Triglav de 2.864 metros es el más alto del país y un auténtico símbolo para los eslovenos.

El río Soca nos sorprendió nada más verlo por su espectacular color azul turquesa el cual conserva de principio a fin de su cauce.

La primera parada la hicimos en Tolmin para ver su desfiladero, se trata de un corto recorrido circular de unos 2Km donde se ve el río Soca de cerca además de un puente colgante, otro puente llamado el puente del diablo y la cueva de Dante donde dicen que el poeta Dante Alighieri basó su obra del Infierno de Dante.

Desfiladero de Tolmin (I)

Desfiladero de Tolmin (II)

Tras el recorrido nos fuimos con el coche a ver la iglesia memorial del Espíritu Santo de Javorca. Cuesta llegar con el coche ya que se transita por una carretera en mal estado y muy estrecha pero la verdad es que tanto la iglesia como el lugar son muy bonitos.
La iglesia fue construida en 1916, durante la Primera Guerra Mundial, por soldados austro-húngaros en memoria de los miles de compañeros que murieron en esa zona. Las tropas austrohúngaras estaban formadas por soldados de un montón de regiones que entonces formaban el Imperio (austríacos, húngaros, serbios, croatas, polacos, etc...)

Iglesia de Javorca (I)

 Iglesia de Javorca (II)

Tras comer unos bocadillos en Tolmin junto al río Soca reanudamos el viaje para llegar hasta Kobarid, lugar donde haríamos noche en otro sobe, esta vez un apartamento muy espacioso donde estuvimos muy agusto.

Esa tarde hicimos un recorrido llamado "Itinerario Histórico de Kobarid" de unos 8Km para visitar unos cuantos lugares alrededor de Kovarid. Uno de los más famosos es el "Osario Italiano", una Iglesia levantada por Benito Mussolini en recuerdo de los mas de siete mil soldados italianos que murieron en la batalla de Kobarid durante la primera guerra mundial. También se ven antiguass trincheras y un viejo fuerte pero estos no valen mucho la pena, el otro gran punto fuerte de la ruta es la cascada de Kozjak, un salto de agua donde la gente se suele bañar, yo me quedé en tierra ya que el agua bajada heladita pero Edith no se lo pensó demasiado..., justo al salir nos cayó una buena tromba de agua y yo ya me temía lo peor pero por suerte no duró demasiado.

Osario Italiano en Kovarid

Puente colgante sobre el Soca

Cascada Kozjak

Lunes, día 27 de Junio
Seguimos avanzando por el valle del río Soca. Hoy es el día que peor tiempo nos hizo, hasta llegar a Trenta apenas veíamos nada debido a la cantidad de agua que caía, fue una pena ya que esta zona tenía buenísima pinta. En Trenta paramos a ver el centro de Interpretación del Parque Nacional de Triglav el cual no tenía apenas nada relevante pero nos sirvió para que la tormenta amainara. Comentar que desde Trenta, junto al C.I. se puede ver el pico Triglav, nosotros tuvimos la suerte de que las nubes se iban iendo y pudimos contemplarlo.

Al fondo el pico Triglav

Subimos hasta el puerto de Vrisc haciendo paradas en unos cuantos lugares interesantes, por ejemplo para ver la estatua del explorador Julius Kugy; a la más mínima orillaba el coche y salíamos corriendo a echar las correspondientes fotos. Esta es una zona muy alpina que encantará a cualquiera al que le gusten las montañas tanto como a nosotros.

Estatua en honor a Kugy

En la bajada del puerto paramos a ver la Ruska Kapelika, se trata de un coqueta ermita construída en honor a los trabajadores rusos prisioneros de guerra que perdieron aquí la vida mientras construían la actual carretera. También paramos en una curva a ver un curioso lugar donde la gente se ha dedicado a amontonar un montón de piedras en forma de cairns.

 Vistas hacia los Alpes Julianos

Ruska Kapelika

Llegamos a la hora de comer a Kranjska Gora ya dentro del valle del Saba. Dimos una vuelta por el pueblo y seguimos nuestro camino hacia la zona del lago de Bled, una de las mayores atracciones turísticas del país.

La visita al lago la dejamos para el día siguiente pero esa tarde sí que visitamos la garganta de Vintgar muy próxima al lago. Se trata de un paseíto de unos 4Km ida y vuelta por unas pasarelas de madera que van pegadas a otro río con aguas de color esmeralda.

Ya al anochecer nos acercamos la lago de Bohinj, otro lago contiguo al de Bled más salvaje que este aunque quizás con menos encanto. Habíamos oído hablar muy bien de él pero a nosotros la verdad que nos dejó un poco fríos. Esa noche dormimos en un hostal junto al lago.

 Lago de Bohinj

Martes, día 28 de Junio
Aunque no madrugamos a primera hora nos fuimos hasta el fondo del valle, al otro lado del lago de Bohinj para ver la Slap Savica, la cascada más alta de Eslovenia. Como en la mayor parte de lugares de naturaleza famosos de Eslovenia pagamos el parking y la correspondiente entrada para subir los escalones que en unos 15 minutos te dejan a pies de la cascada, no nos soprendió demasiado, quizás ya hemos visto demasiadas.

Slap Savica

De vuelta paramos junto al lago para ver un par de iglesias curiosas, una de ellas es la de San Juan Bautista famosa por los frescos de su interior.

 Iglesia de San Juan Bautista

Siguiendo de vuelta paramos en Bled el cual como ya esperábamos estaba lleno de turistas. Nos buscamos la vida para aparcar fuera de la zona azul y después alquilamos un par de bicis para dar la vuelta al lago. Es una vueltita muy cómoda que se hace tranquilamente y haciendo paradas en menos de una hora.

Antes de devolver las bicis paramos en la orilla para comer de picnic y darnos un chapuzón el lago. Lo que no hicimos fue lo típico que hacen todos los turistas, pasar en barca a la isleta que hay en medio dle lago. Luego intentamos echar la típica foto desde lo alto del castillo pero no hubo manera ya que no había vistas si no comprabas la entrada cosa a la que nos negamos. Otra opción para conseguir dicha foto es subir a la colina Mala Osojnica, algo que nosotros no hicimos por falta de tiempo y cansancio acumulado.

 Lago de Bled

Ya por la tarde nos fuimos hasta Lubjiana, la capital del país. Nos alojamos en el hostel Tabor, un antiguo colegio usado ahora como hostel, dormimos en lo que era una de las habitaciones de los antiguos alumnos, el hostel nos pareció un lugar muy curioso, allí encontramos gente muy alternativa.

Lubjiana se visita rápido ya que la mayor parte de lugares turísitcos están muy cerquita, algunos de ellos son las Plaza Preseren y Vodnikov, el Ayuntamiento y los puentes de los Dragones, de los Zapateros y el Triple Puente. Nos pareció que es una ciudad con un casco histórico muy bonito y todavía nos gustó más el ambiente que había por las calles, a pesar de ser martes las terrazas de las cafeterías estaban llenas de gente.

Zona del Ayuntamiento en Lubjiana

 Plaza Preseren en Lubjiana

Tras cenar comida mexicana en una terrazita nos dimos un paseo hasta el distrito de Mekelkova, el cual estaba muy cerca de neustro hostel. Mekelkova era un antiguo cuartel militar que ahora se usa como lugar de confluencia de artistas y jóvenes alternativos. Me recordó a la zona de Tacheles en Berlín pero mucho más auténtica. Había mucho ambiente y en algunos viejos edificios atronaba música heavy. Esos edificios por el día también son usados como centro de reunión y de exposiciones. Dentro de recinto hay un hostel muy famoso: el hostel Celica.

Miércoles, día 29 de Junio
Como la noche anterior no pudimos echar buenas fotos regresamos a Mekelkova a la mañana siguiente y pudimos contemplar y fotografiar todo a la luz del día. Todavía vimos gente durmiendo la juerga del día anterior.

Mekelkova (I)

Mekelkova (II) 

Mekelkova (III)

Tras salir de Mekelkova nos fuimos de Lubjiana para regresar hacia el norte hasta la zona de Kamniska Bistrika y visitar Velika Planina, lugar al cual se accede desde un teleférico que pasa cada hora.

Velika Planina es una zona de extensos pastizales que ha estado poblada desde tiempos muy antiguos, ahora el lugar es famoso por tener decenas de casas similares echas de madera. Me pareció un lugar muy visitado por los propios eslovenos pero mucho menos por turistas extranjeros. Nosotros hicimos una ruta muy agradable alrededor del poblado de unos 8Km. Se trata de un lugar que merece la pena visitar si se tienen suficientes días en Eslovenia.

Velika Planina

 Iglesia en Velika Planina

Por la tarde pusimso rumbo a Croacia, ya tocaba cambiar de país. Nuesta idea inicial era ir por la autopista que une Lubjiana con Zagreb, la capital pero a última hora decidimos saltarnos Zagreb y atajar por otra carretera que une ambos países. De esta forma salimos directos a Karlovac, al sur de Zagreb, y donde nos alojamos en un apartamento.

Jueves, día 30 de Junio
De camino a los lagos de Plivitce paramos en Turanj, a las afueras de Karlovac. Allí hay una especie de museo al aire libre con maquinaria de guerra usada en la Guera de los Balcanes. Por lo que leímos en los carteles este pueblo fue atacado por una ofensiva Serbia en el año 1992. Además de tanques, cañones y algún caza también hay edificios que se mantienen tal como quedaron tras la guerra, alguno ahora está siendo restaurado.

 Antigua zona de guerra en Turanj

La siguiente parada antes de llegar a Plivitce la hicimos en Rastoke, un pueblo al que algunos llaman el pequeño Plivitce. Es un pueblecito donde el agua fluye por todas partes y en algunos lugares se originan pequeñas cascadas.
No estuvo mal la visita pero nos pareció que es demasiado artificial, demasiado preparado para el turismo. Para ver la zona más bonita del pueblo hay que pagar una entrada.

 Rastoke

Finalmente llegamos al Parque Nacional de los Lagos de Plivitce, junto a Dubroknik uno de los grandes exponentes turísticos de Croacia.
Hay dos grandes parkings donde dejar el coche, nosotros lo dejamos en el 1, el primero según se llega desde Zagreb. Dentro hay varios recorridos para hacer, nosotros nos decantamos por el C, uno de los considerados intermedios, marcaba una duración estimada de 4 a 6 horas. Nosotros lo hicimos en aproximadamente unas 4 horas y media, eso sí, haciendo abundantes paradas.

En el itinerario se recorren 12 lagos inferiores para luego cruzar mediante una barca el lago Kozjak, el más grande de todos y enlazar con la parte superior donde hay otros 4 lagos. El trayecto de vuelta se hace mediante un autobús.

Este Parque Nacional es precioso, el agua tiene color esmeralda y los lagos see conectan entre sí mediante bonitas cascadas y saltos de agua; la pega que le vimos es que es un lugar que concentra demasiada gente, en la primera parte de pasarelas de madera era complicado incluso moverse debido a la enorme cantidad de turistas.

Lagos de Plivitce (I)

 Lagos de Plivitce (II)

Para acabar el día hicimos el trayecto de carretera desde Plivitce hasta Sibenik, localidad ya situada en la costa del mar Adriático. Nos alojamos en un apartamento con una familia bastante desastrosa pero con la que nos reimos bastante en las afueras de Sibenik.

Viernes, día 1 de Julio
A primera hora nos fuimos a ver Sibenik. Fue la primera ciudad que vimos de Dalmacia y la verdad es que nos defraudó bastante, lo único que nos pareció algo interesante fue la Catedral de Santiago declarada Patromonio de la Humanidad por la Unesco.


 Sibenik

Tras ver Sibenik pensamos que el resto de pueblos de Dalmacia tampoco nos gustarían pero afortunadamente no fue así. Lo que no mejoró demasiado fue el entorno en cuanto a naturaleza, habíamos oído hablar muy bien de la costa croata pero lo que nosotros veíamos desde el coche no nos pareció gran cosa: vegetación mediaterranea menos espectacular que en España.. A mí personalmente me pareció que la costa Croata está sobrevalorada

Tras la decepcionante visita a Sibenik nos fuimos a buscar una playa, desde que llegamos a Dalmacia empezamos a sufrir unos cuantos días de mucho calor y lo que más apetecía era estar a remojo. Paramos a ver las playas de Primosten pero estaban demasiado llenas así que seguimos avanzando y paramos en Marina donde había menos gente, nos gustó mucho la claridad del agua de las playas croatas, eso sí, todas las playas que encontramos eran de guijarros, creo que es lo habitual en el 99% de los casos.

Comimos en un chiringuito junto a la playa y seguimos viaje hasta Trogir donde buscamos alojamiento en el típico Sobe. Por la tarde noche salimos a conocer la zona vieja del pueblo, la cual está concentrada en una isleta entre las dos orillas del pueblo. En contraposición a Sibenik Trogir nos encantó, nos pareció mucho más bonito, por las fotos me pareció que este pueblo es una especie de Dubrovnik en miniatura. La única pega fue la misma que tuvimos en toda la zona de Dalmacia: la gran concentración de turistas.

Castillo de Trogir

Catedral de Trogir
Sábado, día 2 de Julio
Este día llegamos a Split, la ciudad más al sur de Dalmacia en la que estaríamos. Esta es la segunda ciudad más grande de Croacia después de la capital y como Dubrovnik otro importante destino turístico donde amarran muchos cruceros a lo largo del año.

El principal foco turístico de la ciudad es el Palacio de Diocleciano, encargado por el Emperador Romano en los siglos III y IV D.C. Este es otro lugar declarado Patrominio de la Humanidad por la Unesco.

La visita nos llevó toda la mañana, cogimos un mapa en la oficina de turismo y nos dedicamos a deambular por todas las callejuelas que crecieron dentro de las murallas del antiguo palacio y que hoy se fusionan completamente con él. Es un lugar completamente caótico donde se juntan edificios históricos con casas construídas en diferentes épocas. Algunas visitas que hicimos dentro del Palacio fueron el Peristilo, el lugar más famoso; la catedral donde subimos a su torre y bajamos a su cripta; o el templo de Jupiter el cual es muy pequeñito; también bajamos a las catacumbas del Palacio.

Riva, el paseo marítimo de Split

 Peristilo dentro del Palacio de Diocleciano

Después de comer en una terrazita nos subimos andando hasta la colina de Marjan, una zona verde de esparcimiento donde hay buenas vistas de la ciudad y donde se pueden recorrer unos cuantos senderos para conocer otras cuantas ermitas; nosotros solo llegamos a la primera de todas, hacía demasiado calor a las 3 de la tarde.


 Ermita en la colina de Marjan, Split

Por la tarde cambiamos de rumbo y cogimos la autopista para ir hacia el norte ya de regreso hacia Venecia, nuestro objetivo era llegar hasta Zadar donde pasaríamos la noche.

Tras dejar las cosas en la habitación que reservamos nos fuimos pitando para ver el atardecer sobre la costa de Zadar, según Alfred Hitchcock el más bonito del mundo; cuando estábamos llegando al lugar desde donde se suele contemplar vimos el que sol estaba ya poniéndose detrás de un grupo de nubes así que cuando llegamos al sitio perefecto ya lo pillamos escondiéndose, fue una pena porque es verdad que el color del cielo era espectacular.

Ataredecer en Zadar

Lo que sí que hicimos fue entretenernos en el órgano del mar y en el saludo del sol, dos construcciones creadas por un artista croata muy famosas. El primero es un conjunto de tubos donde el agua de las olas entra y produce sonidos muy parecidos al de un órgano. El segundo es un circulo echo en el suelo creado con placas solares las cuales acumulan la energía del sol durante el día y la sueltan por la noche haciendo diferentes juegos de colores.

 Saludo al sol

Domingo, día 3 de Julio
Como la noche anterior no pudimos ver Zadar en condiciones dedicamos la primera parte de la mañana en recorrer los puntos importantes de su casco histórico. Zadar nos gustó bastante, lugares a destacar: la Puerta sur, la Plaza de los 5 pozos, la Torre del Reloj, la Catedral y especialmente la Iglesia románica de San Donato, una auténtica belleza.

Catedral de Zadar e Iglesia circular de San Donato

 Interior de la iglesia de San Donato

Tra la visita a Zadar abandonamos Dalmacia para dirigimos hacia Istria, otra antigua región romana. El primer tramo lo hicimos en autopista pero antes de llegar a Rijeka nos salimos a la carretera de la costa para pasar por Senj. En cuanto a paisajes esta zona es lo que más me gustó de Croacia, quizás porque fue lo más montañoso que vimos.

En Senj paramos a ver el castillo, dentro de él hay un acogedor restaurante y además se pueden visitar sus tres plantas en las que se cuenta la historia de los Uskoks, unos fieros guerreros que combatieorn a los Otomanos y que se refugiaron en este castillo donde aguantaron la tira de años. De todas formas lo más recordaremos de Senj fue el fortísimo viento que nos pilló en la visita la castillo, nos enteramos que se llama viento Bora y que se suele dar habitualmente en esta zona. Personalmente yo no recuerdo nunca haber sufrido un viento tan fuerte, en ocasiones nos costaba hasta mantener el equilibrio.

Senj desde un ventanuco dle castillo

 El viento Bora casi se lleva a Edith

Lo siguiente que hicimos fue parar en una pequeña playa de guijarros junto a Senj donde estuvimos muy agusto descansando, esta vez no hubo chapuzón, el viento lo hacía muy desapacible.

El resto del día lo dedicamos en seguir nuestro viaje hacia Istria, pasamos la importante ciudad industrial de Rijeka y finalmente llegamos a Pula, la ciudad más al sur. Allí buscamos un sobe y elegimos uno muy cercano al centro en el que Eva, la propietaria, nos recibió muy agradablemente.

Lunes, día 4 de Julio
Dedicamos la mañana a ver Pula, una ciudad donde al igual que en el resto de pueblos de Istria vimos mucha influencia romana; hoy en día incluso mucha gente de por aquí habla Italiano.

El principal atractivo turísitco de Pula es su famoso anfiteatro, muy bien conservado. Nosotros entramos a verlo por dentro pero es posible verlo bastante bien desde fuera y de esta forma evitar pagar la costosa entrada.

Otros lugares a destacar de Pula son el Arco de los Sergios, el Templo de Augusto, la Catedral o el antiguo Fuerte Veneciano, nosotros no entramos a ninguno de ellos, nos conformamos con verlos desde fuera; el caso histórico de Pula es muy fácil de recorrer ya que todos estos lugares están situados muy cerquita unos de otros.

Puerta de los Sergios

 Anfiteatro arena

Desde Pula nos llegamos hasta la parte más meridional de la Península de Istria: la zona de Premantura donde está el Parque Natural de Kamenjak. Este es un lugar donde hay infinidad de calas salvajes a las que se accede por pistas de tierra por las que hay que pagar para transitar con vehículo a motor. Vimos mucha gente en bicicleta por esta zona.
Nosotros elegimos una de las múltiples calas rodeadas de abruptas rocas y aguas de color turquesa, un auténtico paraíso.

Por la tarde llegamos a Rovinj, con diferencia el pueblo que más nos gustó de Istria. Su zona histórica está perfectamente delimitada junto al mar y nos pareció un lugar precioso, sus callejuelas y edificios tiene muchísimo encanto.  Además de la belleza del pueblo tuvimos la suerte de pillar un atardecer espectacular, en Zadar fallamos pero lo compensamos con este.

Atardecer en Rovinj (I)

Atardecer en Rovinj (II)

Esa noche dormimos en un sobe situado en las afueras de Rovinj.

Martes, día 5 de Julio
Por la mañana nos acercamos a ver Porec, otro de los pueblos famosos costeros de Istria. El pueblo en sí no nos pareció muy reseñable, si acaso la Basílica Eufrasica, joya del arte Bizantino y declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

 Basílica Eufrásica de Porec

En Porec aprovechamos  para comprar unos cuantos souvenirs, siempre hacemos igual, dejamos las compras para el último día.

En Porec dejamos la costa y nos adentramos en el interior de Istria para ver el que es probablemente el pueblo más famoso no costerro: Motovaun, un bonito pueblo situado en un cerro y al que se sube andando por unas empinado camino. El coche hay que dejarlo en un parking inferior donde nosotros nos evitamos pagar dejando el coche un poco más abajo junto al cementerio. Si no os interfiere mucho en vuestro viaje creo que es un pueblo que se merece una detenida visita.

Motovaun (I)

 Motovaun (II)

Ya por la atrde volvimos a pasar la frontera para regresar a Eslovenia donde nos dirigimos hasta las Cuevas de Skocjan las cuales habíamos dejado deliberadamente sin visitar para verlas en el regreso hacia Venecia. Todos estos tramos de carretera en Eslovenia los hicimos sin pisar la auopista ya que queríamos evitar volver a comprar la vigneta para un solo día cuando se vende para un periodo mínimo de 7 días.

Las Cuevas de Skocjan tal como esperábamos nos encantaron, son unas cuevas muy diferentes a cualquier otra que se haya visto, no en vano están declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Se formaron por un río que abrió una garganta profundísima. Solo se pueden vistar mediante una visita guiada muy controlada. Nosotros llegamos a la vista de las 17h, la última del día. Hay dos modalidades de visita, nosotros elegimos la corta, la que dura hora y media y que es la que suele hacer la mayor parte de la gente. Tras una breve caminata con la guía se llega a la entrada a las cuevas y ya desde ahí se hace un recorrido que se compone de dos partes diferenciadas: una primera donde se ven formaciones típicas que se suelen ver en otras cuevas y una segunda totalmente espectacular en la cual se anda por una pasarela pegada al enorme cañón del río; especialmente sorprende la magnitud de la cavidad. Luego el regreso se hace a través de un ascensor que te lleva de regreso al parking aunque hay un camino alternativo que se puede hacer andando.

 Saliendo de la cueva de Skopje

Tras la vista de las cuevas seguimos avanzando hacia Venecia, pasamos la frontera con Italia a la altura de Trieste y elegimos para dormir Monfalcone, un pueblo muy cercano al Aeropuerto de Trieste. Elegimos un sobe donde los propietarios nos recibieron estupendamente y con los que estuvimos manteniendo una distendida conversación en italiano-español-inglés.

Miércoles, día 5 de Julio
Tras el desayuno en el alojamiento preparamos las maletas, no despedimos de la cariñosa dueña y adecentamos el coche en una gasolinera de camino a Treviso. Dejamos el coche en el aeropuerto y regresamos a España sin percances.