Viernes, día 6
La primera parada la hicimos en el pueblo de Riglos. El objetivo era dar una vuelta completa a los Mallos de Riglos, unos monolitos de conglomerado muy famosos en el mundo de los escaladores. -Ver ruta en Senderioja-
Tras la ruta de senderismo y antes de llegar a Huesca paramos a ver el Castillo de Loarre, uno de los principales atractivos turísiticos de la provincia. Se trata de uno de los castillos románicos mejor conservados del país. La visita es de pago, nos costó 3,90€.
Tras la visita sí que ya nos marchamos para Huesca, es una pena que estos días sean tan cortos, para las 17,30h ya nos anochecía. En Huesca teníamos reservado un hotel para dos días y que elegimos porque admitía animales ya que esta vez nos trajimos a Fidel con nosotros.
Sábado, día 7
Huesca es una ciudad muy sencilla de visitar, invertimos la mañana para verla y aún así nos sobró tiempo.
Lo que visitamos fue el parque Miguel Servet, el más famoso de la ciudad; el casino o circulo oscense, edificio modernista al que se puede y merece la pena acceder; la Iglesia de San Pedro el Viejo, la más famosa de la ciudad y finalmente la Catedral, a esta última no entramos. Tras la visita a estos lugares nos dimos un paseo por el parque de la Universidad y acabamos tomando unos pinchos en una zona que nos recomendaron en el hotel.
Como nos quedamos con hambre nos cogimos una pizza y regresamos al hotel. Tras descansar un rato y viendo que la ciudad no daba para más, cogimos el coche y nos acercamos a las inmediaciones de la ciudad para hacer otra ruta de senderismo.
Hicimos otro corto recorrido, esta vez para visitar las Gorgas y la Ermita de San Julián de Andría. -Ver ruta en Senderioja- El recorrido de aproximación al lugar no tenía mayor interés pero sí la zona de las Gorgas. Se trata de un lugar muy curioso donde se camina entre las altas paredes de conglomerado a lo largo de un profundo tajo, lástima que no se puede avanzar demasiado ya que enseguida se llega a un lugar por donde ya es imposible avanzar.
Tras visitar las gorgas subimos a ver la Ermita de San Julián, situada al abrigo de otra pared de conglomerado. Aquí estuvimos un rato descansando y disfrutando de la gran capacidad de este lugar para producir efectos de eco.
Domingo, día8
Abandonamos el hotel de Huesca y partimos hacia la Sierra de Guara, uno de los Parque Naturales de la provincia.
El primer lugar que conocimos de Guara fue el Embalse de Vadiello. Allí dejamos el coche para hacer otra ruta de senderismo. Se trataba del recorrido balizado como S7: Vadiello - Ermitas de San Cosme y San Damián - El Huevo. -Ver ruta en Senderioja-
La parte que más nos gustó del recorrido fue el embalse en sí, el resto de la ruta no tiene especial interés. Aunque se llegan a visitar hasta un total de siete ermitas, la mayor parte de ellas no tienen especial interés. A lo que se conoce como "el huevo" es un pináculo de conglomerado que recibe este nombre por su curiosa forma pero el caso es que en el recorrido solo se llega a ver desde la base y no se aprecia su forma.
Si volviera a esta zona solo visitaría el embalse, la ruta creo que se puede obviar, pienso que en la Sierra de Guara hay recorridos más interesantes.
La ruta se nos alargó más de lo previsto así que salimos zumbando hacia Alquézar, con diferencia el pueblo más turístico de toda la Sierra de Guara. Debido a que anochecía pronto tuvimos que ver el pueblo con bastante prisa, fue una pena porque es un pueblo realmente bonito. No llegamos a entrar a la colegiata que hay en lo alto del pueblo pero sí que nos dió tiempo a recorrer el camino llamado Pasarelas del río Vero.
Se trata de un sendero que da la vuelta al pueblo y que en muchos tramos está provisto de puentes y pasarelas metálicas que salvan el río Vero. El camino lo iniciamos descendiendo por el barranco de la fuente para luego entrar en el cauce del río Vero, pasar la antigua Central Hidroeléctrica y regresar al pueblo. Son apenas 2Km de recorrido que merece mucho la pena hacer. En algunos tramos se pasa por lugares que pueden llegar a dar algo de vértigo pero todo el camino está protegido por estructuras metálicas; aún así nuestro perro Fidel las pasó un poco canutas en algunas zonas.
Ya de noche cerrada nos fuimos de Alquézar para ir hasta el vecino pueblo de Colungo donde habíamos reservado una sencilla habitación pero que también admitía mascotas perrunas.
Lunes, día 9
Lo último que visitamos en Guara fue el Salto de Bierge, una pequeña cascada artificial muy famosa en verano por la cantidad de turistas que vienen aquí a bañarse. Al visitarlo en esta época nosotros tuvimos la suerte de verlo para nosotros solos.
Me dió rabia el hecho de que no nos dió tiempo a realizar una ruta que tenía planificada por la zona del barranco de Mascun, otra de las zonas más famosas de Guara.
Lo que sí hicimos ya de camino a Logroño fue parar a comer en Lumbier y ya de paso dar una vuelta por la Foz de Lumbier. Tanto Edith como yo ya habíamos visitado el lugar con anterioridad pero esta vez alargamos algo la ruta haciendo el regreso por otro camino exterior a la foz. -Ver ruta en Senderioja-