Los días que elegí para visitar la zona creo que han sido todo un acierto debido que evité los días de mayor afluencia de visitantes y además el valle todavía estaba bastante verde debido a la gran cantidad de lluvia y nieve que cayó por aquí prácticamente con el verano casi entrado.
Estos cuatro días que he pasado por allí me han permitido conocer el valle con bastante profundidad, realice dos rutas de senderismo y otras dos de montaña. El viaje resulto así:
Sábado, 31 de Agosto:
Tras las casi cuatro horas que cuesta llegar hice la primera parada en Benasque y entre a ver la enorme tienda de montaña que Barrabes tiene aquí en la capital del valle, son 4 plantas dedicadas exclusivamente a la montaña y el esquí.
A la hora de comer me fuí hasta la zona de acampada de la Senarta para comerme un bocata que traía de casa. Aquí ya pude contemplar los estragos que hicieron las riadas que se produjeron en el valle en el mes de Junio de este mismo año; aunque se trabajó mucho para acondicionar todo esto cuanto antes todavía se notan las secuelas.
Tras comer me fuí al valle de Estos, uno los valles anexos al principal de Benasque. Esta tarde realicé una ruta hasta el Ibón de Escarpinosa, uno de los ibones más visitados de la zona debido a su belleza y su privilejiada situación. -Ver ruta en Senderioja-
Tras el recorrido regresé a Benasque donde tenía el alojamiento, la verdad es que estuve muy a gusto ya que a pesar de que tenía contratada una habitación me la cambiaron por un coqueto y amplio apartamento donde incluso pude cocinar.
Antes de recogerme me dió tiempo a dar una vuelta y conocer el pueblo de Benasque, se nota que es un pueblo que vive del turismo de montaña, me sorprendió mucho la cantidad de tiendas de ropa y equipación de montaña que existen. Por lo demás es el típico pueblo pirenaico de postal con casas de roca y tejados de pizarra.
Domingo, 1 de Septiembre:
El Domingo me levanté a las 6,30h porque a las 7,30h salía desde la Senarta el autobús que me subiría hasta el Puente de Coronas donde empezaba mi excursión del día. La carretera hasta aquí se cierra en época estival y es necesario tomar este autobús para poder subir. El viaje en este llamado "autobús de las nubes" es toda una expriencia, el autobús se encarama hasta los 2000 metros de altitud ascendiendo por una pista llena de baches y con unos barrancos bastante profundos, procuré no mirar demasiado por la ventanilla.
A las 8,15h el autobús nos dejó en el Puente de Coronas y desde allí hice una ruta hasta la Tuca de Vallibierna, un pico situado enfrente del Aneto y que sobrepasa los 3000 metros. Para mí resulto una excursión bastante emotiva ya que este ha sido el primer pico de 3000 metros que asciendo. Acabé muy cansado y además tuve que bajar bastante deprisa porque el autobús que nos bajaba a la Senarta salía a las 16h; llegué con 15 minutos de margen nada más. -Ver ruta en Senderioja.es-
En el autobús y en la ascensión coincidí con una pareja de catalanes con los que hice amistad y con los que luego quedé por la tarde para echar unos refrigerios en Benasque. Ellos ya se iban esta tarde, era su último día por aquí, a mí todavía me quedaban dos días más.
Lunes, 2 de Septiembre:
Tras la paliza del día anterior el lunes opté por hacer una excursión más relajada. A pesar de no contar con altitud creo que fue el recorrido que más me gustó de todas las vacaciones, quizás porque me lo tomé de forma más relajada, incluso en el regreso me eché una cervezita en el Refugio de al Renclusa.
Empezé a andar desde la Besurta (hasta donde también se llega únicamente con bus, la carretera de los Llanos del hospital se cierra en época estival) y visité tres lugares imprescindibles del valle de Benasque: el Forau de Aigualluts, el Coll de Toro y el Refugio de la Renclusa. Hasta el Coll de Toro no tenía pensado llegar pero como estaba animado y me veía andando bien decidí acercarme hasta allí. -Ver ruta en Senderioja-
El Forau de Aigualluts es una dolina o cueva subterranea donde el agua se filtra para aparecer después
en el vecino Valle de Arán y acabar en el río Garona ya en Francia. El Coll de Toro es un paso hacia Francia y allí pude ver un ibón muy bonito. El Refugio de la Renclusa es uno de los refugios míticos del Pirineo ya que desde suele ser el punto de partida de los montañros que escalan el Aneto.
La tarde la invertí en ver algunos de los pueblos que rodean Benasque. Primero subí hasta Cerler, famoso por sus pistas de esquí, es la segunda estación másgrande del Pirineo. El pueblo está situado justo encima de Benasque, unos 500 metros más arriba. Aparte de su pequeño casco histórico el resto es un horror, se trata del típico pueblo que vive por y para el esquí. Al bajar de Cerler paré en el mirador desde donde hay una vista perfecta del pueblo de Benasque.
La siguiente parada: Anciles, esta pedanía de Benasque es justo todo lo contrario a Cerler, es un pueblo muy pequeñito pero con un gusto exquisito en sus escasas construcciones.
Como ya estaba un poco harto del coche, para acercarme a Eriste lo hice andando desde Anciles, apenas un kilómetro y medio separa a estas dos localidades. Eriste es el punto de partida para llegar al refugio Angel Orus desde de donde se suele subir al Posets.
Martes, 3 deSeptiembre:
El martes me acerqué hasta los Llanos del Hospital. Aparqué en el parking que hay justo antes de la barrera que impide el paso a vehículos en verano y sin más dilación enfilé la subida hacia la Tuca de Salvaguardia, el pico que me tocaba ascender en este último día.
Esta ruta es una de las imprescindibles en el Valle de Benasque ya que además de recorrer los Llanos del Hospital y el Plan de Están se sube hasta una zona desde donde hay unas vistas perfectos del macizo Aneto-Maladetas. Además, antes de llegar a la cima de Salvaguardia se pasa por el Portillón de Benasque, uno de los pasos tradicionales que unen Francia y España. -Ver ruta en Senderioja-
En la vuelta aproveché para acercarme a ver por fuera el Hospital de Benasque, un hotel situado en un lugar de ensueño y que se llama así porque está construído donde antes existía un antiguo hospicio donde se daba asistencia a los viajeros y comerciantes que pasaban por aquí.
