Primero, antes de nada, llegar tarde a buscar a la suegra ( de ahora en adelante Juli, que parece mal referirse a ella como "suegra"), como siempre pasamos a recogerla tarde por su casa, cerca de media hora esta vez, la verdaz es que no se como sigue queriendo ir con nosotros a ningún sitio, ¡vaya paciencia!
El primer destino eran las famosas lagunas de Neila, tenía mis dudas de si ir por la nacional N-120 de Burgos o por la comarcal C-113 de Canales de la Sierra. Al final me decanté por la última opción ya que al ser sábado teníamos altas posibilidades de coincidir con un gran número de camiones que pasan todos los días por la N-120. En qué hora elejí ir por dicha comarcal..., ya no recordaba lo mala que es esta carretera ya que hacía mucho tiempo desde la última vez que pasé por este camino de cabras. Tras muchísisimas curvas y mareos de Juli por fin atravesamos las siete villas y llegamos a la lagunas de Neila. Estuvimos en un mirador que hay justo antes de llegar y viendo sólo dos de las lagunas: la larga y la negra
Vistas desde el mirador | Laguna negra |
Laguna larga |
Luego nos acercamos a Silos para ver el famoso monasterio benedictino de Santo Domingo de Silos. Allí, después de hacer la correspondiente cola, nos iban cojiendo en grupos de unas 30 personas y el guía nos iba empujando rápidamente para acabar viendo únicamente el claustro y un par de salas de todo el monasterio, una verguenza.
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Por fuera | Por dentro |
Tras salir del monasterio vimos que todavía teníamos tiempo, así que nos acercamos al desfiladero de la Yecla, un pequeño cañón excavado en la roca, bastante bonito pero como ocurre con tantas cosas, demasiado masificado de gente.
Desfiladero (1) | Desfiladero (2) |