sábado, marzo 29, 2008

Crecidas en el Ebro

Últimamente ha llovido y nevado abundantemente en el norte de España; además, el calor que ha hecho ha conseguido producir un rápido deshielo de la nieve de las montañas. Gracias a todo esto el Ebro está a punto de desbordarse en varios puntos de Navarra/Aragón.
Por aquí por Logroño, a pesar de que recibe sus afluentes más fuertes más adelante, ya pasa bastante crecido. No quiero imaginarme como debe ir por Zaragoza.
Hoy me he acercado con la cámara de fotos a echar unas instantáneas de la corriente a su paso por el Puente de Piedra.

La fuerza del agua

Ahora vendrán los del PP a decir que el trasvase del Ebro es necesario, que sobra agua. Yo soy de los que piensa que para dársela a empresarios propietarios de parques temáticos y campos de golf, constructores/especuladores de la costa mediterranea y demás chusma, mejor que se la lleve el mar.

domingo, marzo 23, 2008

Semana Santa en la playita

Esta semana santa a Edith le tocaba trabajar todos los días así que he decidido bajar con la cuadrilla de amigos a Alicante, más concretamente a San Juan (un barrio de Alicante); allí Kike tiene una casa de unos 250 metros cuadrados, a pie de playa. Amigos, buen tiempo, playita, vacaciones, alojamiento gratis, ¿que más se puede pedir?

Salimos de Logroño el miércoles, día 19, divididos en dos grupos. Primero salimos sobre las 6 de la tarde Félix y yo, unas cuantas horas más tarde salieron los currantes. Cogiendo la A68 hasta Zaragoza y luego la reciente A23 (autovía mudéjar) hasta Valencia llegamos a la capital levantina casi sin enterarnos.
Para hacer tiempo hasta que llegara el resto del grupo, y aprovechando que era la última noche de fallas en
Valencia decidimos parar a ver la cremá Cuando llegamos ya eran cerca de las 12 de la noche, pensamos que habría muy pocas fallas y que en una ciudad tan grande nos iba a resultar imposible encontrarlas. Llamamos a un amigo para preguntarle y nos dijo que nos saliéramos por cualquier calle, que nos podíamos encontrar quema de fallas en cualquier calle o barrio. Así lo hicimos, fuimos con el coche callejeando por toda la ciudad a la caza de todas la fallas que pudimos.
Al final no vimos demasiadas porque llegamos un poco tarde, y con el coche cargado de bolsas de viaje a la vista. Aún así la experiencia me gustó mucho, me pareció algo muy original.



La única falla que vimos antes de ser quemadaOtra falla, de un dragón, ésta ardiendo

Al llegar a San Juan, ya estaba el resto de la cuadrilla esperándonos. Subir las mochilas al piso, maravillarnos ante el piso que teníamos delante, sortear el reparto de habitaciones y dormir. No nos dió tiempo a más, eran cerca de las 5 de la mañana.

Salón a todo lujo
Vistas paradisiacas

Cuando nos levatamos el día siguiente fuimos a Alicante. El día estaba malo y lo único que vitiamos fué el castillo de Santa Bárbara.




Vistas desde el CastilloLa cuadrilla posando

Comimos en un centro comercial y como el tiempo no mejoraba decidimos pasar la tarde en la casa. Partidita de póker por la tarde y ya por la noche de farra, todos menos yo, que me entró un dolor horrible de cabeza y me quedé durmiendo.
En la mañana del viernes el tiempo mejoró y pudimos bajar a dar un paseíllo por la playa. La playa de San Juan, además de ser una playa de muy buenas condiciones es muy grande, unos 14 kilómetros de arena.

Playa de San Juan

Después de comer volvimos a Alicante a pasar la tarde del viernes. Estuvimos por la zona del paseo marítimo y por el casco histórico.
Pienso que si a Alicante le quitas la playa y el castillo apenas le quedan atractivos que mostrar a los turistas.


Castillo de Santa Bárbara visto desde abajo

El sábado todavía hizo mejor tiempo, bajamos a tumbarnos a la playa y algunos valientes hasta se metieron en las frías aguas. Comimos una paellita en un chiringuito de la playa donde nos reímos mucho y ya subimos al piso a hacer la digestión después de la comilona, el resto del día-noche la verdad es que lo tiramos bastante, se puede resumir todo lo que hicimos en una sóla palabra: póker. Nos ha dado fuerte.
El domingo, a eso de las 12 de la mañana, algunos de los del grupo ya nos volvimos para tierras riojanas.

domingo, marzo 02, 2008

Burgos, en tierras del Cid

Burgos, está muy cerquita de Logroño, concretamente a tan sólo 115Km. A pesar de ello no había estado desde hacía muchos años, por ello hoy hemos decidido acercarnos para hacerle una visita relámpago.

Llegábamos a Burgos a las 12 de la mañana, y lo primero que hemos echo ha sido acercarnos a ver el
Monasterio de Las Reales Huelgas, que está un poco apartado del centro, en la parte occidental de la ciudad.
Este es un Monasterio Cisterciense fundado en el año 1189 por el rey Alfonso VIII, forma parte del Patrimonio Nacional y en él todavía habita una comunidad de monjas.
Lo hemos recorrido acompañados por una guía y la visita ha tenido una duración de una hora, previo pago de la correspondiente entrada de 5€.
Monasterio de las Huelgas (I)
Monasterio de las Huelgas (II)

Cerca de la hora de comer nos hemos metido en el centro de la ciudad con el coche, tras ver lo difícil que iba a resultarnos aparcar he decidido meter el coche en un parking subterráneo, justo debajo de la famosa Plaza Mayor.

Hemos visto la Casa del Cordón, la Plaza de San Juan, la Plaza de Europa y ya nos ha dado al hora de comer; no nos hemos complicado mucho: bocata y botellín de agua, más barato imposible.

Casa del Cordón

Con las fuerzas recuperadas hemos ido a ver el monumento estrella: la Catedral de Burgos. Está declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, es de estilo gótico y junto a la catedral de León está considerada una de las mejores de España.

La fachada principal, (puerta de Santa María) es la más destacada, es de estilo gótico francés y presenta unas torres de clara influencia germánica; estas fueron añadidas por el arquitecto Juan de Colonia en el S. XV.
La entrada al interior se hace por la puerta del Sarmental (previo pago de otros 4€, en esta ciudad se paga por entrar a casi todos los sitios).
Si la catedral es impresionante desde el exterior también lo es desde el interior, lugares a destacar: la escalera dorada (obra de Diego Siloé), el
papamoscas (un curioso reloj), el cuadro de la Magdalena (pintado por Giovan Pierto Rizzoli, discípulo de Da Vinci), la tumba del Cid (situada en el crucero), el cimborrio de la Capilla del Condestable y el claustro.




Fachada principal (puerta de Sta María)
Fachada sur (Puerta de Sarmental)




Cimborrio (I)Cimborrio (II)
Mural del Cid dibujado dentro de la Catedral

Tras la paliza en la catedral, nos acercamos a ver la Puerta de Santa María, una de las puertas de la antigua muralla medieval.

Puerta de Santa María

De allí subimos al Castillo, está elevado en un cerro desde donde hay unas vistas inmensas de la ciudad. La entrada al castillo estaba cerrada pero de todas formas merece la pena subir.

Al bajar del castillo ya estaba anocheciendo; nos dedicamos a recorrer la ribera del río Arlanzón, una estupenda vía verde formada por varios parques encadenados uno tras otro: el paseo de la Isla, el paseo del Espolón y el paseo de Fuentes Blancas.
Nos dio tiempo a recorrer los dos primeros. En la zona de Fuentes Blancas se encuentra otro de los monumentos claves de la ciudad:
La Cartuja de Miraflores, este lo dejamos para otra ocasión.