Recientemente las salinas se declararon Monumento Histórico y actualmente se encuentran en pleno proceso de restauración. Cuando fueron abanadonadas el estado que presentaban era realmente lamentable. Calculan que en 20 años estarán completamente reformadas.
Para visitar las Salinas de añana es necesario realizar una visita guiada que se contrata desde el Centro de Interpretación que hay en la salida del pueblo. Únicamente cuesta 4€ y la verdad es que es muy instructivo, la guía nos explicará muchas cosas sobre la extracción de sal.
El proceso de extracción en realidad es bastante sencillo: en esta zona manantiales de agua atraviesan bloques de sal subterraneos y salen a la superficie con una alta concentracion de sal. Esta salmuera (agua + sal) se canaliza por unos conductos de madera de pino especial (en ellos la sal evita que se pudra la madera) y es repartida hasta unos pozos donde los salineros la almacenaban para luego mediante cubos extenderla en las eras, donde ya se evaporaba el agua por efecto del calor y podía extraer la sal que era almacenada allí mismo en unas terrazas.
Antes de entrar a la visita guiada hicimos tiempo dando una vuelta por el pueblo y al salir dimos un pequeño paseo por un tramo del GR-1 que nos llevó hasta el Monasterio de San Juan de Acre, el cual ya estaba cerrado cuando llegamos.
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| Vista de las Salinas (I) | Vista de las Salinas (II) |
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| Canaleta con salmuera | Eras para evaporizar el agua |
Nuestra otra visita del día fue a la zona del llamado Monumento Natural del Monte Santiago. Es un área muy turística situada en el noreste de Burgos, junto al puerto de Orduña, justo en el límite con la provincia de Álava.
En él, además de un centro de interpretación, merenderos para comer y una red muy completa de senderos balizados; lo que destaca especialmente es el nacimiento del río Nervión, un salto de agua que en época de lluvias alcanza unos 200 metros de altura.
Para llegar subiremos hasta el puerto de Orduña desde la provincia de Burgos y un poco antes de llegar a la parte más alta del puerto veremos un cartel indicador que nos indica que el Monte Santiuago se encuentra a la derecha. A partir de aquí seguiremos una pista con muchos baches que nos llevará hasta tras 3Km al parking del fondo.
Existen hasta trece rutas para hacer; nosotros nos decantamos por enlazar tres de ellas con las que prácticmente recorreríamos las zonas más interesantes.
Nuestro recorrido ha sido el siguiente: Primero cojimos el PR.BU.42 que nos lleva hasta el Mirador del Nervión (1,8Km), después enlazamos con el PR.BU.45 (senda del cortado) que nos lelvará hasta el Mirador de la esquina de Rubén. Desde aquí regresamos la parking usando el PR.BU.41.
Justo antes de llegar al mirador del Nervión podemos contemplar la recreación de una antigua lobera donde caían los lobos tras ser acorralados en esta zona.
La zona del Salto del Nervión nos pareció impresionante; la pena es que no vimos ni gota de agua, estamos ya demasiado cerca del verano, únicamente se puede ver caer el agua en invierno o en primavera.
Desde el Mirador de la esquina de Ruben hay unas vistas magníficas hacia el valle de Orduña y hacia la Sierra Salbada alavesa (se ven cumbres como el Txarlazo o el Tologorri).
El centro de interpretación nos lo encontramos cerrado pero sí que bajamos al río que hay justo debajo de él, un sitio donde se está muy tranquilo y repleto de anfibios.
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| Desde aquí debería caer el agua del Nervión | Mirador del Salto del Nervión |
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| Recreación de la lobera | Zona llena de anfibios |