sábado, julio 25, 2015

Con la furgo por el sureste de Francia

Como para estas vacaciones de Julio queríamos libertad de movimientos y capacidad de improvisación decidimos alquilar una furgoneta. La Semana Santa del año pasado ya lo hicimos pero esta vez nos hemos decantado por un modelo más original, se trataba de una Citroen Berlingo modificada. A pesar de su pequeño tamaño tenía tres posiciones: la normal con los asientos puestos y otras dos con los asientos abatidos, una en modo mesa y otra en modo cama. Para dormir, en las ventanas se ponían una alfombrillas con ventosas. Además también tenía una cocina que funciona con alcohol y un garrafa tipo fuente de 10 litros que nos ha salvado de más de una.

La mezcla de la maniobralidad que da un vehículo pequeño con las prestaciones de una camper me ha encantado, total que ya ando con el run run de comprarme un bicho de estos

Nos trajeron la furgoneta el viernes a las 16,30h, tras explicarnos como funcionaba todo arrancamos nuestro viaje con destino a Francia, la idea era abarcar todo lo posible de la zona del Pirineo Francés más oriental y central ya que el occidental ya lo teníamos más visto. Al final sólo hemos estado por la parte más oriental, la central la dejaremos para otra ocasión. Concretamente hemos estado en las regiones de Languedoc-Rosellón (departamentos de Pirineos Orientales y Aude) y Midi Pyrenees (departamento de Ariege)

Viernes, día 17
Nuestro primer destino era la Cerdanya, la comarca catalana separada por la frontera establecida en el Tratado de los Pirineos de 1659. La baja Cerdaña es la parte Española y la alta la Francesa. Se trata de un extenso y muy bonito valle regado por el río Segre y sus afluentes.

Tras 5 horas de viaje llegamos a Bellver de Cerdaña donde tenía un furgoperfecto mirado para dormir. A pesar de llegar ya de noche cerrada no se nos ocurrió otra cosa que ir a hacer un poco de espeleología; sin pensarlo dos veces nos pusimos los frontales y ropa vieja y nos marchamos a la Cova d'Anes, una cueva cercana a Bellver de unos 335 metros de exploración libre.

Se trata de una cueva muy chula, pero además el hecho de entrar de noche le daba a la visita un aire todavía más mágico. La pega que tiene es que hay muchas zonas resbaladizas donde es fácil pegarse una buena leche. Nosotros no llegamos hasta el final aunque nos quedó poco.

Entrada a la Cova d'Anes

 Interior de la Cova d'Anes

Salimos de la cueva bastante tarde y bastante cansados así que nos fuimos al parking de Bellver donde pasaríamos la primera noche.

Sábado, día 18
Tras el desayuno en la furgo nos dimos una vuelta por el Barri Vell de Bellver, la parte más alta del pueblo. Antes de irnos también nos acercamos a ver la Iglesia de Sta Mª del Talló, una iglesia de estilo románico de las más famosas y representativas de la Cerdanya.

Furgoperfecto en Bellver

Bellver de Cerdanya

La siguiente parada la hicimos en Puigcerdá, la capital de la Cerdaña situada justo en la frontera entre España y Francia.

La oficina de turismo de Puigcerdá está situada en la solitaria torre que queda de la iglesia, un lugar muy original. Allí nos informaron de lo que había para ver en el pueblo. El atractivo principal del pueblo está situado en el estanque de Puigcerdá, un lago artificial rodeado de árboles y mansiones construídas por la antigua burguesía catalana. Es un lago muy bonito que todavía ganará más belleza en otoño cuando los árboles tomen tonos ocres e incluso e invierno cuando el lago se hiele completamente.

Oficina de turismo de Puigcerdá

 Lago artificial de Puigcerdá

Tras comer nos fuimos a Llivia, un caso curioso ya que se trata de un pueblo español situado completamente en territorio francés. Aquí nos fuimos directamente a ver la famosa Farmacia de los Esteve, dicen que una de las más antiguas de Europa (se cree que su origen se remonta al S. XV). Ahora está integrada dentro de un museo por el que hay que pagar para entrar.

Lo más valioso que se conserva de la antigua farmacia de Llivia

Exterior de la farmacia

El tiempo andaba algo revuelto con probabilidad de tormentas pero aún así nos la jugamos a hacer una ruta de senderismo por la tarde. Tomamos el autobús que nos subió hasta los Lagos de las Bullosas, aquí hicimos una ruta alrededor de doce de estos lagos pirenaicos. -Ver ruta en Senderioja-

Lagos de las Bullosas (I)

Lagos de las Bullosas (II) 

Lagos de las Bullosas (III) 

Domingo, día 19
Dormimos al lado de Mont Louis así que esta fue la primera visita del día. Este es una pueblo fortaleza que junto a otros 11 lugares forman las llamadas fortificaciones de Vauban declaradas en su conjunto como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Todas ellas la construyó el Ingeniero militar Vauban para defender las fronteras norte, este y sur de Francia.

El pueblo amurallado es pequeñito, en la parte alta está la ciudadela a la que está prohibido entrar ya que es lugar de entrenamiento del ejército Francés, nosotros lo que sí hicimos fue rodear todo su perímetro.

 Entada a Mont Louis

 Horno solar gigante

Lugar de entrenamiento de los comandos

El resto de la mañana la invertimos en realizar una famosa ruta por esta zona: las Gorges de la Caranca. Se trata de un variado recorrido por el que se transita por pasarelas y escaleras metálicas, puentes tibetanos y una bonita cornisa tipo la de la ruta del Cares, un recorrido imprescindible si se visita esta zona.

Sendero de la cornisa

Pasarelas (I)

Pasarelas (II)

 Escalera

La tarde nos la tomamos más relajada, la pasamos íntegramente en Villafranca del Conflent, otro pueblo fortificado que forma parte de las fortificaciones de Vauban. Además del pueblo (muy turístico) lo más relevante aquí es el Fort Liberia, un fuerte situado 300 metros más arriba del pueblo y que está conectado con él mediante unas escaleras subterraneas. Las contamos y en total nos salieron cerca de 1000 escaleras!

Villafranca del Conflent, arriba el Fort Liberia

Esta noche dormimos en un camping de la zona con la intención de ducharnos y conectar un poco con la realidad gracias al Wifi. Nos resultó curioso que el camping estaba completamente ocupado por holandeses; hay que ver que gente más silenciosa, a pesar de estar lleno en el camping no se oía ni un sólo ruido.

Lunes, día 20
Para el día siguiente habíamos reservado un taxi 4x4 que nos subiría al Refugio de Cortalets para hacer la ascensión al Canigó así que no nos podíamos alejar demasiado de esta zona.

Lo primero que hicimos fue hacer el recorrido de 4Km ida y vuelta que sube hasta la Abadía de San Martín del Canigó, una edificación situada en la cima de una montaña. Subimos a echar unas fotos hasta el mirador que hay encima de ella pero no entramos a verla por dentro ya que era una visita guiada, supongo que en francés, y había muchos turistas.

Abadía de San Martín del Canigó

Nos alejamos un poco de la zona para ir a ver las Orgues de la Ille-Sur-Tet, unas curiosas formaciones rocosas en forma de "chimeneas de hadas" creadas por la erosión a lo largo de los años; es un lugar parecido a la Capadocia de Turquía. Dicen que unos años todo esto desaparecerá debido a la erosión del agua.

Les Orgues de la Ille-Sur-Tet (I)

Les Orgues de la Ille-Sur-Tet (II)

A la tarde volvimos hasta Villafranca para entrar a ver las cuevas de las Grandes Canalettes. Al acabar la visita, a las 18h hay un espectáculo de luz y sonido que no nos gustó nada, recomendamos la visita a las cuevas ya que son muy bonitas pero no quedarse a ver el espectáculo.

Cueva de las Grandes Canalettes (I)

Cueva de las Grandes Canalettes (II)

Martes, día 21
A las 8,10h habíamos quedado con nuestro chófer para subir en el taxi 4x4 hasta el Refugio de Cortalets. La pista que hay para llegar hasta aquí es de 21Km y está en un incríblemente mal estado, no recomiendo a nadie que aprecie mínimamente su coche meterlo por este infierno.

Lo bueno de subir hasta este refugio en vehículo es que así la ascensión al Canigó se queda en un mero paseo de apenas 8Km y 600 metros de desnivel acumulado. -Ver ruta en Senderioja-

Edith contemplando las vistas desde el Canigó

 Yo en la Cima del Canigó

Por la tarde terminamos de llegar hasta el mar, paramos en uno de los pueblos mediterraneos más turísticos de esta zona de Francia: Collioure.

Visitamos el castillo de la villa y luego nos dedicamos a pasear por este bonito aunque muy turístico pueblo. Es especialmente bonita la zona de la iglesia y la ermita que están junto al mar.

Al anochecer nos sentamos en un restaurante cercano al pùerto y nos metimos unos mejillones que parecen que eran típicos por esta zona y una paella y fideua riquísimas. De postre la correspondiente mousse de chocolate.

Collioure (I)

Collioure (II)

Ya de noche salimos para Leucate, otro pueblo costero donde haríamos noche en un parking.

Miércoles, día 22
En Leucate Puerto estuvimos buscando la zona donde venden el marisco en barquitos, quería verlo porque debía ser parecido a los pueblecitos costeros del sudeste asiático pero no hubo manera de encontrar la zona. Era día de mercadillo y había mucha gente así que acabamos por irnos.
La siguiente parada era en Leucate Plage, aquí había playa de arena así que aprovechamos para darnos un chapuzón y tomar un poco el sol. Sólo un rato proque nosotros en la playa no aguantamos demasiado.

 Leucate Plage
También dimos otra vuelta por la playa de la Franqui, famosa por el tremendo viento que suele soplar por aquí.
Abandonamos la zona costera para cambiar de región y entrar en Aude, esta región es famosa por los castillos cátaros. El catarismo fue un movimiento religioso de carácter gnóstico que se propagó por esta zona de Francia durante la edad media y que fue eliminado de raiz por la Iglesia Católica gracias al envío de sucesivas cruzadas. En estos castillos del Aude Francés aguantaron los últimos cátaros.

Hay al menos una docena de castillos cátaros famosos, nosotros visitamos tres de ellos: Queribus, Peyrepertuse y Arques. Los dos primeros son de los más famosos y bonitos.

El Castillo de Queribus está situado en un promontorio rocoso y se alza como un nido de águilas. La visita cuesta 5€ y se hace bastante rápido a pesar del camino que hay que subir para llegar a él.

 Castillo de Queribus (I)

 Castillo de Queribus (II)

A los pies de Queribus está el pueblo de Cucugnan donde paramos para ver el molino.

 Molino de Cucugnan

El siguiente castillo que visitamos es el de Peyrepertuse ya que ambos están muy cercanos entre sí. Este es más caro pero nos gustó más, creo que es porque es algo más grande.

 Castillo de Peyrepertuse

El día lo acabamos en Rennes Les Bains donde bajamos de noche con los frontales a bañarnos en las aguas termales que surgen en el río junto al pueblo. La pena es que a pesar de bajar de noche no conseguimos estar solos, el lugar estaba muy solicitado.

 Antiguo balneario de Rennes Les Bains

Cuando llegamos al camping a las 22,55h nos lo encontramos cerrado a pesar de que ponía que cerraba a las 23h así que aunque no podríamos ducharnos sí que nos colamos a cargar la cámara de fotos la cual iba muy justa de batería.

Jueves, día 23
Carcassonne era el plato fuerte del día pero antes de ir terminamos de ver un par de cosillas que nos quedaban en la región de Aude: el Castillo de Arques, otro castillo cátaro pero al que ni siquiera entramos y el pueblo de Rennes le Chateau.

 Castillo de Arques

Rennes le Chateau es un pequeño pueblecito lleno de misticimo. Se hizo famoso por un tesoro que dicen que encontró el párrocó Berneger Sauniere, el hecho de haber aparecido posteriormente en el libro el Código Da Vinci de Dan Brown hizo acrecentar su fama.
Es cierto que el pueblo tiene bastante aire esotérico, la torre magdala mandada costruir por el Párroco o el demonio Asmodeo sujetando la pila bautismal de la iglesia dan bastante mal rollo. Nosotros entramos a la iglesia, la cual merece bastante la pena, pero no al resto del complejo (entre ellos la Torre Magdala) que se puede visitar pagando la entrada al museo.

Asmodeo

Torre Magdala

Tras estas visitas nos fuimos directos a Carcassonne, uno de los lugares más visitados de Francia. Es una ciudad moderadamente grande que tiene en la parte antigua, llamada Cité, la joya de la corona; se trata de una ciudadela medieval totalmente rodeada por una doble muralla por la que parece que no ha pasado el tiempo. La Cité tuvo su edad gloriosa en la Edad Media para luego sufrir una época de abandono hasta que en la segunda mitad del S. XIX Eugene Viollet-Le-Duc la restauró totalmente dándole el aspecto que tiene actualmente. En el año 1997 fue decarada Patrominio de la Humanidad por la Unesco.

La pega que tiene la Cité es la inmensa cantidad de turistas que es habitual encontrarse rondando por sus calles. Sus callejuelas están llenas de tiendas de suovenirs y locales de restauración.

A pesar de ello no cabe duda de que es un lugar totalmente imprescindible en una vista al sur de Francia. Los dos puntos más destacados de la Cité son la Basílica de Saint Nazaré y el Castillo Condal. A éste último hay que pagar por entrar pero merce la pena ya que es una vista muy recomendable, además en esta parte se su puede caminar por las murallas defensivas.

También merce la pena dar una vuelta al recinto por el espacio que hay entre las dos murallas para conocer las dos famosas puertas de entrada, la de Aude y la de Narbona.

La otra zona de la ciudad que se suele visitar es la de la Bastida, nosotros no lo hicimos pero sí que cogimos la furgoneta para acercarnos hasta la zona de exclusas del río Midi, esta parte también está declarada Patrimonio de la Humanidad aunque sinceramente yo no le vi nada en especial..., también aprovechamos para echar unas fotos de la ciudadela desde la zona del puente viejo, el lugar que dicen que es el mejor para fotografiar las murallas.

La noche la pasamos en el camping de Carcassonne.

Entrada por la Puerta Narbona

Basílica de Saint Nazarie

Paseo entre las murallas exteriro e interior

Vista de Carcassone desde la zona del puente viejo

Viernes, día 24
El Viernes entramos en el departamento de Midi Pyrenes, concretamente en la región de Ariege.

De camino a Foix hicimos unas cuantas paradas previas; la primera en Mirepoix, un pueblo que tiene una plaza central preciosa; al pueblo no le vimos mucho más pero solo por ver el entorno de la plaza ya merece la pena parar aquí.


 Mirepoix

En la Oficina de Turismo de Mirepoix nos dieron un mapa e información para ver en los alrededores. Primero fuimos a Camon, un pueblecito más pequeño y tranquilo que Mirepoix y que también nos gustó bastante. Después fuimos a ver la Iglesia rupestre de Vals, resulta curiosa por su estrecha entrada con unas escaleras excavadas en la roca y por los tres niveles de altura que tiene dentro.

Camon

Iglesia rupestre de Vals (I)

Iglesia rupestre de Vals (II)

A Foix llegamos un poco tarde así que lo primero fue un buscar un lugar para comer. Mientras comíamos decidimos cambiar lo poco que nos quedaba del viaje, la idea inicial era regresar por Andorra pero decidimos atravesar la zona más montañosa del Arriege por la llamada "Route des Cols".

 Foix con su castillo al fondo

Con el cambio de planes decidimos no entrar a ver el Castillo de Foix, el principal atractivo del pueblo, en este viaje ya habíamos visto suficientes castillos, así que salimos pitando para la "Route des Cols".

La carretera de los puertos pasa hasta por 6 puertos y que se me hizo muyyyy larga pero también muyyyy bonita. Esa tarde hicimos unos 100Km en cerca de 5 horas debido a las múltiples paradas y a que es una carretera en la que es difícil pasar de 40Km/h. Al final llegué muy harto de conducir.

Lugares para destacar en la ruta son las cabeceras de todos los puertos, sobretodo los primeros: Lers, Core..., también dos lagos, el de Lers y el de Bethmale. En ambos nos pilló la lluvia, sobretodo en el segundo en el que cayó un tormentón típico pirenaico momento en el que tuvimos que resguarecernos en un refugio.

Lago de Lhers

Col de Lhers 

Lago de Bethmale

Sábado, día 25
Este era nuestro último día del viaje así que ya decidimos ir volviendo hacia Logroño, pasamos a España por el Valle de Arán.

Paramos en Bossots, uno de los primeros pueblos de este precioso valle, uno de los que más me gustan de los Pirineos. Allí dimos una vuelta por el pueblo y luego cogimos la pista de 11Km que nos llevaría hasta el parking para ver la Cascada del Sauth des Pish, uno de los lugares que se nos quedaron en el tintero en el viaje del año pasado al Valle de Arán. La cascada está está a 5 minutos a pie desde el parking y allí nos sorpendió la cantidad de agua que bajaba a pesar de lo poco que ha llovido este Julio.

Bossots

 Cascada del Sauth des Pish

El día estaba bastante malo y ya se nos hacía tarde así que regresamos casi del tirón hasta Logroño para devolver la furgoneta a tiempo.

En resumen: un viaje increíble, uno de los que más satisfecho he regresado.