sábado, noviembre 16, 2013

La extinción de las estaciones templadas

Hace exactamente una semana preparaba una excursión en la que pudiera disfrutar del otoño. El objetivo era encontrar en los bosques riojanos las tonalidades de colores rojos y ocres con los que nos suele deleitar esta preciosa estación.

Tras devanarme un poco los sesos finalmente elegí una ascensión al Pico de La Rioja saliendo desde Tobía en la que pudimos disfrutar de los colores otoñales en el conocido como hayedo del Rajao. Quizás una o dos semanas antes habríamos pillados los árboles en su máximo esplendor de color pero aún así las fotos quedaron bastante bien.


Colores otoñales

Hayedo de "El Rajao" en Tobía


Menos mal que ese fin de semana salimos al monte porque sino este año me habría quedado sin ver los colores otoñales; hoy, tan solo una semana después, el invierno ha llegado ya a España y con visos de quedarse durante una larga temporada.

La nieve ha caído y además con ganas, hoy he salido a dar una vuelta por el monte Atxabal (muy próximo al Toloño) desde Peciña, y me he encontrado nieve ya desde el mismo pueblo. No deja de ser sorprendente que caigan semejantes cantidades de nieve en cotas tan bajas y a medidados de Noviembre.


Nevada en el Atxabal (I)

Nevada en el Atxabal (II)


Todo esto confirma lo que llevamos comprobando estos últimos años, las estaciones templadas, la primavera y el otoño, están despareciendo. Los veranos empiezan tarde pero se alargan mucho en los meses que deberían de corresponder al otoño; luego el invierno entra de repente, antes de lo que le correspondería, y también se alarga hasta los meses donde debería de llegar la ansiada primavera.

Luego para que nos digan que el llamado efecto del cambio climático no existe.