viernes, 10 de junio de 2022

Luxemburgo

Cuarta etapa de nuestro reciente viaje en furgoneta al corazón de Europa.

Jueves, día 9 de junio
En nuestro regreso hacia España aún íbamos bien de tiempo, así que ya que teníamos que atravesar Luxemburgo y era un país que aún no conocíamos, decidimos picotear unas cuantas paradas en el país. Luxemburgo tiene un territorio muy pequeño, así que en 3 o 4 días son más que suficintes para visitar el país al completo, nosotros dedicamos uno y medio, este primero para ver unos cuantos lugares famosos, sobretdo de naturaleza, y el segundo la capital.

Es un país que no está mal visitar, aunque después de lo que ya habíamos visto en el resto del viaje quizás se nos hizo un poco soso. lo que no cabe duda es que es un país con un altísimo nivel de vida, en cuanto al estilo me pareció una mezcla entre Alemania y Francia. 

Uno de los principales atractivos del país es el Mullerthal Trail, una red de tres anillos senderistas que hace que muchos aficionados a caminar se acerquen por aquí. Son caminos en principio bastante fáciles que transcurren en su mayor parte por profundos bosques en los que hay diseminadas grandes rocas erosionadas.

La priemra parada la hicimos casi en la frontera según entramos desde Alemania, paramos en Eternach, un pueblo que recomendaban visitar en Internet aunque a mi me dejó un poco frío. Destacan la plaza del mercado y la importante abadía. Esta no entramos a verla, solo su iglesia que era gratis.

Plaza del mercado de Eternach

Abadía de Eternach
 
En la carretera que une Eternach con Beaufort se pasa por las llamadas rocas de Berford, son unos cuantos lugares de naturaleza por los que pasa uno de los anillos del Mullerthal trail pero que además pillan muy cerquita de la carretera. 

Nosotros hicimos tres rápidas paradas: la primera para ver un laberinto de roca y el llamado Predrigstuhl, un paso estrecho entre rocas por donde hay una escalera para pasar.

Laberinto

Predrigstuhl
 
En las afueras de Berdford paramos a ver un par de cuevas que están prácticamente juntas: la cueva Hohllay y el anfiteatro.

Cueva Hohllay

Anfiteatro
 
La última parada fue para ver otro laberinto de roca, más grande y chulo que el anterior, y el perekop, una roca a donde se puede subir medante una escalera metálica.

Perekop

El castillo más bonito de Luxemburgo es el de Vianden, pero a nosotros nos pillaba mejor ir al de Beaufort así que allí nos dirigimos. Este es un castillo en ruinas pero tanto el castillo como el entorno merecen la pena. Al lado del castillo medieval hay otro renacentista en el que se puede ver mobiliario, pero nosotros a este no entramos.

Castillo de Beaufort (I)

Castillo de Beaufort (II)
 
Para acabar la tarde fuimos a hacer un trozo del Mullerthal trail, concretamente parte de los tramos C2 y C5, hicimos unos 7 Km fáciles que nos permitieron visitar dos lugares famosos de la zona: las cascadas de Schiessentümpel y el Kallektuffquell.

Ambos lugares tienen parking propio pero nosotros partimos desde el parking de las cascadas, tras pasar una curiosa escalera artificial se llega a la cascada, pequeñita pero vistosa con sus tres chorros de agua cayendo. Luego retrocedimos hasta el parking y fuimos en dirección contraria hasta llegar a Kallektuffquell, un curioso lugar donde hay varios pequeños estanques artificiales.

Cascadas de Schiessentümpel

Escaleras para llegar a las cascadas

Kallektuffquell
 
Tras toparnos a media tarde con todos los supermercados cerrados nos dirigimos a Luxemburgo ciudad a pernoctar. para ello elegimos un parking enorme público situado en la parte alta. Cerquita de alí cenamos estupendamente en una pizzeria italiana.

Viernes, día 10 de junio
Con medio día nos sirvió para ver Luxemburgo capital. Ya que el parking estaba cerca de la zona superior central atravesamos las plazas principales (Armas y la de Guillermo II) para llegar hasta a la plaza de la constitución, allí están las casamatas de la Petrusse pero en la oficina de turismo ya nos habían avisado de no había entradas. Nos conformamos con ver las vistas hacia el enorme arco del puente de Adolfo.

Luego entramos a la Catedral la cual es gratis y seguimos por la plaza Clairefontaine hasta llegar al Palacio Ducal, la residencia oficial de los Duques de Luxemburgo.

Catedrla de Luxemburgo

Palacio Ducal
 
Ahora mismo las casamatas de Bock están cerradas así que esas tampoco las pudimos ver, aunque es verdad que merece la pena acercarse a ver la zona desde fuera. Desde aquí además tomamos el chemin de la Corniche o también conocido como el Balcon de Europa, por aquí están las vistas más famosas y mejores de la ciudad, ya que se ve toda la parte inferior de la ciudad, el barrio de Grund, al que nosotros bajamos a pie y donde dimos un paseo por la ribera del río Alzette hasta llegar a la zona de pubs de moda de Rives de Clausen, a la hora que llegamos nosotros apenas había nada, pero por la noche se debe montar aquí buen jaleo.Para regresar a la parte alta de la ciudad lo hicimos usando el ascensor de Pfaffenthal.

Vistas de el balcón de Europa

Barrio de Grund
 
Comimos en la plaza de armas donde había una muy importante oferta gastronómica y ya decidimos abandonar el país cruzaando la frontera de Francia vía Bélgica camino de España.