domingo, 1 de marzo de 2020

Minas de Calamantío

Hoy tocaba ir a comer caparrones en las jornadas de la Alubia de Anguiano, un evento que se celebra varios fines de semana en estas fechas en unos cuantos restaurantes de la zona del alto Najerilla.

Habíamos elegido ir a comer a la Venta de Goyo, uno de los restaurantes más populares entre los que había para elegir, y el caso es que para hacer hambre necesitábamos buscar una ruta de senderismo fácil y que estuviera por la zona.Busqué varias opciones y al final me decanté por un recorrido que va hasta las minas de Calamantío desde la carretera que lleva desde la Venta de Goyo hasta Mansilla; una ruta que cumplía con los requisitos pero que parecía bastante desconocida porque apenas encontré información sobre ella en Internet. El caso es que al final la decisión ha sido todo un acierto ya que nos ha gustado mucho a todos y hemos llegado perfectamente a la hora prevista en la que teníamos mesa reservada.

Han sido 10 Km de cómoda caminata ya que apenas se supera desnivel (unos 150 metros) y todo ello por terreno muy transtiable. Prácticamente todo el recorrido se hace por un ancho camino que va constantemente paralelo al río Calamantío y que desemboca en unas idílicas praderas que para mi han sido toda una sorpresa ya que no me esperaba encontrarme un sitio tan bonito en un lugar tan desconocido.

En estas praderas además de varios corrales derruidos es donde está la entrada a la antigua mina donde hasta hace unos cien años se extraía plomo y plata. La razón de que el camino por el que hemos venido esté tan bien trazado es porque por él es por donde se sacaba el mineral extraído de la mina.

La entrada a la mina no es fácil de encontrar ya que es pequeña y está cubierta de vegetación. Nosotros nos hemos metido a husmear un poco pero solo unos 10 metros porque enseguida hemos encontrado abundante agua que nos impedía seguir más. 

A partir de las praderas se abren dos barrancos, el de la izquierda es el por el que discurre el río Calamantío el cual se podría seguir hasta la misma base del pico San Lorenzo, que es donde nace, eso sí, la ruta ya no sería un paseo porque el desnivel del camino a partir de aquí ya se empieza a hacer considerablemente más fuerte. Nosotros, y tal como estaba previsto, hemos decidido darnos la vuelta aquí y regresar por el mismo camino.

Disfrutando del cómodo camino inicial

Llegando a las praderas donde está la mina

Río Calamantío

Corrales derruidos

Idílicas praderas

Interior de la mina

 Entrada a la mina