domingo, 20 de mayo de 2018

Cantabria infinita

Cantabria es una región a la que nos encanta ir, está cerca y tiene todo lo que nos gusta: montaña, playas, pueblos preciosos y sobretodo la tranquilidad que no abunda en otros lugares. Tal como rezan los folletos publicitarios de la región: Cantabria infinita; siempre que vas te sorprende con algo nuevo.
Así pues este fin de semana hemos cogido la furgoneta y hemos regresado a seguir conociendo unos cuantos lugares que yo tenía pendiente de visitar.
Como esta semanas he andado con lumbago hemos decidido no andar demasiado y buscar planes alternativos.
Sábado, día 19
Fuimos directos hasta Santoña donde hicimos una ruta de senderismo para dar la vuelta al monte Buciero. Nos salieron unos 12Km y algo más del desnivel que yo tenía previsto, sobretodo en el tramo de escaleras que bajan al faro del caballo.

Santoña

Prisión de el Dueso

Escaleras para bajar al Faro del Caballo

 Acantilados en el Faro del Caballo

Luego nos desplazamos hasta la zona de Ajo para ver la Ojerada, un par de oquedades en una roca situada junto al mar.

 La Ojerada

Después nos fuimos a dar un paseo por la Playa de Langre, una playa bastante salvaje rodeada de acantilados y que suele ser frecuentada por surfistas. Algunos dicen que tiene el honor de ser la playa más bonita de Cantabria; yo no diría tanto pero su encanto es innegable. Dejamos la botas en la orilla y dimos un agradable paseo por la arena; nos sorpendió la gran cantidad de perros que vimos sueltos por todos los sitios.

Playa de Langre (I)

 Playa de Langre (II)

Para dormir elegimos un furgoperfecto situado cerca de la Playa de Galizano, en la zona de Cucabrera. También se puede pernoctar en el propio parking de la playa de Galizano pero este está más escondido y tiene más encanto. Nosotros no estuvimos solos ya que había unos cuantas furgonetas más pero es un sitio con bastante encanto. También aprovechamos para ver la Cueva de Cucabrera la cual esta unos metros más adelante del parking.

Cueva Cucabrera (I)

 Cueva Cucabrera (II)


Domingo, día20
Con el tema del lumbago habíamos decidido no hacer más senderismo así que por la mañana nos fuimos a ver el Parque de la Naturaleza de Cabárceno. Yo ya había estado hace unos años pero la verdad que siempre es un sitio agradable para visitar.


Lince europeo

Oso

 Rinocerontes

Echamos la mañana completa en Cabárceno pero aprovechamos la tarde para hacer un par de visitas más antes de volver a Logroño.
Primero fuimos a Lierganes, un pueblo famoso por la leyenda del hombre pez. Conocimos el pueblo gracias a un itinerario recomendado que señalan en el mapa de la oficina de turismo y acabamos la vuelta en la zoan del puente romano donde también está la estatua del hombre pez.

Puente romano de Lierganes

 Estatua dedicada al hombre pez

De camino a Logroño paramos en Mioño para acercarnos hasta el viejo cargadero de mineral de Dícido. Esta construcción se levantó para cargar el abundante mineral de hierro que se sacaba en las minas de la zona con destino a los Altos Hornos de Vizcaya; hubo bastantes más en la zona pero hoy solo queda este en pie; en el año 1996 se declaró Bien de Interés Cultural.

El camino está cortado pero se puede pasar la valla por un lateral. Una vez llegas allí hay un tunel que te mete directamente hasta la entrada del cargadero de mineral.

Cargadero de mineral de Dícido (I)

Cargadero de mineral de Dícido (II)

Cargadero de mineral de Dícido (III)