miércoles, 5 de abril de 2017

Marruecos en furgoneta

El viaje de este año a Marruecos lo tuvimos que elegir de forma precipitada ya que Edith estaba obligada a gastar días de vacaciones pero la verdad es que ha sido uno de los mejores que hemos hecho últimamente. Hemos conocido un nuevo continente que todavía no habíamos pisado, África, y además hemos vivido muchas nuevas experiencias como por ejemplo andar por el desierto.

Ya que se trata un país cercano decidimos hacerlo pasando el estrecho con la furgoneta, en total nos hemos metido unos 4500 Km de los cuales 2000 han sido para bajar y subir al estrecho. Las
carreteras de Marruecos están en estado bastante aceptable, al menos las más importantes que son por las que yo transité.

En cuanto a la gente decir que la mayoría nos han encantado, me parecen muy hospitalarios y para nada tan cansos como en otros países, si te vienen a ofrecer algo se van al primer no; además
Marruecos es un país es muy seguro, se nota el férreo control que ejerce la Monarquía de Mohamed VI. Esto también se plasma en el número de policías por metro cuadrado: hay policías por todos los
lados. Las carreteras no son ajenas a esto, yo me he vuelto de allí con tres multas de velocidad y otra de mal estacionamiento.

Además de árabe y beréber el idioma que más se habla en Marruecos es el francés, el español solo en el norte.

Para comer nos hemos apañado bastante bien con al comida local aunque también hemos tirado bastante de supermercados. De los platos locales los más típicos son el cous cous, el tajín (alimentos ya sean carne, verduras o pescado cocidos en un cuenco de barro que luego se tapa), la harira (sopa espesa tradicional) y los pinchos morunos o kebab, ya sean de pollo o de ternera. En cuanto a los
precios comentar que es un país barato, diría que aproximadamente la mitad de España.

Sábado, día 25
Para acercarnos lo máximo posible al Estrecho de Gibraltar salimos el viernes por la tarde y conseguimos llegar hasta Valdepeñas, no está mal. Ya el sábado seguimos el viaje hacia el sur, compramos los tickets del ferry para cruzar el estrecho de camino, en uno de los numerosos locales que te encuentras antes de llegar y gracias a esto conseguimos muy buen precio, mejor que el de Internet.

Como nos sobraba tiempo para la hora que habíamos elegido el ferry decidimos hacer tiempo parando en Marbella, un lugar que tenía ganas de conocer; en realidad nosotros estuvimos en Puerto Banús, la zona más exclusiva de Marbella. Tras cansarnos de ver lujo, sobretodo en la zona del puerto, seguimos nuestro camino.

 Fardando de yates en Puerto Banús

Nos decantamos por cruzar el estrecho desde Algeciras algo de lo que enseguida nos arrepentimos, el ferry pilló mucho retraso y un viaje que debería haber durado hora y media se convirtió en cuatro. Creo que la mejor opción es cruzar desde Tarifa a Tanger pueblo, seguro que tiene mucho menos tráfico de camiones y mercancías; Algeciras es un puerto eminentemente industrial.

Cuando llegamos a Tanger Med ya era casi de noche y ya para rematar la jornada en la zona de control de aduanas nos tocó la inspección de un tío rarísimo que se dedicaba a volver loca la gente. A
nosotros entre otras cosas nos hizo romper el mapa de carreteras que llevábamos, a otros les hizo sacar absolutamente toda la carga que llevaban..., a día de hoy creo que lo que buscaba era un
soborno y por eso ponía tantas pegas a todo.

Tras pasar el horrible control apenas hicimos kilómetros ya dentro de Marruecos, decidimos pernoctar en un área de servicio en las afueras de Asilah.

Domingo, día 26
Tras asearnos en los baños del área de servicio nos plantamos en nada en Asilah. Este es el típico pueblecito costero de color blanco, decidimos verlo sí o sí ya que no íbamos a bajar hasta
Essaouira y ambos deben ser bastante parecidos.

Asilah es pequeño y se ve bastante rápido, nosotros lo que vistamos es la Medina con el famoso mirador y también nos acercamos un rato a la playa y a la zona del puerto pesquero.

Calles de Asilah

 Puerto de Asilah

Desde Asilah seguimos la autopista que va paralela al mar y bajamos hasta Rabat, la capital del país aunque no la ciudad más importante, hay unas cuantas de las que visitamos más grandes
(Casablanca, Marrakech o Fez). A pesar de ello se nota que en Rabat está el poder político.

El primer punto al que fuimos es la Torre de Hasán, allí están las ruinas de una antigua mezquita destruida en un terremoto de la cual además de al torre también se han mantenido un montón de
pilares que quedan muy estéticos. Además aquí también está el mausoleo donde están enterrados los anteriores reyes Mohammed V y su hijo Hassan II.

 Zona de la Torre de Hasán

Por no mover el coche nos trasladamos hasta la Medina a patita momento en que aprovechamos de camino para comer por cuatro perras en un estupendo asador local de pollos. Una vez dentro de la medina tomamos la calle Rue des Consuls, la más colorida y conocida, la cual nos llevaría directos hasta la Kasbah de los Udayas, esta es una zona amurallada dentro de la propia Medina en la que están los bonitos jardines andalusíes y un estupendo mirador hacia el mar.

Vistas desde el mirador de la Kasbah de los Udayas
Cuando salimos de la medina todavía teníamos horas de luz así que nos fuimos hacia la zona nueva, mucho más occidentalizada, allí vimos la mezquita central o el museo de arte contemporáneo.
Comentar que no es una zona con demasiados alicientes. Ya de noche estuvimos dando vueltas por una de las avenidas de salida de la ciudad buscando un lugar adecuado para pernoctar con la furgoneta.

 Mezquita central de Rabat

Lunes,  día 27
Antes de irnos de Rabat nos fuimos a ver la Necrópolis de Chella. Además de viejas edificaciones árabes también hay ruinas romanas y fenicias. Resultó una vista muy agradable.

 Necrópolis de Chella (I)

  Necrópolis de Chella (II)

Tras salir de Rabat continuamos por la autopista hasta llegar a Casablanca, allí nuestra idea era visitar únicamente la Mezquita de Hassan II. Esto es lo que hace la mayoría de turistas ya que la
ciudad no ofrece mucho más. Eso sí, Casablanca es la ciudad más grande Marruecos con mucha diferencia y su principal motor económico.

La Mezquita de Hassan II gracias a su minarete es el templo más alto del mundo; también es la tercera mezquita más grande del mundo después de las de La Meca y Medina. Además la mezquita cuenta con el aliciente de ser la única que se puede visitar por turistas no musulmanes en todo el país.

La visita nos decepcionó bastante ya que solo se puede hacer de forma guiada y el guía que nos tocó en suerte no ponía mucho entusiasmo, además apenas duró una hora escasa.

 Mezquita de Hassan II

De todas formas el recuerdo que más me perdurará de Casablanca no es la mezquita sino el tremendo caos de tráfico que pillamos tanto en la entrada como en la salida de la ciudad. La mezquita está
situada junto al mar justo en el punto más lejano de la ciudad así pues es necesario atravesar la gran urbe justo por el medio. No creo que haya mucha gente que haga lo que nosotros hicimos, es
infinitamente mejor coger un taxi, algo que en este país no es nada caro.

Desde Casablanca nos desplazamos en el último tramo de autopista hasta Marrakech, la puerta del desierto. Aquí nos alojamos en un coqueto camping situado en las afueras de la ciudad roja, como
también es conocida.

Martes, día 28
Hoy tocaba visitar Marrakech, nos metimos con el coche hasta el centro y aparcamos cerca de la Medina. Visitar Marrakech es fácil ya que todo gira alrededor de la plaza Jamaa el Fna, el auténtico
corazón de la medina o ciudad vieja. Nosotros estuvimos callejeando todo lo que pudimos y además aprovechamos para visitar unos cuantos monumentos famosos: la mezquita Koutoubia (solo por fuera), los Palacios Badi y de Bahía y las Tumbas Saadies; estas últimas las visitamos junto a una pareja de una mallorquina y un argelino que conocimos en el Palacio de Badi.

Palacio Badí

Tumbas saadíes

 Palacio de Bahía

La plaza Jamma el Fna debe cobrar más vida por la noche pero nosotros solo la vimos por el día ya que por la tarde ya estábamos muy cansados y decidimos volver para el camping prontito. Al ir a
buscar el coche nos llevamos una desagradable sorpresa cuando comprobamos horrorizados que el coche no estaba donde lo habíamos dejado, tras preguntar a los gorrillas de la zona nos enteramos de que el coche se lo había llevado la policía. yo al principio no sabía por qué, luego cuando fuimos a recogerlo tras unas cuantas peripecias y discusiones nos dijo un policía que había sido por aparcar en dirección contraria al sentido de la calle, vamos, algo perfectamente normal en este país. Edith se enfadó y dijo que aquello era una mafia y que la furgoneta se la habían llevado por tener una matrícula extranjera, a lo que el policía se enfadó muchísimo, tras pedirle disculpas en nombre de Edith pudimos llevarnos el coche pagando la multa de 30€, 15 para la policía y 15 para la grúa... este fue un día para olvidar... aún así antes de recogernos paramos en un palmeral situado en los alrededores del camping a echar unas bonitas fotos del aterdecer.

 Palmeral en las afueras de Marrakech
Miércoles, día 29
Tras pasar otra noche en el camping hoy volvimos a Marrakech para terminar de ver la ciudad, tras descansar y superar el conflicto con la policía hoy íbamos mucho más relajados y contentos.

Antes de ir a Marrakech nos colamos en un recinto abandonado situado cerquita de nuestro camping, no llegamso a tener claro lo que fue pero parecía un hotel o resort de lujo abandonado.

 Resort abandonado en las afueras de Marrakech

Ya en Marrakech visitamos los Jardines Majorelle los cuales fueron propiedad del famoso diseñador francés Yves Sant Laurent. Nos sorprendió al gran cantidad de turistas que encontramos aquí. Después nos volvimos a meter en la Medina donde estuvimos visitando la Medersa Ben Youssef y comiendo en un restaurante cojonudo.

 Jardines Majorelle

 Medersa Ben Youssef
Ya por la tarde nos dispusimos a cruzar el Atlas, las montañas que cruzan el país y que separan Marrakech del Desierto del Sahara, hacia donde nosotros íbamos. En esta alta cordillera está el pico
Toubkal, con 4167 metros el más alto del país. Nosotros cruzamos la cordillera usando el puerto de Tizi n'Tichka por donde pasa la carretera principal. Nada más cruzar la cordillera se nota que hay
mucha menos vegetación y que todo es mucho más árido.

 Puerto de Tizi n'Tichka

Bajando del puerto me pusieron la primera multa de velocidad del viaje, 15€ por ir a 70Km/h en un tramo de 60Km/h. Luego tuvimos otro problema con otro policía que nos echó del lugar que habíamos buscado para pernoctar, nos dijo que aquello era "dangerous". Al final esa noche acabamos por dormir muy cerqutia de Ait Ben Haddou

Jueves, día 30
Ya que lo teníamos al lado empezamos el día visitando Ait Ben Haddou, al otro lado del pueblo nuevo está el ksar, una antigua ciudad fortificada que destaca por estar construida íntegramente con
adobe. Es uno de los lugares más famosos del país el cual fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1987. Debido a la cercanía de los estudios de cine de Uarzazate aquí se
han rodado muchas películas, alguans tan famosas como Gladiator, el Reino de los Cielos o La Momia.

Nosotros tuvimos la suerte de ver el pueblo pronto antes de que llegaran las hordas de turistas, la verdad es que se ve bastante rápido y la visita es gratuita,  solo se paga por entrar a algunos de los edificios.

 Ait Ben Haddou (I)

  Ait Ben Haddou (II)

Después nos trasladamos a Uarzazate; esta ciudad es famosa por sus estudios cinematográficos, los más importantes de África. Nosotros primero paramos por error a ver los estudios CLA pensando que
eran los estudios Atlas, los más famosos. Los estudios Atlas son mucho más grandes y tienen más cosas para ver pero en los CLA tuvimos la suerte de que nos tocó un guía en español muy bueno.

 Estudios de cine en Uarzazate

Tras ver ambos lugares nos desplazamos al centro de la ciudad donde está la Kasbah de Taourirt, una de las mejor conservadas de la zona. Una kasbah es una alcazaba, un edificio fortificado de origen
bereber y típicos de esta zona. Enfrente de dicha Kasbah está el museo del cine pero nosotros aquí no entramos.

 Kasbah de Taourirt

Tras comer junto a la kasbah seguimos viaje por la llamada "ruta de las 1000 Kasbahs", la que hace la mayor parte de turistas que viajan con vehículo por esta zona. La siguiente parada fue en Skoura, lugar conocido por sus 3 famosas kasbash. Nosotros paramos a ver alguna y también a dar una pequeña vuelta por el palmeral pero no nos parecieron gran cosa, enseguida nos fuimos.

 Una de las numerosas kasbash de Skoura

El último destino del día era la Garganta del Dades, antes de llegar paramos junto a la carretera a fotografiar unas caprichosas formas de las rocas erosionadas, un lugar que se llama coloquialmente
"Los dedos de los monos" o también "El cerebro del Atlas".

 El cerebro del Atlas

Al final llegamos hasta el restaurante desde donde se consiguen las famosas fotos de las curvas de la carretera en la Garganta del Dades, nos echamos allí un aperitivo ya que nos parecía mal echar
la foto e irnos tal como hace mucha gente.

 Carretera en la Garganta del Dades

Esa noche pernoctamos en un páramo en medio de la nada, ya cerca de Tinherir, la puerta de entrada a la Garganta del Todra.

Viernes, día 31
Llegamos a la Garganta del Todra muy prontito por lo que apenas pillamos turistas cerca nuestro. La verdad es que para los famosas que son no me llamaron demasiado la atención. Son unas simples paredes rocosas a través de las cuales se abre paso la carretera y el río Dodra, responsable de haber horadado todo esto a lo largo de los años. Sí es cierto que son paredes muy altas, nos comentaron que como de unos 300 metros verticales.

 Gargantas del Todra

Desde allí nos fuimos directos hacia el desierto, solo hicimos una pequeña parada en la ciudad de Rissani. Allí atravesamos su famosa puerta y paramos a ver el lugar donde está la tumba de Moulay el Cherif, fundador de la actual dinastía Alaouí.

 Puerta de entrada a Rissani

Y por fin llegamos a Merzouga, ya dentro del desierto del Sahara, a esta parte le he dedicado una entrada aparte de esta.

Sábado, día 1
Merzouga fue el punto más meridional donde estuvimos, a partir de aquí ya todo el desplazamiento sería hacia el norte.

Nuestro objetivo de hoy era llegar hasta Ifrane pero para ello teníamos un porrón de kilómetros por delante así que en el camino hicimos unas cuantas paradas. La primera de ellas en las afueras de Erfoud para ver un curioso Geyser, me recordó a algunos de los que vimos en Islandia. Esta visita no la llevábamos preparada, conocimos el lugar de sopetón.

 Geyser de Erfoud

Un poco más adelante nos adentramos en el valle del Ziz, esta zona es curiosa porque es muy árida pero las dos márgenes del río son muy verdes, parece un enorme oasis. Paramos a fotografiarlo desde un mirador donde suelen parar muchos turistas.

 Mirador hacia el valle del Ziz

Nos faltó poco para llegar a Ifrane pero se nos hizo de noche antes así que paramos a dormir en una zona de montaña muy chula, me recordaba mucho al norte de España: inmensos prados de color verde. El puerto donde paramos estaba casi a 2000 metros de altura así que esta noche pasamos bastante frío dentro de la furgo.

 Anochece en el puerto cerca de Ifrane

Domingo, día 2
Antes de llegar a Ifrane paramos en la zona del Parque Nacional de Ifrane, este lugar es famosos por los enormes cedros del atlas, entre ellos el más conocido es el Cedro Gourad, el cual lleva seco bastantes años pero sigue siendo un emblema del parque. Este parque es muy chulo para hacer rutas de senderismo pero nosotros nos conformamos con llegar a la zona del Cedro Gourad y con ver a los simpáticos macacos de berbería que viven en este parque. Estuvimos un rato riéndonos con ellos y dándoles de comer la fruta que llevábamos y los cacahuetes que compramos.

Macaco de Berbería

 Cedro Gourad

Finalmente llegamos a Ifrane pueblo, tal como habíamos leído en Internet es cierto que es una ciudad que no se parece en nada al resto de Marruecos, las contracciones son mas propias de países como Suiza o Austria. Esta es una zona montañosa en la que suele nevar bastante y por ello los tejados están muy inclinados.

Dimos una vuelta por el pueblo donde conocimos la famosa estatua del león, principal símbolo de la ciudad. Como no vimos mucho más enseguida nos fuimos por los alrededores donde paramos en la zona donde está la fuente de vittel y la cascada de las virgenes, esta es una zona típica donde por lo visto la gente suele hacer picnic, el día que estuvimos nosotros había mucha gente.  Al irnos también paramos a ver un bonito lago situado en las afueras de la ciudad.

Edificio típico de Ifrane

Zona de la cascada de las vírgenes y la fuente de vittel

 Lago en las afueras de Ifrane

A la hora de comer llegamos a Fez donde comimos en un Burger King, primer día que nos aumentábamos de fast food.

Aparcamos dentro de la medina y nos dispusimos a recorrerla, la Medina de Fez tiene fama de ser la más laberintística del país, habíamos leído en Internet que es prácticamente obligatorio contratar los servicios de un guía para orientarse en ella y sobretodo para llegar a la zona de los curtidores.

Nosotros no necesitamos nada de esto, hay varios itinerarios marcados con diferentes colores que te guían por la medina, nosotros en la ida tomamos el de color rojo y en la vuelta el de color marrón. Empezamos a andar desde la puerta Bab Boujloud, la más importante, desde allí enseguida paramos en la Medersa Bou Inania, no se ve mucho de ella, solo el patio y uno de los pasillos, pero es muy bonita. Nos costó deshacer el camino en un par de ocasiones pero finalmente llegamos a la Curtiduría de Chowara, la más famosa del barrio. Este es un lugar donde se tiñen las pieles de los animales en unas tinajas con agua de diferente color; el lugar es famoso por su mal olor debido a los excrementos de paloma, uno de los ingredientes que se usan para tratar la piel.
Tras hablar con varias personas del sindicato acabamos visitando la zona de las tinajas in situ, no desde los balcones como lo hacen la mayoría de turistas, yo en algún momento las pasé canutas porque me veía iendo directo al agua pero la verdad es que fue una experiencia muy emocionante. Acabamos de andar en la plaza R'Cif donde paramos a reponernso de tantas emociones, yo me bebí un refrescante té a la menta tradicional.

 Medersa Bou Inania

 Curtiduría de Chowara

Este día buscamos para dormir un camping en las afueras de Fez, creo que el peor de todos los que he estado en mi vida.

Lunes, día 3
Tanto a Edith como a mí Fez nos gustó mucho, creo que que más que Marrakech, por ello decidimos volver esta mañana para seguir conociendo lugares de esta ciudad tan especial.

Primero volvimos a meternos en el centro para recorrer partes de la medina que nos habían quedado pendientes; hoy nos centramos en la zona que hay más hacia el este, hacia el Palacio Real. Lo primero que vimos fue el propio palacio, pero solo por fuera, no se puede entrar dentro. Luego recorrimos una importante calle comercial con objetivo de ir a los jardines Janan Sbil pero justo hoy estaban cerrados, mala suerte. A donde sí que pudimos entrar fue a una vieja sinagoga que ha sido reformada recientemente, nos pareció muy bonita.

Medina de Fez

 Sinagoga en Fez

Antes de irnos de Fez nos salimos a las afueras de la zona norte, que es una zona elevada desde donde se consiguen las mejores fotos panorámicas de la ciudad.

 Panorámica de la Medina de Fez

Dejamos Fez para internarnos en las montañas del Rif e ir hasta Chefchaouen. Esta zona estuvo controlada por el protectorado español y se nota bastante, por aquí hay más gente que habla español.

Chefchaouen nos encantó, es un precioso pueblecito en las faldas de las montañas del Rif en que las casas han sido encaladas de color azul para evitar el calor que suele hacer por aquí.

Es un pueblo tremendamente fotogénico y en el que andar por sus callejuelas es todo un placer. Como lugares a destacar que no te puedes perder diría que las dos plazas, tanto la pequeña como
la grande; también merece la pena entrar a la zona de la alcazaba.

Chefchaouen (I)

 Chefchaouen (II)

Para dormir elegimos el camping municipal situado en la parte más alta del pueblo.

Martes, día 4
Los dos días que nos quedaban ya eran días de vuelta hacia Logroño, el martes a las 12h salía el ferry para Algeciras y como pillamos tráfico lento íbamos muy justos así que en la zona de Tetuán y Tánger tuve que pisarle bastante, total que la policía me paró dos veces aunque solo me multaron en la primera, la otra me la perdonaron.

Llegamos al puerto de Tanger Med prácticamente fuera de tiempo pero como para variar el ferry iba retrasado pudimos tomarlo.

Llegamos a Algeciras otra vez con bastante retraso. Desde aquí nos fuimos hasta la Cala del Moral, junto a Málaga, pueblecito donde recientemente se han ido a vivir unos amigos, me hacía ilusión volver a verlos.

 Con Rubén y Lidia

Fue una vista rápida porque no esperaban muchos kilómetros por delante y quería adelantar algo del viaje del día siguiente

Llegamos a Logroño el miércoles a media tarde con la sensación de haber tenido unas magníficas vacaciones, unas de las mejores.