sábado, 26 de septiembre de 2015

San Mateos en Picos de Europa

Aproveché los últimos días de San Mateo para irme a los siempre sorprendentes Picos de Europa, esta vez me he centrado más en la parte cántabra.

Una de las cosas que más me ha soprendido del viaje es que a pesar de ir en un mes en el que los montes no suelen estar muy verdes (empieza el otoño, no ha solido llover mucho...) me he encontrado con toda la zona a tope de verdor, incluso la hierva, que suele ya estar muy amarilla en estas fechas me la he encontrado en prados muy verdes.

Jueves, día 24
Tras un largo viaje llegué al teleférico de Fuente De (uno de los lugares más visitados en Picos de Europa) sobre las 12h y me llevé algo de decepción al ver la cantidad de turistas que había esperando para subir al teleférico. A pesar de llegar a mala hora no pensé que habría tanta gente en estas fechas y además un día de entre semana. Hice la cola pacientemente y tras una media hora subí al teleférico el cual en menos de 5 minutos me dejó en la estación del cable superior.

Mi idea inicial era subir a la Torre de Horcados Rojos y tomar el teleférico en bajada para volver a la estación inferior; el caso es que tras ver los paneles informativos de las dos rutas estrellas de la zona (Horcados Rojos y Puertos de Aliva) decidí hacer un cambio de planes: sacrifiqué la subida final a la Torre de Horcados Rojos (me conformé con llegar al collado que lleva su mismo nombre) y lo que sí que hice fue bajar a pie hasta la estación inferior del cable pasando por los Puertos de Aliva.

Al final me salio un recorrido un poco largo: 21,5Km y casi 1500 metros de desnivel de bajada y 800 de subida, pero es que me apatecía hacer las dos rutas más famosas y bajar por la zona de extensos prados de los Puertos de Aliva. -Ver ruta en Senderioja-

Fuente De desde la estación superior del cable

Camino a Horcados Rojos (I)

Camino a Horcados Rojos (I)

 Bajando hacia los Puertos de Aliva

Antes de que se hiciera de noche me acerqué a ver un par de lugares del entorno de Potes: el pueblo de Mogrovejo, señalizado desde la carretera como un lugar turístico y también el Monasterio de Santo Toribio de Liebana. Éste me lo encontré cerrado y tampoco pude ir a ver las ermitas del entorno pero al menos me conformé con fotografiarlo desde fuera.

Mogrovejo

Monasterio de Santo Toribio de Liebana

Este primer día no me dio tiempo a ver Potes, es un pueblo en el que ya había estado hacía unos años con la cuadrilla pero me apetecía volver a visitarlo, el caso es que lo dejé para el día siguiente. Esta noche me alojé en un apartamento perfecto situado en Ocejo, un pueblo limítrofe con Potes.

Viernes, día 25
Lo primero que hice fue dar una vuelta a fondo por Potes, uno de los pueblos más visitados de todo Cantabria y que guarda el ambiente rural de un bonito pueblo de montaña. Merece la pena darse un paseo por este pueblo sobretodo a la hora y día en que lo hice yo, cuando es de los pocos momentos en que no está lleno de turistas inundando sus coquetas calles.

Potes (I)

Potes (II)

Potes (III)

La siguiente parada la hice en Tama donde está el Centro de Interpretación del Parque Nacional de Picos de Europa, en los lagos de Covadonga hay otro que ya había visto.

La entrada es gratuita y me permitió conocer unos cuantos detalles que no conocía de este Parque Nacional. Es un Centro de Interpretación muy currado, de los que merece la pena visitar.

 Entrada al Centro de Interpretación de Sotama

De allí ya pasé la muga entre Cantabria y Asturias y me fui directo hasta Sotres, lugar de comienzo de mi ruta del segundo día. Antes de empezar a andar me di una vuelta por este bonito pueblo de montaña enclavado en pleno corazón de los Picos de Europa. También aproveché para comprar un par de quesos, Cabrales y Gamonedo, y sidra.

Sotres

Me metí con el coche en la bacheada pista que lleva al collado de Pandebano que es lugar exacto donde empezaba mi ruta.

El recorrido consitió en subir hasta el refugio J. Delgado Ubeda, famoso por estar situado en la Vega de Urriellu a los pies del mítico Pico Urriellu o Naranjo de Bulnes. La verdad que la figura de este prodigio de la naturaleza soreprende ya desde que lo ves a lo lejos.

En el refugio tuve la oportunidad de practicar mi inglés tras tener una animada charla con unos grupo de senderistas neozelandeses y el guarda del refugio.

La ruta en sí me gustó bastante aunque quizás algo menos que las otras dos que he hecho estos días, lo mejor de la tarde fueron el Naranjo de Bulnes y el ambiente en el refugio. -Ver ruta en Senderioja-

El macizo central asoma detrás del collado de Pandébano

La figura del Pico Urriellu ya sobresale en el horizonte

Impresionante Pico Urriellu

El día ya solo me dio para alojarme en Sotres: ducha, cena en el mismo restuarante del hotel rural y una cerveza con los parroquianos del bar del restaurante.

Sábado, día 26
El último día lo aproveché al máximo. A primera hora me dirigí al Jito de Escarandi, muy próximo a Sotres para hacer una ascensión de casi 18Km y 1200 metros de desnivel a los Picos Samelar y Sagrado Corazón, dos de los picos más famosos del macizo de Andara, el sector oriental de Picos de Europa. -Ver ruta en Senderioja-

La ruta me encantó, vi un poco de todo: antiguas minas de extracción de mineral, el casetón de Andara, un mar de nubes en los fondos de los valles y unas vistas increíbles de los Picos de Europa más orientales.

Casetón de Andara

 Curioso color del agua

Mar de nubes (I)

Mar de nubes (II)

Tras la ruta regresé a Sotres a comer en el mismo restaurante donde había cenado el día anterior. Después me puse de regreso a Logroño haciendo un par de paradas turísticas.

La primera parada la hice en San Vicente de la Barquera, me gustó mucho la zona de las rías y la zona antigua donde destacan el castillo del rey, el palacio del Corro (actual ayuntamiento), la muralla, la torre del preboste y la iglesia de Sta Mª de los Ángeles.

Castillo del Rey

Palacio del Corro

Iglesia de Sta Mª de los Ángeles

La segunda y última parada la hice en la zona de sequoias de Cabezón de la Sal, actualmente declarado Monumento Natural. Son árboles de más de 40 metros de altura plantados en la época de Franco como experimento con especies de árboles éxoticos y de rápido crecimiento para abastecer de madera la cercana fábrica Sniace de Torrelavega.

A pesar de que es una zona muy pequeña de árboles (apenas 2 hectareas y media) y de que aparqué justo al lado de donde comienza el sendero que se interna en el bosque, me compliqué la vida ya que me fui en dirección contraria y me metí en una zona de barrancos muy cerrada de vegetación.

 Monumento Natural de las Sequoias del Monte Cabezón

Tras la vista regresé a Logroño ya del tirón sin hacer ninguna parada más.