domingo, 17 de marzo de 2013

Montserrat, Barcelona, Sitges y Belchite

Estos cuatro lugares que no tienen demasiado en común entre sí son los sitios que hemos visitado Edith y yo en nuestro último viaje. En Barcelona yo ya estuve hace unos años con mi padre y Edith también ha estado unas cuantas veces, pero como es un ciudad que nos gusta mucho a los dos decidimos regresar a ella y dedicarnos a ver rincones de la ciudad que en otras ocasiones no pudimos visitar.

Salimos de Logroño el miércoles por la tarde para llegar a Montserrat en noche bien entrada. El lugar que elegimos para pernoctar fue Monistroll de Montserrat, un pequeño pueblo en las faldas del macizo de Montserrat.

Jueves, día 14
A Montserrat se puede subir en funicular pero nosotros llegamos en coche, eso sí, en vez de acceder al parking dejamos el coche aparcado fuera de él. Esto nos ahorró los 5,50€ que cuesta aparcar dentro del parking pero tuvimos que andar los cerca de 2Km que había desde donde aparcamos hasta la entrada al recinto.

Montserrat no es sólo el monasterio benedictino, hay toda una serie de infrastructuras alrededor de ella, tiendas, restaurantes, funículares, telesillas, un museo... Es un lugar muy visitado por fieles y turistas, a pesar de visitarlo en un jueves no festivo había muchos visitantes en la zona. Nosotros lo único que visitamos fue la Basílica, la cual data del S.XVI aunque fue completamente reconstruida en el año 1811 tras la guerra de la Independencia. No subimos a ver la Virgen de la Moreneta ya que había bastante fila para acceder a ella. Al museo tampoco entramos, costaba 6,50€ acceder, sin embargo el acceso a la Basílica es gratuito.

Exterior de la Basílica de Montserrat
Interior de la Basílica de Montserrat

Tras dar una vuelta de reconocimiento al entorno, decidimos realizar una ruta de senderismo por los alrededores. Hay unas cuantas opciones de caminos balizados; nosotros optamos por elegir el más completo de ellos: ascender a la cima del Sant Jeroni, el punto más alto del Macizo de Montserrat. -Ver recorrido en Senderioja-


Vistas desde la cima de Sant Jeroni

Tramo del bonito sendero hasta Sant Jeroni

Tras la caminata comimos en un restaurante del complejo, tal como esperábamos nos resultó bastante caro. Después de comer dimos otro paseo por otro recorrido señalizado, este bastante más corto, es el que lleva hasta la Ermita de la Santa Cova, el lugar donde se cree que se apareció la imagen de la Virgen de la Moreneta. La Ermita no tiene mucho interés pero sí el camino que lleva hasta ella plagado de monumentales esculturas de los Misterios del Rosario. En total son unos 5 Km con algún tramo de fuerte subida, sobretodo en el regreso al punto de origen; este tramo se puede evitar tomando el telesilla.


 Vista del Monasterio desde el camino a la Santa Cova

 Antes de abandonar la Montaña de Montserrat nos acercamos la cercana Abadía de Santa Cecilia, allí destaca la pequeña iglesia de origen románico.

Abadía de Santa Cecilia

Tras esta última visita retomamos nuestro camino hacia Barcelona, apenas 50Km nos separaban de la capital catalana. El GPS nos llevó perfectamente hasta el distrito de Valcarca, al norte de Gracia, el lugar donde estaba situado el Catalonia Park Guell, el hotel que elegimos para estos 3 días que nos quedaban de vacaciones. Está alejado del centro, pero habiendo metro cerca ¿para que asumir los altos precios del centro de la ciudad?, ¿no?

Viernes, día 15
En nuestro camino a pie hasta la Sagrada Familia aprovechamos para ver lugares de los distritos de Valcarca y de Gracia. Valcarca me pareció un barrio con mucha personalidad en la que se nota que hay mucha actividad y movimiento por la parte de la juventud, ya sea con graffitis, casas okupadas e incluso huertos ecológicos colectivos.


Graffitis en Valcarca
Huerto ecológico colectivo

Llegamos a la Sagrada Familia, la obra culme de Gaudí; apenas la ví cambiada desde mi última visita hace ya 7 años, está previsto que se acabe para el año 2026 pero no estoy seguro de que se cumplan las previsiones; todavía falta por construirse todas las torres centrales, las más altas, y también la fachada principal, la de la Gloria. Edith no había estado dentro así que pagamos los 13,50€ que cuesta acceder al recinto.


Bosque de columnas en el interior de la Sagrada Familia

Luego nos acercamos al Hospital de Sant Pau, el cual está cerquita de la Sagrada Familia y el cual yo no había visitado en mi anterior estancia en la ciudad. Esta vez me quedé también con las ganas ya que lo pillamos en obras y no se podía acceder.

Desde aquí atravesamos el Ensanche para dirigirnos hasta el Paseo de Gracia, la avenida donde están algunas de las obras maestras de Gaudí como la Casa Batlló y la Pedrera. La entrada a estos dos lugares me parece un auténtico robo a mano armada, 20,35€ la primera y 16,50€ la segunda. Edith ya había estado en la Pedrera así que decidimos entrar a la Casa Batlló. La verdad es que el sitio es una auténtica preciosidad pero no creo que pueda justificar un precio de acceso tan elevado.

La casa fue diseñada por Gaudí en los años 1905-1906, en plena época naturista del exquisito artista catalán. Se nota en multitud de detalles de la casa la inspiración en las formas orgánicas de la naturaleza. En esta casa concretamente juega mucho con inspiraciones marinas, el color azul y los detalles marinos están presentes por toda la casa. La casa se visita mediante un autoguía y en ella se puede acceder al primer piso, al ático y al tejado.


Fachada exterior
Patio interior

Azotea
Ático

El resto de la tarde la dedicamos a visitar la llamada "Ciudat Vella", los distritos del Barrio Gótico, el Born y el Raval. Siempre es una auténtica delicia pasear por las estrechas y oscuras callejuelas y los escondios rincones de estos antiguos barrios. El día lo acabamos cenando en un KFC en la avenida del Paralelo, junto a la famosa sala del Molino.


Plaza del Rey
Calle del Born

El Raval
Local el Molino
Sábado, día 16
Para las visitas de este día decidimos sacarnos un billete de metro de 10 viajes por 9,80€ (el billete normal vale 2€) ya que teníamos previsto visitar unos cuantos barrios y lugares bastante alejados entre sí.

La mañana del sábado la dedicamos a visitar Poble Nou, uno de los distritos más populosos de Barcelona. Es una de las zonas que menos turistas atrae en la ciudad condal pero yo tenía ganas de visitarla por su pasado industrial, a partir de mediados del S.XIX en este barrio se empezaron a crear una gran cantidad de fábricas y talleres, sobretodo del sector textil; este barrio fue durante muchos años el máximo exponente de la fortísima industria catalana del S.XX. Ahora, tal como pudimos contemplar, no queda demasiado de aquel pasado industrial, aunque sí que es cierto que muchos edificios de antiguas fábricas o talleres han sido aprovechados y reconvertidos en empresas o en lofts. También se han mantenido en pie unas cuantas chimeneas que hacen recodar a la gente como fue el pasado de este barrio.

La visita a Poble Nou la empezamos en su puerta de entrada, la moderna Torre Agbar, la cual destaca especialmente por la noche cuando es iluminada.
Después nos bajamos en la parada de Travía de Sant Adriá del Besós, un pueblo del cinturón de Barcelona. Nos decidimos bajar allí para echar unas fotos a la antigua central térmica, actualmente desmantelada desde el año 2011; la que sí que está funcionando es otra central térmica contigua, aunque esta otra es de ciclo combinado (alimentada por gas natural). Las tres chimeneas de la Térmica del Besós creo que la hacen un lugar muy fotogénico para los amantes de la fotografía.


Central Térmica del Besós
Torre Agbar

Desde la zona de Sant Adriá del Besós nos adentramos en pleno distrito de Poble Nou para acabar el paseo en el Cementerio de Poble Nou o también llamado Cementerio del Este. Junto al de Montjuic estos dos lugares son los puntos más importantes de la llamada "Ruta de los Cementerios".
En la entrada del cementerio se puede recoger un folleto informativo donde se recomienda el mejor recorrido para visitar hasta 30 sepulturas monumentales destacadas. De todas ellas la que más destaca es la llamada "El beso de la Muerte". El cementerio está dividido en dos zonas muy diferenciadas, una inicial la cual es muy normalita, y otra al fondo más antigua y mucho más vistosa.


Edificios industriales reconvertidos en Poble Nou
"El beso de la muerte"

Tras la la visita a Poble Nou nos encontrábamos cansados y decidimos regresar al hotel a descansar y echarnos la siesta. Tras esto continuamos la visita a la ciudad, tomamos el metro para ir al Parque del Laberinto de Horta, unos jardines neoclásicos del SXVII, los cuales son los más antiguos de la ciudad. La entrada a los jardines cuesta 2€.

Estuvimos disfrutando de los bonitos paseos románticos que tiene y sobretodo disfrutamos perdiéndonos en el laberinto situado en la parte central de los jardines, nos costó más de lo que esperábamos el salir de él.


Laberinto de Horta

A última hora de la tarde, ya de noche nos desplazamos en metro hasta el distrito de Sarriá, desde allí regresamos hasta el hotel siguiendo el Paseo de Bonanova. en esta zona viven algunas de las familias más acaudaladas de la ciudad. Antes de llegar al hotel paramos en un telepizza a recobrar fuerzas y cenar.

Domingo, día 17
Antes de marchar de Barcelona nos dimos un paseo por el Parque Guell, otro de los lugares tocados por la varita mágica de Gaudí. Se trata de un lugar que ya habíamos visitado tanto Edith como yo pero en el que siempre es agradable dar un paseo sobretodo si te lo tomas con calma y no lo encuentras repleto de turistas.


Salamandra
Uno de los coquetos viaductos del parque

Escainata
Uno de los edificios de la entrada

Tras el paseo cogimos el coche y marchamos hacia Sitges. En vez de llegar a través de la autopista C-32 recomendamos salirnos en Castelldefells para llegar a Sitges usando la C-31, una bonita y sinuosa carretera que sigue paralela la costa del Garraf. Hicimos varias paradas en algunos miradores para echar fotos del entorno.

Sitges nos defraudó bastante, es un pueblo que se hizo famoso por el imporante festival de cien fantástico que se celebra allí todos los años, pero el pueblo en sí nos pareció poco interesante. El único lugar que nos pareció digno de mencionar fue el Palacio de Maricel. Tras dar un vuelta por el casco viejo comimos en un restaurante mexicano en el paseo de la Playa de San Sebastián y de allí nos fuimos de regreso hacia Logroño.


Cartel de entrada a Sitges
Playa de San Sebastián

En el viaje de vuelta como íbamos bien de tiempo decidimos hacer una parada en Belchite, lugar conocido por la famosa batalla disputada allí duante la Guerra Civil Española. Este lugar creo que tiene la importancia suficiente para crar una entrada en el blog independiente: Visita a Belchite.