El territorio al que se llama País Vasco Francés (Iparralde en Euskera) son las tres regiones (Lapurdi, Baja Navarra y Zuberoa) que junto al Bearn forman el Departamento Francés de Pirineos Atlánticos, que a su vez forma parte de la región llamada tradicionalmente Aquitania (Suroeste de Francia).
En nuestro viaje de esta Semana Santa nos hemos centrado en visitar en profundidad la más vistosa e importante de estas tres regiones: Lapurdi.
Llegamos al hotel el miércoles día 31 de Marzo a última hora de la noche y el primer día (jueves día 1 de Abril) lo dedicamos a ver Biarritz y Bayona, el segundo para visitar pueblos de interior y hacer unas incursiones en el Pirineo Atlántico y el último para vistar el propio San Juan de Luz y Hendaya.
Los desplazamientos los hicimos todos por carreteras locales para evitar los posibles atascos en la A-63 y en los pueblos no dudamos en aparcar en zona azul sin ningún tipo de control sobre el tiempo (espero que no lleguen las multas...)
Jueves, día 1 de Abril
Biarritz fue nuestra primera visita y también el pueblo que más me gustó de todos los que vimos. El paseo por toda la cornisa del litoral fue de lo mejor del viaje. Recomiendo recorrerla entera, nosotros andamos desde el faro de la Punta de San Martín hasta la playa de la Cote des Basques.
El faro de Biarritz marca el límite de los duros acantilados de toda la cornisa vasca del sur hasta las suaves playas de las Landas hacia el norte.
En este recorrido además del propio faro se pasa por lugares preciosos como el elegante Hotel Du Palais, el famoso Casino Municipal, el mirador de Bellevue, la iglesia de Santa Eugenia, la Atalaya y la Virgen de la Roca.
Aparte del recorrido por la costa también hay otros puntos interesantes de Biarritz como son la Capilla Imperial (la cual no pudimos visitar ya que abría sólo en sábados y por la tarde), el lujoso Hotel Du Palais (no visitable sin alojarse en él), la Iglesia Ortodoxa Rusa, el Mercado Municipal y el Museo del Chocolate; este último lo visitamos pero no merece demasiado la pena ya que además de estar alejado del centro te cobran 6€ por ver cuatro cosas sobre el cocolate (todo en francés menos el documental de 10' fatalmente traducido al español) y tomarte una tazita minúscula de chocolate tradicional.
Después de comer nos acercamos a Bayona, la capital de Lapurdi y por extensión, de todo el País Vasco Francés.
Es la ciudad más grande y la única que tiene algo de caracter industrial. En cuanto a turismo, aparte de la famosa Catedral, no tiene gran cosa.
Visitamos las tres zonas principales de la ciudad: La Grand Bayonne y La Petit Bayonne (separadas por el río Nive) y el barrio de Saint Espiritu (separado de las otras dos por el río Adour).
En la Grand Bayonne visitamos la imponente Catedral de la cual destacan especialmente sus dos altas agujas góticas. También vimos las antiguas murallas y dimos un paseo por la orilla del Nive, cerca de aquí vimos un curioso mercado muy animado y con una gran variedad de productos tradicionales vascos.
En la Petit Bayonne dimos un paseo por sus callejuelas, vimos la Iglesia de San Andrés y el Castillo Nuevo (sede de la Universidad de Bayona).
Más tarde cruzamos el puente de Sancti Spiritu y vimos el barrio que toma el nombre de este puente. No merece la pena cruzarlo.
Viernes, día 2 de Abril
Por la mañana hicimos una ruta de montaña para subir desde el Puerto de Lizarrieta hasta la Peña Plata y el Centinela, dos de las montañas más occidentales del Pirineo Navarro. -Ruta en Senderioja.es-
Ya por la tarde visitamos las Cuevas de Sare (7€, visita guiada de aproximadamente una hora) las cuales no nos gustaron demasiado, prefiero las que hay al otro lado de la frontera (Zugarramurdi y Urdax).
Además de las propias cuevas, allí mismo también se puede vistar el museo de las Cuevas y un pequeño Parque Megalítico.
A las 10 de la mañana nos plantamos como un clavo en la estación de tren del Col de Sant Ignace (entre los pueblos de Ascain y Sare) desde donde parte el tren Cremallera que sube al monte Larrún.
Al Larrún suben multitud de montañeros cada día con el objetivo de contemplar sus magníficas vistas, este tren nació con el objetivo de que gente de la realeza y la nobleza también pudieran contemplar semejantes vistas.
La subida y bajada cuesta la friolera de 14€ en temporada baja, el alta son 17€ pero merce la pena montarse en él. El trayecto son 35' de subida y otros tantos de bajada, el tren avanza muy despacio (unos 8Km/h), poco más de lo que se avanza a pie a ritmo bueno.
Regresamos a San Juan de Luz y antes de comer nos dimos un paseo hasta el fuerte de Sokoa, pasando por Ciboure. Es un paseo de unos 40 minutos en el que aprovechamos para ver la iglesia de Ciboure y la casa donde nació Maurice Ravel (sí, el del bolero de Ravel).
El fuerte de Sokoa sólo se puede ver desde fuera pero tuvimos el aliciente de que la climatología este día estaba muy "encabronada" y fue un placer ver romper las olas contra el rompeolas que hay junto al fuerte.
Al regresar hacia San Juan de Luz empezó a diluviar y decicidimos para a comer en el propio puerto de Sokoa. Elegimos entrantes variados, una paella y un pudding de chocolate. Nos salio bastante caro, 72€ entre los dos. Francia todavía tiene un nivel de vida bastante superior al nuestro.
Después de comer regresamos a San Juan de Luz y dimos una vuelta por la zona de la playa y la calle Ganbetta, la calle principal de la ciudad y donde está la Iglesia de San Juan Bautista.
Antes de volver para Logroño nos quedaba visitar Hendaya. La ciudad ya la habíamos visto en otra ocasión así que decidimos ir directamente a ver el Domaine d'Abadie. De camino paramos a a hacer una breve parada en el castillo de Urtubi.
El domaine d'abadie es una reserva natural donde existen varios senderos balizados mediante los cuales podemos ver el chateau d'abadie (el castillo que se construyó Antoine d'Abbadie, un sabio muy aficionado a la astronomía y a la geografía) y unas rocas enormes situadas en los acantilados llamadas "Las Gemelas"; cuenta la leyenda que estas piedras las tiró un gigante desde las Peñas de Aia con la intención de destruir Bayona pero que resbaló en un boñiga de vaca y cayeron aquí.
Nosotros dejamos el coche demasiado lejos de domaine d´abadie y nos costó bastante llegar hasta aquí, si tenéis intención de visitarlo es mejor llegar directamente con el coche. Ah, y otra cosa, para ver el castillo no se puede pasar desde el sendero balizado, es necesario entrar directamente por la puerta de entrada del castillo. Está señalizado en la carretera que entra también al Domaine.